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Pasaron el resto del día jugando, haciéndose bromas y cantando (bueno, al principio solo era Liam por la timidez de Zayn, pero al final se unió) mientras escuchaban música.

Al cabo de las ocho, cuando la casa se encontraba iluminada artificialmente, se acordaron de que no se habían bañado en todo el día. Primero fue el turno de Liam y luego el de Zayn.

Zayn llegó al cuarto de Liam, no había llevado mucha ropa porque usaría la de Liam, así que fue directo al clóset y tomó una camisa que le quedaba un poco grande; así me deben de quedar todas, pensó. El silencio lo sacó de sus pensamientos, giró en 180° y se encontró con la habitación vacía, ni siquiera se había dado cuenta de que Liam no estaba.

— ¿Liam?

El silencio fue su única respuesta. Salió de la habitación directo a la suya pero también se encontraba vacía, así que se dirigió a la que quedaba; la de los padres de Liam.

La habitación era la más grande, contaba con su propio baño y en el centro había una cama en donde Liam y Zayn cabrían de sobra. Zayn se acercó a esta lentamente cuando Liam le dijo que se acercara. Liam (que se encontraba acostado en la cama) solo llevaba un buzo gris, así que Zayn pudo notar que tenía el abdomen muy bien trabajado.

— Mis padres llegarán hasta el sábado, podemos dormir aquí, si quieres — dijo Liam, dudando a lo que respondería Zayn.

— No debemos de estar aquí, Li.

— Tranquilo, no se darán cuenta, solo... confía en mí.

El guiño por parte de Liam y en las condiciones que se encontraban eran necesarios para no rehusarse.

— ¿Así duermes todos los días? o... ¿Te quedaste así para mí?

En menos de 1 segundo su cara estaba como un tomate y fue peor cuando miró hacia abajo, buscando los pantalones que no llevaba, solo llevaba puestos unos bóxers. Fue ahí en dónde deseó que la tierra se partiera en dos y se lo tragara por siempre, pero al subir la mirada se encontró con un Liam que se mordía el labio inferior en lugar de estarse burlando. Las inseguridades de Zayn le eran un gran problema, pero Liam hacía que desaparecieran.

Zayn caminó hacia la puerta mientras trabajaba en su confianza. No hay problema, Liam es bueno, Liam me ama, se recordó. Cerró la puerta y se volvió hacia el otro que enseguida cambió su expresión de confusión y decepción por una gran sonrisa.

— Acércate, ven aquí, conmigo — le dijo Liam al notar que Zayn no sabía que hacer.

— Así que... ¿Esto es lo que quieres hacer? — dijo Zayn, luego de caminar y adentrarse en la cama.

— Sólo si tu quieres —dijo Liam, en un susurro que solo Zayn escucharía.

Zayn no esperó más y comenzó a besarlo, primero lento, con un poco de delicadeza, hasta que Liam tomó el control y se volvieron besos con desesperación. Cada vez más sus respiraciones se aceleraban, llegaron al punto en que ya hacía falta el aire así que Zayn se apartó, y ya que tenía sus piernas una a cada lado de Liam, le fue fácil sentarse, sentarse en la notable erección de su novio.

Solo se escuchaban sus fuertes respiraciones en toda la habitación. Liam retiró la camisa que llevaba Zayn, dejándolo ahora en ropa interior.

— Eres hermoso, Zanie, eres el hombre más guapo que he visto en mi vida — dijo Liam, tratando de respirar y recorriendo el cuerpo del otro con su mirada, con deseo.

Rápidamente Zayn se abalanzó sobre Liam, no quería escucharlo hablar más, solo quería saborearlo, sentirlo dentro suyo. Con un rápido movimiento por parte de Liam, quedó sobre la cama, ahora con Liam cubriéndolo por completo mientras lo besaba fuertemente sin parar, hasta que se detuvo para besar su cuello, excitandolo cada vez más.

The Tears Keep FallingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora