Capitulo 7

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--¿Recuerdas cuando nos conocimos? Vos me agarraste la mano porque pensaste que era Guatemala.

--Y tú no la soltaste porque pensaste que era guapo.

Puedo odiar muchas de mis acciones, todo de mi, de hecho, pero nunca podría odiar las pocas, casi nulas ocasiones en las que casi puedo sentir tu inverosímil amor por mi. Siento que cada palabra de tu boca es real, que cada promesa vas a cumplirla y cada beso tiene un sentimiento que se supone que yo sé que tienes. La mejor mentira jamás contada.

Siento como tu mirada no se puede apartar de mí mientras ríes, me observa embobado, enamorado. Como si yo fuera todo lo que necesitaras.

--Te están llamando, amor--Me haces un puchero, intentando convencerme de que en realidad no es necesario que atiendas, aunque vos y yo sabemos que si. 

O bueno, tal vez no, si tomamos en cuenta de quien está llamando.

"Canadá" 

A veces olvido que fácil me decepcionas.

Te miro, me miras. Intentas pedirme permiso con la mirada, pero en realidad lo que esperas no es permiso. Esperas que no te llegue un sermón.

Y tranquilo, no va a llegar, es en vano. Ya me lo has demostrado.

Me pregunto que le ves a ella, que tiene para que estés tan enamorado.

Me pregunto también si alguna vez me quisiste como la quieres a ella.

¿Alguna vez estuviste enamorado de mi? Eso creo, porque en un punto todo era diferente, vos eras diferente. Quizás se debía a que tu amor era real. 

Me decías que mis besos eran la cosa más dulce que alguna vez pudiste probar. ¿Acaso se han hecho agrios? 

¿Que es lo que cambió? ¿Vos cambiaste? ¿Yo cambié?

¿Acaso es mi risa fastidiosa, y mi voz irritante? ¿Acaso todo cambió cuando no veíamos, y estábamos distraídos en nuestra propia nube rosa en la que todo parece estar bien?

¿Yo solo estaba en esa nube donde al parecer me amabas?¿En que momento salimos de ella?

¿En que momento me dejaste de amar?

Simplemente no lo entiendo, me mirabas con tanto amor, como si yo fuera lo único que pudieras ver, como si no necesitaras nada más. Ahora necesitas de todo menos a mi.

Me pregunto si alguna vez podremos regresar a la nube rosa.

Dónde a pesar de que todo fuera mentira, era bueno, y parecía real. Era lo más real que yo podría tener de tu parte.

--¿Argentina?

No, no me digas de nuevo que estoy llorando, porque estoy harto de ese monólogo,luego vendrás diciendo que estaremos bien, que sólo necesitas que yo confíe. Que yo te ame.

Necesitas que te diga lo mismo que quieres hacerme creer a mi.

¿Pero sabes que necesito yo? No, y no te importa tampoco. Sólo te importa que yo esté junto a ti, vivo o muerto, feliz o triste. 

Y yo lo estaré.

Porque te quiero cerca. Honesto o no. Enamorado o no.

--Argentina, no llores.

¿Cómo me pides eso? ¿Cómo te atreves a siquiera pensar que puedo no llorar? Sos tan inestable.

Sos tan estúpido.

Te odio ¡Te odio! ¡No te quiero ver más! ¡¿Me oyes?! ¡Andáte!

No, no te vayas. Te necesito.

--¿Argentina? ¿Argentina, que pasa? ¡Argentina!

No puedo parar, eres el circulo vicioso más adictivo que existe, y me encanta repetirte una y otra vez. Volver a caer con una sonrisa en tu hermoso pozo de adicción. 

Eres peor que cualquier droga y mejor que cualquier alcohol. Eres el juego más peligroso y placentero que existe, que te mata lentamente sin siquiera darte cuenta, siquiera notas cuando ya has terminado de asesinarme.

Te amo, te amo, te amo.

--¡Háblame Argentina, por favor!

Llama a un médico. Por favor.

Vacío // MexArgDonde viven las historias. Descúbrelo ahora