It's not like I like you ! ~ Finalizada

Primer encuentro

Kira había llegado a dónde Oikawa le indicó, estaba contenta por ver a su amigo. Sin embargo, sabía que algo no iba tan bien cuando vió que no se encontraba solo.
Se bajó de su coche poniéndose los lentes oscuros que había llevado para la ocasión y caminó hacia aquellos chicos con un pequeño contoneo mientras se apartaba su largo cabello de la cara.
— Oikawa-kun, ya tenía tiempo sin verte – dijo ella abrazándolo fuertemente, él le regresó el abrazo con mucho cariño.
— Kashima-chan, es bueno verte siempre – contestó el castaño.
— ¿Quién es tu amigo? – preguntó finalmente.
— Oh, él es Iwa-chan –
— Iwaizumi Hajime – se presentó aquel chico de manera seria.
— Kashima Kira – contestó ella dándole una sonrisa rápida.
Lo inspeccionó de arriba a abajo de una manera indiscreta, debía admitir que tenía buen cuerpo como todos los jugadores de voleibol pero aquella cara de pocos amigos no le ayudaba mucho.
— ¿Puedes dejar de hacer eso? – pidió Iwaizumi cruzando los brazos molesto.
— No estaba haciendo nada – replicó ella sonriendo de nuevo — ¿Entonces qué? ¿Se meterán a nadar o les da miedo? –
Kira comenzó a caminar directo a la playa dejando de tras a aquellos chicos.
— ¿Y esa es tu mejor amiga? – dijo Iwaizumi a forma de burla.
— Si, no la juzgues tan feo. Es muy linda una vez que la llegas a conocer, sólo que es un poco difícil que se abra a uno– confesó Oikawa
— No me cae bien – declaró Iwaizumi
— No puedes decir eso de alguien a quien acabas de ver –
Después de aquello ambos fueron tras Kira.
No se podía dudar de la buena química que tenían Oikawa y aquella chica, pero tampoco había duda de como Iwaizumi y Kira se repelían.
Aquella chica era la perfección andando, sabía nadar muy bien, era gimnasta, tenía buen cuerpo... Y todo aquello era algo que le molestaba a Iwaizumi.
— Si te me vas a quedar viendo así ¿porque no me cuentas cuál es tu posición en el equipo de voleibol? – dijo ella un poco molesta
— ¿Yo? Yo soy la estrella de Aoba Johsai – contestó él muy orgulloso.
Kira soltó la carcajada.
— Ay, no me hagas reír así. Obvio no es así, ese es Tooru. – dijo Kira aún riendo un poco
— No es así, Oikawa es el capitán y colocador. Aunque sea muy bueno no lo hace la estrella – insistió él.
— ¿Ah sí? Entonces dime, ¿te llegan las mismas cartas y fans que a Tooru? Supongo que aquello es importante para las estrellas – comentó Kira.
Iwaizumi chasqueó la lengua.
— ¿Qué va a saber una chica mimada que intenta la perfección sin lograrlo? No me quites mi tiempo – fue lo último que dijo antes de volver a meterse al agua para estar lejos de ahí.
Oikawa, quien había estado en silencio hasta entonces, suspiró.
— Ustedes dos son iguales... No me sorprende que no se lleven bien – dijo con una sonrisa.
— ¡Yo no soy igual que ese idiota! – gritó Kira.
— Sí, si lo eres. Los conozco a los dos y ninguno es como están actuando ahorita – explicó Oikawa
— Sabes perfectamente porque soy así, Tooru – se quejó ella
— Sí y también sé perfectamente porque él está siendo así. En serio, no son tan diferentes – insistió.
Tal vez Oikawa tenía razón pero Kira no quería pensar en eso.
Cuando comenzó a atardecer decidieron irse de ahí y regresar a sus casas.
— Bueno, estemos de acuerdo en algo: jamás hay que volvernos a ver – dijo Kira despidiéndose de Iwaizumi.
— Estoy de acuerdo, no fue para nada un gusto conocerte – dijo Iwaizumi.

Kira llegó a casa cansada, empacó sus últimas cosas; mañana sería su mudanza. Se acostó y vio su cuarto por última vez, todo sería tan diferente mañana.
Odiaba la idea de vivir sola pero era la mejor opción que ella tenía si quería salir de aquella pesadilla.
Había conseguido un trabajo de medio tiempo y su transferencia a Aoba Johsai en medio del semestre.
Sonrió amargamente, había realizado aquella transferencia antes de conocer a Iwaizumi y ahora se estaba arrepintiendo, no podría cumplir su palabra de no volverlo a ver; sin embargo, le quedaba el consuelo de que estaría con su mejor amigo y eso la ayudaría o eso esperaba.
Que horror, era el último año de preparatoria y se metería a mitad del semestre. Cómo si no hubiera sido odiada en su escuela anterior.
Esperaba que su estadía tanto como en su nueva casa como en Seijo fuera mejor de lo que imaginaba.