Uno

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—Ni se te ocurra levantarle jamás la voz a tu alfa, no debes llorar, darás de que hablar y todos creerán que tu esposo no es un buen alfa, a los alfas no les gusta que los omegas sean caprichosos, así que cualquier cosa que tu marido te de, solo asiente y agradece, se ve de muy mal gusto que un omega chille por cualquier joya o regalo, tienes que aceptar a los concubinos o concubinas que tú esposo elija, aunque no está permitido que las lleve a la casa en donde ambos viven, tienes que darle los cachorros que él quiera sin oponerte.

—Tranquila YongSu, ya le hablamos sobre todo eso, ¿no es así YoonGi?

—Si madre

—Oh, solo quería recordárselo, es importante que no lo olvide, en unos días será un Jeon y tiene que estar preparado.

—Su, desde hace 20 años me han hablado de eso. –Mi madre me miro con una ceja arqueada –Perdón, YongSu.

—Recuerda siempre hablar con respeto YoonGi, aunque YongSu sea tu amiga no quiere decir que te tomaras esos atrevimientos.

—Claro mamá.

—Bien, ya están aquí las chicas para tomarle las últimas medidas a tu traje, también creí que sería bueno que llevaras accesorios en tonos azules, escuche que al joven Jeon le gusta el azul.

—De acuerdo mamá.

Pronto varias omegas y betas se abrieron paso en la habitación para hacer su trabajo, todo bajo la supervisión de mi madre.

Pareciera raro que mi madre escoja cosas por mi o tome decisiones en mi lugar, pero era completamente normal en mi entorno.
Desde pequeños los omegas somos educados para ser excelentes esposos, madres, cocineros, para ser obedientes y sumisos, y la mayor defensa que se nos mostró, fue no dejarnos llevar por la ira o tristeza, pues cualquiera lo vería como una manera de mostrar nuestra vulnerabilidad (más de la que ya se nos es conocida), así que una máscara de indiferencia era la respuesta.
Desde que nací supe que sería llevado al altar por un alfa de posición elegido por mi familia, al principio estaba reacio a la idea, pero cuando conocí a Jeon JungKook, mi indisposición cambió.

Conocí a JungKook a los 13 años, el recién tenía 10 años, lo cual desde un principio fue algo extraño pues creí que mi futuro esposo sería mayor que yo.
JungKook era un niño muy reservado y poco hablador, convivimos muy poco, pero fue suficiente para que alejara a los niños molestos que tiraban de mis cabellos y para regalarme una sonrisa de conejito y enamorarme.
Obviamente el niño que conocí cambio y se convirtió en ese hombre de apariencia hostil y carácter fuerte, a pesar de eso Jungkook nunca fue malo o grosero conmigo, mantenía su distancia, era respetuoso y era sincero, con eso yo estaba feliz, aun sabiendo desde un principio que Kook no me miraba de manera romántica, si no más como una responsabilidad, yo estaba dispuesto a quitarle el peso de sus hombros y estar ahí para calentar su cama.
Esa era mi vida soñada.

Me pregunto, ¿qué tan mal tuve que estar para aceptar eso?

[...]

Omegas, alfas y betas que no conocía estaban en el recinto en donde la boda se daría lugar, solo podía reconocer a unos cuantos y en realidad eran bastante pocos.
Estaba nervioso, me había tomado al rededor de cuatro horas estar listo para mi boda, el traje escogido se ajustaba a mi cuerpo en la parte de la cintura y hombros, era de color hueso y llevaba unos pequeños pendientes azules para hacer juego con la flor azul en el bolsillo de mi saco, todo según esto, basado en los gustos de mi futuro esposo.
Lo primero qué pasó por mi mente en cuanto me vi, fue :"espero que a JungKook le guste"
Para cuando baje del coche ya todas las personas se habían acomodado en sus respectivos lugares para liberar mi camino hacia el altar.
Kook estaba ahí en un traje negro que se ajustaba perfectamente a su musculatura y que lo hacía ver exquisito si es que esa palabra podría describir a un hombre como el.
La boda pasó en un borrón, ahí frente a un montón de desconocidos hablamos acerca del amor (que no existía en el caso de Kook) y la fidelidad, también ahí fue cuando di mi primer beso.

[...]

—¿De verdad no te da ni un poco de curiosidad? ¿Qué haces en tus celos entonces?

Me encogí de hombros.

—Desde siempre los he calmado con supresores

—Y cual es el punto de estar con un alfa entonces

—YongSu no voy a seguir con esto, creo que tu marido se molestará si se entera que no has hecho la cena.

Ella abrió los ojos exageradamente.

—¿Que hora es?

—Las 6:30

—Dios, ese hombre me matará si no me ve en la cocina.

Con prisa recogió su bolsa para después besarme ambas mejillas en forma de despedida.

—Espero que enserio consideres hablar con JungKook si es que el no va a cumplir con tus necesidades de omega.

Una vez que se fue, me quede ahí completamente solo en medio del inmenso jardín (cosa común desde que me case), era cierto que quería la marca de Kook, o que aliviara mis celos, pero no quería forzarlo, me daba cuenta de que cuando quería reconfortarlo o abrazarlo se ponía rígido y me alejaba con discreción, a pesar de eso nuestro matrimonio iba bien, ahora él era el dueño de la empresa de mi padre y la de su padre. Vivíamos juntos aunque en habitaciones separadas, conmigo era con quien se quitaba esa máscara de hombre frío y prepotente, me contaba de sus miedos y problemas, eso era a lo más que habíamos llegado en cuestión personal. Me convertí su confidente, cada que llegaba exhausto del trabajo, se acostaba en mis piernas y me permitía pasar mis dedos por su cabello mientras se desahogaba, ese era nuestro matrimonio, pero de nueva cuenta yo estaba satisfecho con ello, seguro de que en algún momento me miraría con otros ojos.

Iluso.


Sigo en proceso de escribir esto, así que dependiendo del apoyo que tenga la historia será en cómo actualice (?
Soy casi nueva escribiendo, así que si ven algún error gramatical o de redacción, no duden en corregirme.
Si alguien tiene un bonito separador sé los agradecería mucho

Lof.

I Wanna Be Yours [KookGi/TaeGi/JinSu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora