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La puerta de su habitación se abrió y dejó ver a su madre.

— La cena está lista.

— Enseguida bajo — respondió el menor entre risas.

— Hey, ¿de qué te ríes?

— No es nada, solo hablo con Louis — dijo Zayn entre risas, otra vez, y al ver el rostro confundido de su madre añadió —, es mi mejor amigo.

A la mujer le sorprendió la noticia, su hijo no solía decir que tenía mejores amigos muy seguido. Y con una sonrisa en su rostro se alejó.

Cuando Zayn regresó a su habitación la pantalla de su celular se encendió; era otro mensaje de Louis. Llevaban 2 meses de conocerse y se la pasaban hablando todo el día, todos los días. Era increíble lo bien que funcionaba esa amistad.

Se acercaba la media noche cuando Zayn se dispuso a descansar porque lo esperaba una larga semana en el colegio. Envío su último mensaje a su mejor amigo y esperó su despedida, como de costumbre. Dejó el dispositivo sobre la mesita de noche y apagó la luz de la lámpara que también se encontraba sobre esta.

Un suspiro largo fue interrumpido por el sonido que provocaba el celular al vibrar, luego ocurrió otra vez, y otra vez hasta que Zayn lo tomó ya irritado. ¿Liam?, pensó sorprendido.

¡Hey!

¡Zayn!

¿Estás ahí?

¿Qué quieres?

Zayn, yo...

Liam se estaba tardando en terminar la frase y se estaba comenzando a desesperar.

¿Si?...

Yo te

Yo te qu

Vamos Li termina la frase. La inquietud por saber que quería decir Liam se agrandaba. Las palabras "en línea" que aparecían arriba del chat desaparecieron. Indignado apagó el celular y lo devolvió a la mesita de noche. Y con los pensamientos centrados en qué quería decir Liam y por qué no había terminado la frase se fue quedando dormido.

El otro día llegó pero claro que no iría directo a preguntarle a Liam sobre el mensaje del día anterior, esperaría a que él diera su explicación, pero ya había pasado el almuerzo y no tenía respuestas.

Estaba decidido a preguntarle apenas terminara la clase en la que se encontraba (que ya era la última del día). La clase llegó a su fin, guardó sus cosas y enseguida miró al asiento en el que estaba sentado Liam, que ahora se encontraba vacío.

Rendido decidió dejar pasar el tema. Guardó sus libros en el casillero como lo hacía a diario y salió del recinto. Al parecer su madre no había llegado así que su paso se fue desacelerando hasta que fue detenido completamente: alguien lo había tomado por el brazo.

— Te estaba esperando Zanie.

— ¿Enserio? No te vi.

— No importa, solo te quería decir algo — problema resuelto, sus dudas serían aclaradas, Liam le diría que lo quiere, ¿que lo quiere? no, Liam nunca le diría eso y él tampoco. El amor es para débiles —. Zanie yo...

The Tears Keep FallingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora