Vacío // MexArg

Capitulo 12

¿Alguna vez has sentido que todo se ha derrumbado completamente y que nada ni nadie va a evitar que eso se siga derrumbando?

Que todo se va acumulando en una larga columna de cosas y más cosas de mierda que lentamente ya van significando básicamente nada, que cada vez se ven y más y más cerca de caerse encima tuyo, y que a pesar de que ves como va subiendo en cantidad, no puedes hacer nada.

Que sólo puedes ver como todo a tu al rededor está cayendo sin piedad pero en realidad no puedes hacer nada más que mirar como todo cae mientras ruegas que nada caiga encima tuyo, que nada logre lastimarte realmente, porque si eso pasara empezarías a prestar un poco más de atención a la montaña de mierda a tu lado.

Que en realidad todo ese tiempo estuviste en una especie de nube de nirvana en la que intentabas fingir que todo estaba bien, que en realidad no había nada de malo con todo lo que estaba sucediendo, pero que finalmente viste para abajo de la nube para ver si todo estaba realmente bien, y en ese momento caes en la cruda realidad en la que por alguna razón toda la mierda sigue ahí.

¿Alguna vez lo sentiste?

Yo si, muchas veces, demasiado, incluso más de lo que cualquier persona pensaría.

Estoy seguro que vos también has sentido esto al menos una vez, el como todo se derrumba lentamente hasta ya no poder más, sentir que ya no podrás soportar todo lo que ha estado pasando a tu alrededor.

Sentir que lentamente te vas cansando de todo lo que está a tu alrededor.

Y no quieres ser egoísta, quieres seguir luchando para poder conseguir que las cosas sean un poco mejor, quieres fingir que estás de manera perfecta mientras un supuesto paño de esperanza intenta taparte los ojos.

Intentas realmente pensar en positivo. Pero por dentro sabes que todo ya está de la mierda y no podrás hacer nada para arreglarlo.

Quizás ha sido la costumbre, quizás ha sido la desconfianza.

Quizás he sido yo el que ha arruinado todo.

Quizás simplemente somos dos idiotas que nunca pudieron pensar en el otro antes que en nosotros mismos.

Y somos unos egoístas ególatras de mierda que sólo saben pensar en que la culpa lo tiene el otro. Es culpa de ambos.

Tanto tuya.

Como mía.

Hemos cometido error tras error.

Hemos derramado lágrima tras lágrima al mismo tiempo que fingíamos sonreír. Nos juramos amor eterno de una manera hipócrita mientras por dentro sabíamos, o más bien pensabamos, que en realidad no nos amamos mutuamente.

No confíe en tus "Te amo"

Y tú no me ayudaste a sentirlos, tampoco.

Sufrimos en silencio, pero ambos sabíamos en realidad lo que el otro pensaba.

Sabes que te culpo.

Y sé que me culpas.

La ayuda funcionó de cierta manera, sabemos que la necesitábamos. Pero no nos ayudó de la manera en la que pensabamos.

Nos ayudó a entender que no nos hacíamos bien mutuamente.

Que yo no podía vivir con miedo a que me dejes, a que no me ames, a que me engañes.

Y que tú no puedes vivir sabiendo que apenas confío en ti, con miedo a hacerme sentir mal, con un dolor en el alma por los errores que ya no puedes corregir.

Ya no dábamos para más.

Y no importa lo muy vacío que nos sintamos sin el otro.

Porque siempre será mejor el vacío, antes que estar llenos de las mariposas que siempre se empeñaron en intoxicarnos.

Sólo falta el epílogo :(