Nueva estudiante

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Kira se levantó con un humor pesimista, empezar en un nuevo lugar siempre le era difícil. Terminaba varias veces inventando muchas cosas o tomando una actitud arrogante como mecanismo de defensa y eso terminaba causándole muchos problemas.
Se bañó, se puso aquella falda beige a cuadros, la camisa azul y el blazer blanco.
Contó el dinero que tenía en su monedero, no era mucho. Esperaba que las cosas en la escuela no fueran tan caras o se quedaría sin comer, lo único bueno es que también comenzaría con su  trabajo aquel lunes.
Salió del departamento y comenzó a bajar las escaleras.
— ¿Ya lista? – preguntó Iwaizumi Perfecto, lo único que le faltaba.
— Claro, muy lista – contestó ella
— Déjame acompañarte, te enseñaré el camino rápido para llegar –
Una parte de ella quería decirle que ella podía sola y otra parte quería darle las gracias porque no conocía los alrededores, así que optó por algo intermedio.
— Está bien, ya que –
Comenzaron a emprender el camino en silencio, realmente era incómodo.
Después de unos minutos así Iwaizumi sacó algo de su mochila.
— Mamá te mandó comida hoy también – dijo dándole un bento.
— ¡Oh, gracias! Pensé que no comería hoy... – comentó abrazando el bento y guardándolo en su mochila.
— Kira... – comenzó a preguntar él pero ella le lanzó una mirada amenazadora.
— No me llames por mi nombre y no me tengas compasión – contestó
Después de eso volvieron a guardar silencio hasta que llegaron a la escuela.
Iwaizumi la llevó hasta donde estaba Oikawa y ésta corrió a abrazarlo.
— ¡Kashima-chan! – gritó Oikawa sorprendido y le regresó el abrazo — Me dijiste que te mudarías pero no me dijiste que también ibas a transferirte – continuó.
— Quería que fuera una sorpresa – contestó ella
— Sí que lo fue –
— Te dejo, debo ir a la dirección. Al parecer me están esperando para darme mi horario – dijo ella.
Oikawa le dio un par de palmaditas en la cabeza y la dejó ir.
— Así que... Vinieron juntos – dijo Oikawa viendo a Iwaizumi
— Vive en mi edificio... Era lo único que podía hacer – contestó él.
— Bueno... Lo más probable es que esté en tu clase, así que cuídala por mí  por favor – fue lo único que dijo antes de que ambos fueran a su respectivo salón.
Efectivamente así fue, la maestra anunció que una chica se uniría a la clase y dejó que Kira se presentara.
— Soy Kashima Kira, vengo de Tokyo así que no conozco muy bien aquí... Por favor cuiden de mí – dijo sonriendo.
Una compañera levantó la mano para preguntarle algo.
— Kashima-san, ¿Haces algún deporte? Estoy segura de que te he visto en algún lado –
Kira se sonrojó y asintió.
— Soy gimnasta. Supongo que me viste hace dos años en las nacionales, el año pasado tuve una lesión en las estatales por lo que no pude ir a las nacionales – explicó ella.
Después comenzaron la clase, extrañamente Kira se sintió muy bienvenida a pesar de que era mitad del semestre y por primera vez pudo sentir que podía ser ella misma.
Llegó la hora de la comida y sacó el bento de su mochila.
Otra chica se le acercó muy amable.
— Kashima-san, ¿sabes cocinar? – le preguntó.
— Para nada, esto me lo dio alguien – dijo un poco apenada
— ¿Tu novio? –
Kira rió.
— No, no tengo. Fue un admirador – dijo. Maldición, ya estaba mintiendo.
— Oh debes ser muy famosa entre los chicos – rió la chica.
— No lo creo... Pero de vez en cuando esto pasa – admitió Kira. ¿Por qué no dejaba de mentir?
— Supongo que has de tener mucho dinero también, la gimnasia no es nada barato –
— Ah... No la verdad que no – por fin, una verdad.
Mientras estaba en aquella extraña conversación entró Oikawa a su salón.
— ¡Tooru! – gritó feliz de que la sacara de una situación un poco incómoda.
— Kashima-chan, vine a ver cómo te está yendo – dijo sentándose a su lado.
— Muy bien, han sido todos muy amables conmigo – le contestó.
La chica que se encontraba hablando con ella antes estaba sorprendida.
— Pensé que habías dicho que no tenías novio, Kashima-san – la acusó.
Kira rió.
— ¿Shittykawa? ¿Mi novio? Para nada, este tonto es más como mi hermano – contestó burlonamente.
— Kiraaaaa... No me digas así, ya tengo suficiente con Iwa-chan diciéndome de esa forma – se quejó Tooru.
Kira volteó a ver a Iwaizumi, quien trataba de hacer como que no había escuchado la conversación.
— Entonces, ¿sabes a dónde ir para tu trabajo, Kashima-chan? – dijo Tooru cambiando de tema.
— No, la verdad que no. – admitió ella.
— Te llevaré, entonces – contestó él.
— No seas tonto, Tooru. Tienes práctica después, eres el capitán, debes de dar el ejemplo – lo regañó Kira.
— Yo la llevaré – dijo Iwaizumi con un tono de voz indiferente.
— Ok, te la encargo entonces – pidió Oikawa y se despidió.
¿Qué rayos había sido aquello? Odiaba que la gente le tuviera compasión.
Al terminar la escuela nuevamente se encontraba caminando con aquel chico tan molesto.
— No necesito tu compasión, ¿sabes? Pudiste haberte ido a tu práctica sin problema alguno, me las podía arreglar sóla – dijo Kira con tono molesto
— ¿En serio crees que estoy haciendo esto por eso? Porque pobrecita no conoce el lugar, pobrecita no tiene para comer, pobrecita a de ser difícil ser nueva, ¿cierto? – dijo Iwaizumi en tono burlón
— Pues sí... No encuentro otra razón – contestó ella.
Iwaizumi se empezó a reír muy burlonamente.
— Estás totalmente equivocada. Existe la ayuda, ¿sabes? Porque si te dejaba ir sola Oikawa se hubiera preocupado y no hubiera entrenado bien y necesitamos que esté en perfectas condiciones para los partidos. Porque quiero ayudarte para que no hagas todo sola, porque no conozco tu historia pero sé que necesitas ayuda. Y en tan solo dos días de conocernos me has insultado de diferentes formas y aún así intento ser buena persona contigo, pero si tanto te molesta es la última vez que lo hago – dijo Hajime intentando no alzar tanto la voz sin mucho éxito.
Kira no dijo nada y siguió caminando.
Iwaizumi tenía razón y no podía negarlo, había sido una tonta pero tampoco sabía disculparse.
Caminaron unos minutos más hasta que él se detuvo.
— Ahí está, suerte en tu primer día – dijo y se volteó para irse.
— Gracias... – contestó ella lo suficientemente fuerte para que él la escuchara pero no le hizo caso y comenzó a caminar.
Vaya forma de empezar la semana. Entró al pequeño café en el que había aplicado a distancia para trabajar.
— Buenas tardes, soy la chica nueva Kashima Kira – dijo a la chica que se encontraba en la caja.
— Oh, mucho gusto. Te estábamos esperando, soy Suzuki Nozomi. Puedes llamarme por mi nombre, soy la gerente aquí – explicó aquella chica.
Después de aquello Nozomi le explicó lo básico de aquel café y después haciéndola practicar  dejando que intentara hacerlo sóla.
Kira agradeció que podía comer gratis en el café y tomó su descanso, la cena era lo que le preocupaba.
Su turno terminó cerca de las 10 pm, estaba realmente cansada pero no había de otra.
Logró llegar a su casa sin problemas y encontró algo afuera de su puerta.
Después de acercase bien vió que era un furoshiki, sonrió era su cena.
Lo tomó y entró a su departamento.
Había una nota también.
Eres una maldita niña mimada, pero en mí no va a quedar que mueras de hambre.
- Iwaizumi.
Rió, era un idiota.
— ¡Gracias por la comida! – dijo y comenzó a comer su cena.
Tal vez Iwaizumi no era tan malo después de todo.

It's not like I like you !  ~ Finalizada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora