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— Nota Misteriosa —

Corre.

Me repetía continuamente, aunque no reaccionara mi cuerpo. Personas salieron de entre el bosque, la capa roja cubría su cuerpo. Todos me rodearon, el nudo en mi garganta se hizo presente. Entre al agua rojiza, tratando de cruzar al otro, pero pronto una manos me tomaron, tapando mis ojos y hundiendome.

Me levanté de mi cama, coloqué mis jeans color negro, y una blusa holgada de color rojo junto con unos tenis blancos. Peine mi pelo en una coleta y baje.

- Buenos días - dije en cuanto ví a mi padre.

- Buenos días - dijo de igual manera con una sonrisa.

- Tomalo, en cuanto tenga la tarjeta te la daré - dijo señalando con la cabeza ya que estaba cocinando, el dinero se encontraba en la barra.

- Claro, me tengo que ir, nos vemos luego - dije, tomé el dinero, y le di un beso en la mejilla a mi padre para después salir. El clima estaba bien, no estaba frío como otros días, y no había tampoco mucho sol.

Coloqué mis audífonos reproduciendo la canción « Faking it ».

Mi mirada viajo hasta el bosque, separandonos por la calle. Sentí la mirada, un escalofrío me recorrió hasta mi espina dorsal. Decidí ignorarlo siguiendo con mi camino. Después logré visualizar a lo lejos a las personas entrando y saliendo de la Instalación.

Me dirijo hasta esta, quitando mis audífonos para adentrarme entre los alumnos.

- ¡Alicia, tenemos junta! - dijo mi amiga poscisionandose a lado de mi.

- ¿Que? - pregunte confundida ante lo que había dicho. ¿Junta? Nunca mencionaron nada de eso.

- Si, lo anunciaron ayer en la cafetería, en la cual tu te fuiste, apúrate, no querrás que la señora Brahams se enoje - dijo mi amiga, me tomo de la mano y me fui hasta el auditorio. Donde me explico por qué hacían esto.

Ella obviamente tenía ya un año en la escuela, conocía más cosas que yo. Al parecer normalmente las juntas son de todos los grados, al entrar nos recibió miles le personas, muchas de empezaban a acomodar en los asientos, el lugar estaba poco iluminado, pero era bastante grande. Mi amiga me fui y nos sentamos, las luces se encendieron apuntando hacia el escenario, dónde salió Martha, con una falda de tubo color azul cielo, una blusa blanca, junto con tacones color rojo, su pelo estaba alaciado, su maquillaje era perfecto, y el labial rojo contrastaba con su piel.

- ¡Hola chicos! Espero que en este año logren mucho, esfuercense para aquellos que ya van a salir y es su último año, y para los que no, espero que lo hagan, cómo si fuera su último año. ¡Bienvenidos! Aquellos que son nuevos, espero que se adapten. - dijo la rubia con una sonrisa en el rostro.
- Les presento a el profesor de basquetbol, el Sr. Saemann.

Todos aplaudieron, era un señor alto, sus ojos eran negros, su barba era abundante, era ya un señor un poco mayor. Saludo a todos con una sonrisa.

- ¡Hola chicos! Espero que se la estén pasando bien en esta institución. Muchos ya me conocerán, soy el entrenador en básquet, espero y nuevos integrantes de únan, me encantaría colaborar con nuevos integrantes.

Muchos de los maestros se presentaron, era como una especie de bienvenida al nuevo año escolar. Y aunque suene loco, me sentía observada, y la obscuridad no ayudaba mucho.

- ¡Cuidado señorita Brahams!
- el llamado me hizo salir de mi trance.
Martha estaba diciendo un par de cosas en el microfono, a el llamado de asustó, todos se pararon observando la escena, y yo me sentí muy estúpida al no estar al frente. De haberme sentado casi hasta atrás, la rubia miro hacia arriba una lámpara de gran tamaño que alumbraba el escenario fue cortada de los lazos que la sostenían.

ALICIA ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora