Capítulo 5:

236 16 8
                                    

­Frente a mí estaba el famoso reformatorio St. Pierre, era un escalofriante lugar, gris, sin ningún rastro de algún árbol (al menos no se veía ninguno desde aquí afuera), tenía una gran muralla de ladrillos con una cerca eléctrica sobre él, este tenía un gran portón negro de metal. El gran portón comienza a abrirse y aparece una alta señora, muy delgada, pelirroja teñida, peinado de hombre, unos grandes lentes de botella, vestía con unos pantalones formales color gris, una chaqueta negra cerrada y unos zapatos con un taco de más de 10 centímetros. Con cada paso que daba se venía acercando se veía lo tan fea que era y sus miles de arrugas.

- Señor y Señora Hudson? – pregunta con un acento francés y una voz ronca. Qué suerte que mantuve mi apellido real en vez que cambiarlo al Thompson de Dave.

- Si señora – responde mi madre.

- Muy bien, los estaba esperando, yo soy la directora Bertha Delacure – estira la mano para saludar a cada uno, pero yo la deje con la mano hay estirada – Así que ella en la señorita Jennifer, o me equivoco?

- No, no se equivoca – respondo fríamente mirando hacia cualquier lado que no sea su arrugada cara.

- Ya veo la razón por la que la traen a este destacado reformatorio. Pero tenga seguro que está mal educada e irrespetuosa señorita que tengo aquí al frente de mí, desaparecerá por completo.

Me mira de pies a cabeza, negando con su naranja y arrugada cabeza.

- Bueno, entremos y no perdamos más tiempo - exclama la vejez en persona, y comienza a caminar hacia el tenebroso lugar.

Tomo una de mis maletas y Dave lleva la otra, comienzo a caminar lentamente hacia dentro detrás de mi madre y Dave, apenas entro el portón se comienza a cerrar rechinando.  Por dentro era más escalofriante, no tenía ningún árbol, y aunque el sol brillaba y no había nube alguna, y el calor era casi insoportable, aquel cielo no era celeste como cualquiera, si no era gris como si estuviera nublado pero no era así. El pasto era de un color verde musgo, tenía 2 pequeños caminos de tierra, uno para la entrada de St. Pierre, y el otro para la entrada de un portón, aquel camino era más ancho que el anterior lo que significa que por ahí supongo que entran camiones con alimentos y cosas así. La estructura del reformatorio era, al menos por fuera, parecido a una cárcel, por la cantidad de rejas y barrotes que poseía cada una de las ventanas, y al mismo tiempo a un castillo abandonado, por lo antiguo y maltratado que se veía, y por la cantidad de musgo que crecía desde el piso subiendo por las grises paredes de él.

Entramos por una puerta de madera con ventanas, por dentro habían miles de cámaras en cada rincón de pasillo, y las murallas con unos cuadros de, supongo, directores antiguos.

- ¡Lucía! – chilla la directora haciendo saltar a una pequeña, delgada, y anciana que estaba limpiando el último cuadro colgado en ese largo pasillo.

- ¿S-si señora B-Bertha? – tartamudea nerviosa cuando se gira.

- ¿Salió el desagradable rayado de la fotografía? -  pregunta a Lucía.

- N-no señora, discúlpeme por mi ineficiencia – se disculpa agachando la cabeza.

- ¡Entonces trabaje mejor, que esa fotografía no se limpiará sola! – aplaude dos veces, como si fuera su sirvienta, y se va.

Lucía comienza a tallar con fuerza aquel cuadro. En esa fotografía enmarcada aparecía la imagen de la directora, y por fuera del vidrio estaban dibujados con un plumón especial para grafitis de color negro, seis penes alrededor de ella y apuntándola, su cara estaba rayada para hacerla ver más fea de lo que es, lo que sorprendentemente lograron, y yo creía que no podía ser más horrorosa de lo que ya es, y un globo saliendo de su boca con la frase “ME ENCANTA DEVORAR PENES, GRANDES Y GRUESOS PENES, ÑAM”, intenté no reírme colocando una mano en la boca, pero igual salió un pequeño ruido haciendo girar a Lucia, yo solo me hice la tonta mirando hacia otro lado y seguí caminando.

Cuando doblamos dejando atrás ese pasillo con cuadros, el cual parecía estar impecable, llegamos al verdadero reformatorio St. Pierre, no habían ventanas en el pasillo, cámaras por doquier, grafitis en casi todas las murallas y algunos cortes con navajas en las puertas, las puertas tenían ventanillas donde podía ver que estaban en clases.

- Este - dijo Bertha Delacure - es el edificio de clases. Por allá señalando una puerta de metal esta el casino, ustedes - refiriéndose a mi madre y a Dave - pagan una cuota mensual con el cual se le da desayuno, almuerzo y cena a su hija, no se venden ningún tipo de golosinas o nada por el estilo, pero sí los padres pueden mandarles cosas a sus hijos pero entregándolo en portería para que allá se revisen para que no venga ningún tipo de alcohol, droga o armas en dichos paquetes con cosas.

Ellos asintieron y seguimos caminando. Subimos al segundo piso (el edificio de clases tiene 3 pisos) y encontramos un pasillo largo que conectaba a otros departamento.

- Por este es la pasarela que conecta las clases con las habitaciones - dice la directora.

Lo cruzamos, esta pasarela tenía algunas pequeñas ventanas, pero cada una de ella estaba con unos barrotes donde con suerte cabría mi mano. Llegamos al edificio de habitaciones, habían tantas cámaras como el otro edificio, grafitis en las murallas y en las puertas, algunas puertas tenían algunos stikers pegados en ella, y cada puerta tenía el número de la respectiva habitación. Subimos por una escalera al tercer piso.

- Tu habitación será la número 304 - me dice - no debes perder la llave por nada porque es la única que hay.

Caminamos hasta llegar a una puerta donde tenía, con números de cobre, el número 304. Mete la llave en la cerradura y la gira, la puerta comienza a abrirse hacia adentro. Era una pequeña habitación, la puerta era de madera común y corriente, había un armario detrás de ella, una cama de plaza y media a su izquierda, un escritorio con una silla al frente, una cajonera justo al lado izquierdo de la salida, una repisa sobre la cabezade la cama, una ventana arriba del escritorio y una puerta junto al armario el que supongo que es el baño.

- Este va a hacer tu cuarto a partir de ahora, puedes decorarlo con posters, fotografías, cuadros o como tu quieras - explica Bertha - ahora les leeré algunas de las reglas que este establecimiento tiene - saca un papel doblado del bolsillo de su chaqueta y comienza a leer - las clases comienzan a las 8 horas, la estudiante debe estar en su respectiva sala a esa hora, si llega al menos un minuto tarde no se le permitirá entrar y perderá el beneficio del desayuno. El cual es a las 10 horas en el casino, el almuerzo es a las 2 de la tarde, a las 6 de la tarde terminan todas las clases y a las 8 es la cena, por si la estudiante siente hambre fuera de esas horas, en el patio trasero del establecimiento hay un pequeño local donde solo se venden frutas. No se permiten - continua - celulares ni ningún tipo de objeto tecnológico en el edificio de clases. No se permite ningún tipo de objeto punzante ni armas de fuego en el establecimiento. No se permite alcohol, cigarrillos ni drogan en el edificio de clases ni en las habitaciones. El toque de queda comienza a las 10 de la noche. Hay una revisión de habitaciones cada sábado a las 9 de la mañana. Las visitas de padres y apoderados son cada primer domingo del mes, como también dije que pueden entregar paquetes en portería donde lo revisarán y se le estregará a la alumna - hace una pausa - Estas son las principales reglas, si no se cumple alguna de estas reglas, excepto la de la hora de entrada a clases, se castigarán estando dos horas en la sala de castigo. Son - mira su reloj - exactamente las 9:50 de la mañana, despídete de tus padres, y a las 10 vas a tomar desayuno al casino. Tendrás el día libre para que puedas acomodar tus cosas. El baño esta allí - apuntando la puerta antes dicha - donde hay un inodoro, un lavamanos y una pequeña ducha, que no tiene agua caliente. Mañana comienzas las clases - saca otro papel de su bolsillo y me lo da.

Ella sale de la habitación, dejándome con mi madre y Dave. 

- Bueno, adiós mi niña - dice Dave y se acerca intentando besarme la frente. Pero yo lo detengo con una mano en su pecho.

- No me digas así, no te acerques y lárgate - dijo fríamente.

Mi madre dice un muy bajo adiós,  veo que sus ojos se llenan de lágrimas, y sale. Dave la sigue.

 ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

 Holas! 

Tuve mucho tiempo para escribir en estas vacaciones entonces escribí este largo capitulo.

Ahora intentaré escribir mucho más en esta novela y en mi otra novela Get Away.

Espero votos y comentarios :)

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 17, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Chica Mala (Logan Henderson y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora