Horacio tras salir del despacho de Papu, sentía cómo su corazón se rompía a mil pedazos por todo lo que hizo y sintiendo cómo Conway tenía alguna razón para seguir teniéndoles al lado que nunca llegaría a entender.
Cuando llegó a casa vio como Gustabo dormía como una marmota. Necesitaba hablar con alguien...
-Horacio: Gustabo... Levanta, tenemos que hablar.
-Gustabo: ¿Qué? Dios, Horacio... ¿Sabes el día que hemos tenido hoy? Descansemos un poco... - volvería a ponerse cómodo.
-Horacio: Escúchame, es importante. ¡Si no estaría más sobado que tú!
Al final se levantaría, le había quitado las ganas de dormir de todas formas...
-Gustabo: A ver, ¿qué te ocurre? - diría suspirando.
-Horacio: ¿No crees que Conway nos oculta algo?
-Gustabo: Pero qué dices... El yayo es un misterio, ¡claro que nos oculta cosas!
-Horacio: eso no comemierda. A estas alturas, ya nos habría matado por las gilipolleces que hemos hecho. Hemos hecho 2 atracos, apuñalado a varias personas, herido a uno de sus agentes... ¡hasta le hemos causado un infarto! - comenzaría a acelerarse - ¿No ves que algo no encaja, que nos esconde el por qué nos salva el pellejo cada vez que hacemos algo mal? ¡Si no, no tendría sentido!
-Gustabo: qué quieres decir con eso... - empezaría a cuestionarse si Conway sentiría una relación especial con los dos canelos – no... no puede ser...
Se quedaron un buen rato en silencio procesando la situación. En fin, no hay duda de que Conway les dio su primer abrazo en años, antes que a sus comisarios. ¿Qué le estaría pasando al frío, sádico y mastodonte Superintendente?
Entonces, los dos levantaron miradas a la vez y decidieron actuar. Sí, debían hablar directamente con él.
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PATERNIDAD
FanfictionHoracio y Gustabo sospechan de su relación con el Superintendente Conway. Necesitan saber la verdad... ¿Se sinceraría Conway? Historieta creada a raíz del nuevo descubrimiento del ínfame Jack Conway. ("Me recuerdan a mis dos hijos que perdí")