Vacío // MexArg

Prólogo

Siento como late tu corazón junto a mi oído, me siento cálido contigo a mi lado, tener la cabeza apoyada en tu pecho me encanta, vos me acaricias el pelo despacito, siento como tus dedos se enredan en mis bucles y se desenredan al segundo, tu respiración calmada hace que tu torso se mueva involuntariamente, el cielo celeste ocupa tus ojos marrones mientras que yo no puedo sacarte la vista de encima.

Al sentir mi mirada sobre tu rostro dirigís tus pupilas hacia mi cara, sonreís levemente de costado cuando me prestas atención, te veo moverte para quedar de costado, suspiro por tener que moverme de tu pecho, quedamos cara a cara, con una mano sosteniendo tu cara me miras fijamente, ese brillo en tu mirada es hermoso, tendríamos que salir a la plaza más seguido, te hace más tranquilo.

--¿Ocurre algo?-- ¿Es extraño si admito que me encanta que te preocupes por mí? Me hace sentir tan querido, como si en serio me quisieras.

--No pasa nada-- A pesar de que te sonrío, tengo ganas de gritarte, de decirte que yo no te importo, que mañana vas a volver a hacer estupideces y yo como boludo te voy a perdonar, que te va a importar una mierda lo que me pase y el como me sienta.

A veces siento que me podes escuchar cuando pienso, porque  después de pensar eso no me decís nada, raro en vos teniendo en cuenta que nunca te quedas callado cuando de tratarme mal frente a los demás se trata. El ambiente mágicamente ya no es cálido y tierno, dejas de sonreír y recién ahí soy consiente de que yo no lo estoy haciendo desde hace un rato.

--Argie, ¿Por que lloras?-- ¿Llorar?¿Estoy llorando? Mi mano se dirige hacia mi mejilla, siento la lágrima tibia en la yema de mis dedos, si, estoy llorando. Tu mano me acaricia la mejilla de forma lenta y suave, me limpias la llovizna mientras que yo todos los días te aguanto un tornado, es tonto que te preocupes ahora ¿No?--¿Argentina?

--Odio amarte-- No entiendes, pero tampoco te lo voy a explicar, no creo que lo entiendas ni aunque te explique. Estoy cansado de esto, amo estar en tu pecho y sentir tu corazón, pero no soporto más el saber que no late por mi.

--¿Que?-- Tu confusión me aturde, me molesta tener que explicar algo en vano, ¿Para que querés saber? Al fin y al cabo no vas a hacer nada, realmente no te importa lo que me pasa ¿Verdad?

--Nada Mex, nada-- Me acuesto en el pasto, vos no decís nada, te acostas a mi lado y me tomas la mano, de reojo logro ver que no sonreís, pero tampoco preguntas más. Estás preocupado pero no preguntas ¿Por que? ¿Preocupado de perder a tu muñeca? Tranquilo Mex, no me pienso ir, pero al menos preocúpate de mi salud emocional, no te gustaría que tu perro faldero esté triste cuando está con vos ¿Verdad?

--Todo va a mejorar, lo prometo-- No prometas Mex, ya prometiste mucho y sin embargo no cumpliste nada. Lo último que necesito es otra promesa rota. Me miras de reojo y ves que yo también te estoy mirando, me intentas sonreír pero te sale una cara fingida, ¿No te hago feliz? Si te hace sentir mejor, vos a mi si, bueno, a veces. Borras ese intento de sonrisa cuando no te la devuelvo, ya fingí muchas sonrisas y descubrí que no me gusta hacerlo.--Argie, tienes que confiar en mi, ¿Si?-- ¿Confiar? llevo meses confiando y seguimos así, no cambias y no parece que lo vayas a hacer, tampoco te pido tanto, es que dejes de hacerme quedar como un pelotudo, que no me niegues más. Supongo que para vos es mucho.

--Está bien-- Sólo tengo que aguantar esto un poco más ¿No? Bien, Mex, te voy a esperar un poco más, porque ¿Que otra opción tengo? Te sonrío, y eso parece suficiente para vos, ¿Es todo lo que querés? ¿Que finja que estoy bien con todo esto? Bien, supongo que uno de los dos va a recibir lo que quiere--Te amo, México.

--Yo también, mi bebé bello-- Me encanta que me mientas, es mi parte favorita de todo esto.