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Un sueño muy extraño

Corre.

Mi corazón latía, parecía que en cualquier momento se fuese a salir.

Sombra.

Una sombra me perseguía, no sabía que era, pero sabía que era peligro.

Empece a correr entre los árboles del bosque, me pase entre varios tratando de confundirlo y perderlo. Mis ojos debes en cuando se desviaban detrás de mi, fijándose si el venía detrás mío.

Tropecé contra una rama en el suelo.

Caí, sentí el dolor en mis rodillas. Ardían.

Empezaron a sangrar, con mis pocas fuerzas me trate de levantar, pero caí.

Sentía que se acercaba, y yo tenía miedo, mi respiración era acelerada, sentía que en cualquier momento moriría asfixiada. El aire me faltaba.

Me levanté exitosamente, aún con mis rodillas adoloridas empece a correr.

Tenía que salir de aquel bosque.

Pero cuanto ví la salida del bosque, sentí su mano jalandome, evitandome salir.

Y allí me hundí en la obscuridad de aquel bosque.

4:15 AM.

Era de madrugada, me desperté después de aquel sueño. Mi corazón latía desbocado recordando lo que había sentido, que parecía tan real. Lágrimas empezaron a empapar mis mejillas, mi labio inferior temblaba.

Un cuadro de callo al suelo, y esparció vidrios.

La rama de un árbol empezó a azotar mi ventana.

La luz se prendió, el foco empezó a parpadear y luego se fundió, y se rompió.

Un pequeño trozo de vidrio se empezó a dirigir a mi, todo sucedió a cámara lenta. Estrellándose contra mis ojos, acerque mi mano hasta mi ojo, y arranque el pedazo de vidrio.

Empece a temblar inconscientemente.

Mire hacia la ventana estaba lloviendo, las gotas se estrellaban contra el vidrio. Un ruido siniestro, que daba aviso a lo malo que se aproximaba.

Parpadeo, en cuanto empiezo a sentir agua en mis ojos, era sangre en cuanto la retire de mi pómulo la vi.

El armario de abrió.

Se extendió un hilo junto a un vaso, mis sentidos no reaccionaban. Se deslizó hacia mi,y en cuanto estuvo enfrente de mi lo oí.

Ponlo en tu oreja.

Por alguna razón lo tome entre mis manos, estás temblaban. La puse en mi oreja, el hilillo se estiro y escuché su voz fría. Mi cuerpo tembló.

- Cuanto te extraño - su voz ronca se podía oír al otro lado, algo distorsionada. Mordí mi mejilla por dentro, deseaba que estuviese soñando, que nada de esto fuera real.

- Te extraño pequeña, Alicia. Te deseo.

Ese fue el comienzo de mi tormento.

















L.M«

ALICIA ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora