CAPÍTULO 3

7 0 0
                                    

CAPITULO 3

Los alambres

-Bruce, el cuchillo no tiene huellas y el palo tampoco. –Elton, se me acaba de ocurrir una cosa, los alambres, nadie ha mirado los alambres. –Vamos!

Al llegar a la zona donde el delantal de Ms Alice estaba enganchado, se dieron cuenta de que los alambres ya no existían, alguien los había quitado, Bruce levanta la cabeza y se da cuenta de que los alambres se han quitado en ese momento porque han dejado un rastro en la arena, como si el asesino los hubiese arrastrado, pero lo cierto es que esa persona debía de haber entrado al hotel hacía ya unos minutos, o quizá se hubiese desviado de la ruta....Un momento... -¿Mr Elton, esta ahí? -Sí, estoy aquí, aparece Elton por detrás, estaba ojeando los rosales, pues solo se usó un rama, debemos quitar todo este rosal de aquí si no no puedo mirar bien,pincha.

-Archie, vamos a desmontar su rosal, dice Bruce que había ido a preguntar a Archie mientras Elton seguía observando el rosal. –No se le ocurra, ese rosal está ahí, cierto que se ha usado para el asesinato pero mi rosal no se mueve de ahí, tú valoras lo costoso que ha sido tener un rosal tan grande.-Pero Archie....-Me da igual, culparme si queréis, pero el rosal se queda ahí, si sacáis pruebas sin quitarlo, me parece bien, pero no lo arranquéis del suelo.

-No lo entiendo, porqué no podemos quitar el rosal, es consciente de que él parece el asesino de esta manera, Dice Elton. –Lo sé, dice que le podemos culpar si queremos pero que este rosal no se quita.-muy bien pues podemos retirarnos, entonces, sonríe Elton.

Mientras tanto en el interior del hotel todos los ocupantes menos Archie y Barnaby,que a los segundos bajaba del ascensor como alguien más, se localizaban en la recepción algo decepcionados y asustados a la vez, decepcionados porque no había servido de nada la espera a los policías, pues seguían con las manos vacías. Y asustados porque había un asesino entre ellos y no podían saber quien era.

-Saben qué, yo no aguanto más soy mayorcita y me quiero ir de aquí, nadie me lo va a prohibir. Dice Alice convencida de que sus palabras se harán ciertas.- No, de eso nada señora Alice, le dije a Archie que me ocuparía atentamente de que nadie saliese de aquí, comenta Elton.-Pues entonces ya puedo pensar que es usted el que no quiere que salgamos de aquí, y eso es por algo, que pasa ¿Tengo que esperar de brazos cruzados a que me arranquen el corazón de cuajo? Porque no es el caso, no quiero eso, le doy permiso a quedarse usted si lo desea, y si quiere que yo no diga nada, déjeme marchar y cerraré la boca, pero déjame ir, dice Alice haciendo fuerza para llorar y mirándose los pies.-Lo siento Alice, nos protegeremos entre todos y saldremos ilesos, pediremos ayuda, quizá más adelante, pero mi investigación está abierta, y no puede irse por si usted fuese la persona...ASESINA.-De verdad cree eso, una pobre mujer como yo, asustada, más que los demás incluso, aquí, y cree que lo soy, increíble. 

El HotelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora