Capitulo 2

797 112 40
                                        

--Estás hermoso, cabrón--Me abrazas de la cintura con cariño, escondiendo tu cara en la unión de mi cuello y mi hombro, sonriendo como hace meses no lo haces, como hace meses no me sonreís a mi en realidad, esa sonrisa ya las has dedicado tanto a diferentes personas últimamente, pero claro que pensas que yo eso no lo sé. Soy estúpido a tus ojos, y quizás no sólo a tus ojos, quizás en serio soy.

--Vos también--Pero claro, que el estúpido no se enoje, porque sólo me hace ser más estúpido, me hace persecuta, me hace un desconfiado. ¿Es que acaso el enojo no puede ser parte mía?--Me preguntó si Can también.

Te contesté de forma seca, cosa que no te gusta, pero a mi no me gusta que me engañes, México.

--¿Ya empezarás?--Me soltas, claro que me soltas, nunca vas a intentar sostenerme cuando yo esté mal, claro que no, es más fácil dejarme solo hasta que se me pase.--Te he dicho que no pasa nada entre ambos.

--Cuando te la llevabas al baño no parecía eso.

--No pasó nada, confiar un poco no te matará ¿Sabes?

--Si no pasó nada ¿Por que le decís que si a tus amigos?--Odio verte a la cara mientras peleamos, porque pones esa cara de perrito mojado que sólo lo dañan y no hizo nada malo, pero te notifico algo, todos los perros tienen dientes y a vos te encanta morder--Si no me engañas entonces me haces quedar como un cornudo porque si ¿Que es peor?

--¿Desde cuando te importa lo que ellos piensen?

--No es lo que piensan, es lo que vos queres que piensen.

--¿Por que querría eso?

--No sé, México ¿Por que queres eso?

--¿De dónde te ideas para imaginarte todo eso? En serio no puedo creer que no puedas confiar en mi--No me prestas atención a lo que te reclamo, poco te importa, obviamente, porque no soy nada para vos, siquiera entiendo porque seguís conmigo ¿Es cómico? No lo entiendo, déjame ir si no queres estar conmigo, es así de fácil.

Pero ¿De quién te reirías si yo no estuviera? No quiero dejarte hacer estas cosas, porque quizás no estuviste con Canadá, pero lo de decirle a tus amigos que soy un cornudo no es algo que me invento, cielo.

--¿No estuviste con ella?

Pero no sé que hacer si no quiero perderte, o bueno, más bien, perderte más. 

--No, Argentina, no me acosté con nadie aparte de ti.

Supongo que sólo queda una cosa.

--¿Me lo juras?

Ceder.

--Claro que si, amor, por Dios, sólo te quiero a ti, entiéndelo.

Y de un momento a otro unas hipócritas lágrimas se escaparon de mis aún más hipócritas ojos ¿Se escaparon o las largué? Es lo mismo.  Vos, claro que venís al rescate y me sostenes de las mejillas para verme a los ojos, dicen que si miras mucho a alguien a los ojos lo podes enamorar ¿Funcionará con vos?

--Lo siento, lo siento, sólo...--No sos el único actor en este teatro, cielo, yo también sé jugar--...Tengo miedo de perderte.

Al menos yo no miento.

Vacío // MexArgDonde viven las historias. Descúbrelo ahora