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- Oh, y ya que estás, limpia la mesa cerca de la chimenea, la quiero para mí.

El posadero se limitó a asentir con la cabeza, luego a gritar todo lo que había demandado el chico, y a continuación, paño en mano, se fue a limpiar la mesa pedida. Lobo se levantó y se sentó en la mesa decidida, frente al fuego.
Dejó perderse su mirada, observando como las llamas bailaban con energía frente a sus ojos.

Mientras esperaba la cena, acariciaba la vacía bolsa de terciopelo del noble, pensando que de nuevo estaba malgastando el dinero, gastando lo en copiosas cenas que nunca era capaz de terminar. Con desasosiego tiró la bolsita al fuego y se quedó mirando como ardía con lentitud.

Sin embargo, la noche no había terminado todavía. Mientras cenaba y pedía una jarra tras otra, algo llamó su atención. La palabra «botín», dicha de forma temblorosa y con nerviosismo, se escuchó por encima del reto de la conversación entre dos hombres encapuchados que no estaban muy lejos de él. Lobo pidió con tono ebrio otra jarra de vino, al tiempo que el posadero le decía que ya había bebido demasiado. Los encapuchados se relajaron al escuchar la embriagadez de el chico, que se puso a cantar muy desafinado canciones de su infancia o que escuchaba en sus aventuras.

Mientras seguía cantando y se dejaba caer sobre su asiento, prestaba atención a cada detalle de lo que los dos hombres comentaban sin temor alguno. Eran dos ladrones, inexpertos a su parecer, que habían escuchado algo sobre el traslado de una joven noble a la ciudad para la próxima semana. Aunque desconocía el motivo de la visita, sabían que iba a quedarse en el castillo del conde y que llegaría acompañada por gran parte de su fortuna y una pequeña corte de doncellas. Cuando comenzaron a comentar otros asuntos sin importancia para él, le pidió al posadero que lo acompañase a la habitación, alegando que apenas podía tenerse en pié.

Los ladrones ni siquiera advirtieron su marcha y siguieron charlando, ajenos al hecho de que el chico había apuntado mentalmente todos los datos del golpe que planeaban.

Ya tumbado en la cama solo podía pensar en la posibilidad de adelantarse a los dos novatos o incluso usarlos como cebo para entrar en el castillo y echar un vistazo. Pero no podía colarse sin más: debía recopilar información, planos, rutas y, sobre todo, artefactos y talismanes que pudieran serle de utilidad.

- No puedo dejar pasar esta oportunidad - se dijo a si mismo mientras sus párpados se cerraban suavemente, pesados como persianas de plomo, después de una larga y dura noche.

- No puedo dejar pasar esta oportunidad - se dijo a si mismo mientras sus párpados se cerraban suavemente, pesados como persianas de plomo, después de una larga y dura noche

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494 palabras!!

Se que es más cortito pero es que es el final del primer capitulo! Mañana tendréis el segundo :D

Y si cada vez que termine un cap habrá un dibujo de lo que habré contado en esa parte. ( Este dibujo es de cuando observa a los dos hombres encapuchados uwu)

-Boo💜

Lobo Nocturno y El Huevo De Dragón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora