Ocho

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—¿Cómo que no lo encuentras? –Estaba a punto de romper el teléfono de tan fuerte que lo agarraba –Joder Woo te lo juro que si para en cuanto llegue no sabes de YoonGi te arrepentirás.

—Pero usted me corrió en cuanto termino de hablar con Yoon, yo ya no trabajo para usted y no es mi responsabilidad que él se quisiera alejar de usted.

—No te vuelvas a referir así a mi omega –Su voz parecía más un gruñido –Desaparece porque cuando te vea no dudaré en arrancarte la garganta.

JiMin tomó del brazo al alfa para tratar de calmarlo un poco, pero Jeon no parecía querer hacerlo, lo único que pasaba por su mente era su esposo desaparecido.

Estaba preocupado, sabía que el celó de su omega estaba demasiado cerca y si algo le pasaba no se lo perdonaría, no solo por el hecho de que sus suegros le quitarían la fortuna, si no porque también de alguna forma le había tomado cariño al omega pálido.
Si era sincero consigo mismo, extrañaba verlo en la sala esperando por el, mirándolo con ojos brillantes y mejillas rosadas.

[...]

—Tae –El alfa miraba con adoro cada que él omega entre suspiros decía su nombre.

Mientras el pálido apretaba con fuerza las sábanas debajo suyo y enrollaba los dedos de sus pies, el alfa se dedicaba a besar con parsimonia el cuello de su pareja.

Recorría con mucha delicadeza desde su rostro hasta sus muslos, prestando especial atención a ellos, pues cada que los amasaba, él omega apretaba con fuerza sus manos y levantaba sus caderas.

Continuó repartiendo besos a todo el rostro del pálido, para cuando levantó la vista no pudo evitar ser tentado por los labios rojos del chico debajo suyo, explorando su boca con exasperación, chupando, mordiendo y succionando sus labios a su antojo, hasta dejarlos hinchados.

Bajo a su cuello, nuevamente continuando con su tortura, mordiendo y besando la piel sensible.
Con besos cortos continuó su recorrido, entreteniéndose en los botones café claro que resaltaban gracias a la piel blanca y porcelana del omega, los lamió y después mordió, lo escuchaba jadear y gemir cada que los tomaba entre sus dientes, por lo que se detuvo en ellos hasta verlos rojos, erectos y cubiertos de saliva.

El pálido apretaba con fuerza las frazadas debajo suyo, su olor era cada vez más dulce y el lubricante ya empezaba a empapar las sábanas, tenía la espalda arqueada, sus pezones duros sobresalían y la sombra de la luna hacia un contraste increíble con sus curvas masculinas, casi haciendo babear al hombre encima de él, pues por la mente del alfa no cabía idea de cómo alguien podía ser tan perfecto y etéreo hasta en esas situaciones.

No contento con el desastre que había hecho con él bajito, continuo con delicados besos por todo su cuerpo, bajo por sus piernas y mordió sus muslos con fiereza hasta dejar marcas rojas.

Estaba a punto de hacer ebullición de solo mirarlo, pero quería que su omega estuviera tan satisfecho de el, que ni siquiera recordara su nombre.

Las ropas había sido dejadas atrás hace un rato, así que sin más preámbulos lo tomo entre sus grandes manos, recorriendo cada vena y adorando la cara del pálido cada que lo tocaba, dejo más besos esparcidos en su vientre, para después besar su erección mientras su mano subía y bajaba por ella apretando, enseguida escucho el gemido ahogado que salió del omega, y sonrió con suficiencia.

—Quiero que me mires mientras te tomo omega.

YoonGi tembló de pies a cabeza, pero obedeció de inmediato, con ojos llorosos y rostro rojo, expectante a lo que iba a hacer su alfa.

TaeHyung metió por completo el miembro en su boca, succionando y apretando los labios alrededor de él, aún con la mirada en la de su omega, comenzó un vaivén tratando de tomarlo todo, sintiendo como la punta golpeaba su garganta y como la saliva escurría por las comisuras de su boca.

YoonGi seguía con su vista pegada al alfa, mordiéndose los labios para no gemir más de lo que ya lo hacía y alzando sus caderas en desespero.

—Alfa, por favor.

Obediente, el castaño tanteo la entrada de su omega, abriéndose pasó con un dedo en su anillo de músculos, el pelinegro de tensó al instante, por ello con mayor velocidad subía y baja por la erección de su chico, apretando y raspando delicadamente con sus dientes.

Era tanto el disfrute de que le daba la boca del castaño que no había sentido dolor cuando otro dedo ya se hallaba penetrandolo, entrando y saliendo con un sonido obsceno de chapoteo.

—¡Alfa! –tomó con fuerza el cabello castaño y a su propio ritmo se abría paso en la boca y garganta de él, mientras ahora tres dedos lo penetraban con rapidez.

Con un grito, toda la esencia de YoonGi terminó en la boca del alfa, lamió y saboreó lo que se escurría por sus dedos y su aún erecto pene.

—Alfa –gimoteó de nuevo tomando el rostro de su amante entre sus manos, para iniciar nuevamente con un beso desesperado, con mordidas y mucha saliva de por medio.

—¿Estás listo bebé? –la cabeza de su erección se frotaba en su entrada, el omega se removía desesperado y apretaba las manos ajenas con fervor.

—Por favor, por favor.

Acallo sus súplicas cuando comenzó a abrirse paso en el, el ceño de YoonGi  se frunció y lágrimas resbalaron de sus ojos.

—¿Estás bien cariño? –ya estaba hasta el fondo y desesperado por moverse, pero quería asegurarse que su omega estaba acostumbrándose a la intromisión.

—Muévete Tae.

Los empujes empezaron lentos, pero cada que la cadera del omega se movía en dirección a la pelvis contraria, el autocontrol del alfa se fue, los embistes se volvieron más salvajes y rápidos, sentía el interior del chico abrirse y dilatarse, listo para su nudo.

Cada vez lubricaba más y asfixiaba con goce la erección que se enterraba en el una y otra vez. El choque de pieles, gemidos y feromonas era lo que abundaba en la habitación del alfa.

Tomo a YoonGi entre sus brazos y lo acerco mas a si, sintiendo sus pechos juntos, y apresando la erección del omega entre ellos, siendo participante de la fricción entre sus cuerpos, sacando más gemidos en él omega.
Acelerando sus movimientos, y haciendo palanca desde los hombros ajenos para ir más profundo, escucho a Yoon gemir tan alto que creyó se desgarraría la garganta, lo sintió enterrar sus cortas uñas en su espalda, para después dejar su esencia desperdigada en medio de ambos.

Lo miro con anhelo y beso profundo para después sentir como eyaculaba en la estrechez de su omega y el nudo comenzaba a formarse.

[...]

Jeon JungKook se caracterizaba por pensar en frío y por ser calculador, pero en esos instantes lo único que veía era rojo, su lobo estaba desesperado por salir y estaba a nada de perder el control de él mismo.

Por más que JiMin haya querido tranquilizarlo con besos o su olor, nada servía.
Su omega estaba desaparecido, llevaba ya 5 días sin pisar la mansión, y todos los alfas que había enviado a buscarlo siempre regresaban con negativas.

Jamás creyó sentirse tan fuera de sí mismo, pero YoonGi estaba perdido y en celo, no sabía que más hacer, probablemente era tiempo de llamar a sus suegros y a sus padres, pues la situación se le estaba saliendo de las manos, y si no encontraba pronto a su esposo, sabía que su lobo saldría por el, y eso no era nada bueno, después de todo, no sabe de lo que es capaz de hacer su lobo por su predestinado.

🍃🍃🍃

Mi primera (y probablemente única) vez haciendo Smut, perdón si quedo feo, de veras que es bien difícil escribirlo, ósea, como que no sé cómo expresarlo xd

Espero que les haya gustado, trato de no tardarme en escribir, pero a veces cuando leo lo que escribo, no me gusta y tengo que volver a hacer todo, ténganme paciencia (':

Si ven un error, díganme porfa.

Lof.

I Wanna Be Yours [KookGi/TaeGi/JinSu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora