CAPÍTULO 11

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CAPITULO 11

Barnaby

Con todo lo anterior se había olvidado completamente explicar donde se había metido Barnaby el día que encontraron a James sumergido en la piscina. Barnaby tiene bajones de tensión y azúcar y había decidido ir a tumbarse en su cama, que ahora era en otra habitación, pues en la habitual estaba Brooks tapada por sábanas.

Y así había estado todo el tiempo, hasta el día de hoy, que era el primero en el que volvería a sus labores habituales. Aunque realmente el día que encontraron a Barnaby en cama, que fue justo después de ir a mirar el agujero del suelo que James había causado, él les aseguró haber avisado de que se marchaba, aunque nadie le había oído. Realmente, nadie le dio importancia, sobre todo Archie, allí presente sabía que eso era muy habitual en Barnaby. Así  que, hasta el día de hoy, Bronwen le había subido terrones de azúcar y algo de vino caliente a parte de las comidas.

Todos los demás, menos Archie que volvía a apartarse del grupo, se empezaban a aburrir.

Pero remontándonos al presente, Barnaby había limpiado todas las habitaciones y desayunado en equipo, y casi como siempre, había gastado dos botes de ambientador por planta, y es que el olor de los cadáveres empezaba a aumentar, menos mal, que el hotel estaba en una porción de tierra privada, si no, se hubieran alarmado todos los vecinos y turistas, seguro.

-Tenemos un problema, dice Bronwen con las manos en la boca. –¿Cuál será ahora? Dice Barnaby suspirando. –Nos quedamos sin comida, ya no hay nada...-¿Qué hacemos entonces? Hay que salir a la intemperie! Dice contenta Camyl, pues aunque tenían playa y aire fresco, estar en esa porción de tierra sin poder visitar nada es terrible. –No, no lo hemos hecho antes, tampoco ahora, pero se me ocurre que podemos pescar, así encima mataremos el tiempo, dice Elton. –No vamos a conseguir pescar nada, y lo sabes, chafa el momento Barnaby, como siempre tan temperamental y quejándose por todo. –Bueno pues entonces hay una solución, concluye Elton. -¿Cuál? Dice Bronwen. –Los helados de Barnaby. –Elton, estas obsesionado con mis helados ya te he dicho que no, además ¿Piensas alimentarte de helados? Pregunta Barnaby. –Algo es algo, pero explícate, ¿Qué pasa con esos helados tan importante? –Verás, hace que no veo a mi hija siglos por lo menos, eran los helados de yogur y sirope de sabores que su papi, ósea yo, siempre le compraba, pero un día por problemas que no voy a contar, no seáis tan cotillos, se marcho y no nos quiso volver a ver, se llevó todo lo que la interesaba pero todos los pequeños detalles, que para mí son los más bonitos, los tiro y los menosprecio, y estos helados me recuerdan siempre a ella, en esta miseria de trabajo, que quiero abandonar, tengo su energía cerca, en forma de helado, explica Barnaby, y aunque se supone que esto debía ser sentimental, no lo fue para nada, al principio parecía que si pero después parecía que aguantaba la risa, pero la verdad es que había sido graciosa la última parte. -¿Tenías hija? Pregunta Archie. –Si.....Por algo lo he dicho, supongo...-Sabéis qué...Interviene Camyl, no vamos a tener que comer helados ni tanto pescado, solo llamemos a la policía y ya. -¿A qué te refieres, Camyl? -No digas tonterías para no parecer sangre, de nuevo dicho por Barnaby, le encantaba acusar y echar las culpas y jorobar momentos. –No lo digo por eso, lo digo porque todos sabemos que James ha matado a los demás, si llamamos podremos irnos sin temor ninguno, disfrutar de la buena comida y ya se ocuparan los policías de lo demás. –Ni hablar, hemos aguantado hasta aquí y quiero resolverlo, además un policía siempre tiene que hacer su trabajo si ocurre algo a su alrededor y ese soy yo, dice Elton. –Además sigo pensando que James no ha hecho nada, como dije él solo ejecuta, no hace pistas ni similar....-Lo que digáis.

Así que no quedo otra que continuar con la idea de los demás y comer animales marinos durante días.

-Ya estoy harta, los animales marinos son un manjar pero de verdad que no aguanto siempre con lo mismo, ni si quiera sabemos como sazonarlos bien y siempre saben igual, creo que no aguanto más, estoy por subirme por las paredes, dice Camyl. –Hagamos una cosa, vayamos a comer fuera, por la noche, cuando nadie se entere, nos vamos escondiendo. –Vale...Y luego volvemos. –O no, Camyl, no van a salir a buscarnos y yo tengo claro que no voy a chivarme, si me voy es para siempre y para olvidarme del tema. –Bueno lo iremos viendo, no quiero fallarles es una promesa. –De verdad, rompe las reglas un rato Camyl, es divertido hazme caso, dice Bronwen riéndose como una desquiciada. Pues esa noche no comieron su pescado, no querían y además querían hueco para después. Elton estaba harto de tanto pescado pero parecía un papá bueno que intenta dar ejemplo a su hija de cómo comer el pescado o hacer cualquier cosa aunque a él tampoco le guste. Para Barnaby era indiferente, y se fue muy pronto. Archie recogió su pescado y se fue.

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