I Wanna Be Yours [KookGi/TaeGi/JinSu]

Seis

—Deberías venir cariño, al final es mi fiesta y te quiero a ti ahí.

—No creo que sea una buena idea.

—Vamos, JiEun también estará. Hazlo por mi, ¿de acuerdo?

—Está bien, te veré ahí SuHyung

—Nos vemos cariño.

Deje el teléfono en su lugar, y me dirigí al enorme closet de mi habitación, pensando en que ponerme para él siguiente día.

[...]

—¿Ya vieron lo hermoso que se ve?

—No puedo creer que tenga el descaro de venir cuando su alfa ya trajo compañía

—Jamás había visto a un omega tan divino

—¿Es de la realeza?

—Oh pobre chico, ¿Cómo se sentirá al ser comparado con su mejorado reemplazo?

—No hagas caso Yoon –me susurro Eun que se encontraba a un lado mío, tomando mi mano con fuerza en señal de apoyo.

Desde que había pisado la casa de mis suegros, no se hicieron esperar los malos comentarios de todos ahí, sabia que el papá omega de JungKook me había invitado para verme y platicar como antes, sin ninguna mala intención.
Pero la principal razon por la que no quería asistir era precisamente por eso, por los entrometidos. Peor sabiendo que Kook traería a su omega y que este seria el centro de atención.

No podia culparlos, JiMin era hermoso y con clase, llamaba la atención a donde quiera que fuera, además de todo era dulce y simpático.

Tenían razón.

¿Cómo yo podía competir con eso?

[...]

—Desde que volviste te ves más serio de lo usual

—¿Tu crees que necesito ser más demostrativo?

Se encogió de hombros y continuó tomando su chocolate, mientras miraba detrás del enorme vitral de la cafetería donde nos encontrábamos.

—No creo que eso importe, lo que yo crea no te debe importar Yoon –rectifico –además, me gustas como eres.

Estaba seguro de mi cara estaba roja, así que lo mejor que pude hacer fue levantarme con prisa.

—Creo que ya debería irme.

—Deja que te acompañe.

—No te preocupes, mi chofer está solo a unas cuadras.

TaeHyung negó y me tomo de la mano.

—Insisto.

Parecíamos una pareja en una cita, y eso me emocionaba demasiado, tanto que no quería hacerme ilusiones.
Tae no se merecía estar con alguien tan inseguro y común.

—Sea lo que sea que estés pensando, será mejor que lo dejes de lado.

Me jalo a una calle poco concurrida, deteniéndonos a un lado de un establecimiento cerrado.

—Eres demasiado precioso para arruinar tu cara con ese gesto.

—No estoy haciendo ningún gesto.

—Claro que si, justo ahora, arrugas tu nariz y frunces tus cejas.

Tomo mi cara entre sus manos para primero, acariciarme con una delicadeza inesperada mi entrecejo,  mejillas y labios, y después besar mi frente, ojos y por último mi nariz.