ʟᴀᴅʏ ᴋɪʟʟᴇʀ ( ᴄɪᴇʟ × ᴛᴜ ) ᴇʟ ʙᴀɪʟᴇ ᴅᴇ ʟᴀꜱ ᴍᴀꜱᴄᴀʀᴀꜱ //En Edición//

•.¸♡ 𝕮𝖆𝖕 𝟐𝟕 ˢᵉⁿ̃ᵒʳⁱᵗᵃ ᵖʰᵃⁿᵗᵒᵐʰⁱᵛᵉ♡¸.•

La tensión era obvia en el ambiente, más que enojados los presentes se sentían nerviosos ante las frías miradas de los dos principales nobles.

Después de la declaración del chico azul, llegaron inevitablemente a su destino, la mirada de los dos se había vuelto fría incomparablemente.

Los dos bajaron del carruaje cuando su destino fue visto, siendo recibidos por la chica de rubia cabellera para después llevarlos a la mesa para degustar de los platillos, solo eso, ninguno hablaba si no fuera necesario, se mantenían callados el uno al otro y inconscientemente se veían distanciados.

Porque? Todo se había ido al caño? Era miedo lo que sentían? Era odio acaso? Ninguna de las dos solo se sentían nerviosos, el conde se sentía nervioso por la antigua declaración hacia su actual novia, mientras la protagonista se sentía nerviosa sin saber que responder.

________ Hamilton nerviosa por el conde Ciel Phantomhive y el mayordomo riendo ante las "tontas" acciones que habían los jóvenes amos.

- y dime Ciel, como se conocieron? -

Pregunto la marquesa para romper cada trozo de tensión que había en el ambiente, aunque solo ocasionó que la protagonista se tensaba más de lo que ya estaba, aún con la mirada en su tenedor que tenía un tomate pequeño de su ensalada, haciendo que su cabello le cubriera los ojos, como respondería su querido ante eso?

- un baile tía francés -

Respondió como si nada el conde de azul de forma fría, aunque por dentro estaba muriendo tanto de nervios como de incomodidad, quería salir de ahí con su querida duquesa para escapar juntos, inevitablemente su imaginación le jugó una mala pasada dándole un escenario donde los dos nobles compartían su vida.

- un baile? Eso es bueno y como le propusiste matrimonio ? -

Las palabras de la marquesa francés eran como estacas en la postura del conde, no se sabía cuándo se derrumbaría.

- pues... -

- fue un día soleado cuando regresavamos a la mansión Hamilton, el me había invitado una cita y al final me sorprendió con eso -

Pronto intervinieron las palabras de la chica para callar al noble de ojos azulados, es cierto lo había inventado aunque la sorpresa era real, Francés miro un momento a la chica analizando sus palabras y a ella, no se veía que mintiera ni un solo rastro de emoción realmente así que le creyó pensando que no había mentido, pero que de puede esperar de _______ Hamilton.

La cena después de eso paso tranquila y llena de pequeñas conversación haciendo que las emociones malas entre los dos condes pararan pues simplemente se olvidaron de eso y el echo de como se pidió la mano de la chica haciendo que se comportarán de una forma tan linda y relajada viendose como una verdadera pareja que estaba destinada a pasar sus días juntos.

aunque los días grises aparecieran los rosas serían más y con ellos hermosos recuerdos se formaría en las memorias de los dos olvidando así los horribles pasados que los atormentaban para hacer un hermoso futuro dónde los dos estaban.

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El día había sido agotador en más de un sentido, la chica que estaba al lado del conde empezaba a sentir sus párpados cerrarse con pesades, solo agradeció que ya estaban en el carruaje directo a la mansión Phantomhive para descansar pues el cielo estaba pintado de colores rojizos y anaranjados dando su último espectáculo del dia.

Los dos nobles al acabar la cena y algunas cosas pendientes con los tíos de Ciel habían decidido irse de la mansión de los marqueses pues la chica se veía cansada y lo último que quería el conde es que se durmiera en una charla con sus familiares, no por mala impresión ni nada por el estilo si no la incomodidad que talvez sentiría luego.

El carruaje daba pequeños saltitos por las pequeñas tocas que pasaban por debajo de las ruedas adormeciendo cada vez más a la joven protagonista demoníaca.

- si estás cansada duerme -

Dijo en un tono suave la dulce voz de un conde que observaba por la ventana el atardecer, a su lado acostada en su hombro siendo abrazada por aquel personaje una protagonista realmente calmada con una expresión serena en su rostro una protagonista vestida de morado.

La chica al igual que el conde también veía el atardecer por la ventana del carruaje sin embargo su adormilada mirada fue hacia su mano donde aún estaba aquella joya que le había dado su amado horas antes.

- si -

Fue lo que salió de la boca de la protagonista cuando pasaron minutos en silencio, un silencio acogedor y cómodo.

- si que? -

Pregunto el chico con duda al saber a lo que se refería la chica que estaba en su hombro.

- si llevaré tu apellido, Phantomhive -

Respondió con su último aliento de conciencia pues segundos después ya se allaba profundamente dormida y con un conde que la miraba incrédulo.

- "ella me dijo que si " -

Fueron los últimos pensamientos del chico antes de quedar profundamente dormido de igual modo, abrazando de manera protectora a su querida demonio, como si se la fueran a robar y dejarle con una herida más en su corazón, pero ellos sabían muy bien que un ángel de la muerte puede cuidarse solo.

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Un nuevo día había llegado para los dos de sangre noble y con ello nuevas decisiones que tomar, la chica se encargaban de manejar algunos archivos de la investigación mientras el chico unos asuntos de su compañía que públicamente ya era suya, los mercados de los dos nobles eran fábricas de diferentes cosas ya que Ciel tenía compañías de dulces y juguetes infantiles ______ tenía compañías de joyería y armas para caza o personalizadas para personas con gran prestigio, pero los dos siempre estaban al tanto de lo que pasaba.

El chico se paró de su escritorio dando por terminada su tarea de los informes de su compañía, todo marchaba a la perfección y la protagonista veía una y otra vez los archivos de la investigación reciente aún encontrando un cabo suelto, Estevan Sunshine .

Pronto los brazos del conde envolvieron la cintura de su amada y recargando la mandíbula en el hueco del cuello y el hombro se dispuso a hablar.

- ya encontraste algo? -

- no realmente relevante solo, la desaparición de la familia Sunshine -

- estás metiéndote mucho en eso no cres? -

- si, lo se, pero... No me imagino lo que está pasando ese niño, cuántos años tiene? 11? 12? -

- 12 ... -

Los dos se quedaron un segundo en silencio recordando su vida en aquellos años, los dos habían sufrido mucho y oir que eso le estuviera pasando a alguien que podían salvar era un sentimiento inexplicable.

- ahí que salvarlo -

Fue lo último que dijo el chico, como si fuera un permiso para que una adrenalina inexplicable se encendiera en el cuerpo de los dos nobles.