⚠𝓐𝓽𝓮𝓷𝓬𝓲𝓸́𝓷 : esto es un Oihina⚠• Contenido: Smut, Soft•
Luego de una gran tormenta en las playas del Gran Brasil, Río de Janeiro, la noche caía con espesor, pero con una extraña temperatura, entre la humedad y la calor. No era un clima que le gustase en absoluto a Oikawa, se sentía asqueroso, su cuerpo sudado que se pegaba totalmente a su ropas era para el realmente desagradable.
No era en absoluto a como se sentía luego de entrenar, era para el mejor sudar por el ejercicio y no por el clima, era algo extraño pero perfectamente entendible para él.
La noche era bastante tranquila, y su departamento al estar cerca del océano se podía escuchar con claridad como este se movía al compás del viento que estaba totalmente sumiso.
Si bien a el no le gustaba el clima tal y como estaba, había alguien que no parecía afectarle en absoluto, su pequeño corderito, este último era tan fresco como una lechuga. Aunque el menor de los ex cuervos fuese como uno de esos cálidos rayos de luz, su cuerpo era totalmente acondicionado, algo difícil de entender para Oikawa, pero cosa que había dejado de pensar con atención desde hace mucho tiempo.
Harían casi cuatro años desde que viven juntos, y tres que lo hacen como pareja. Su pequeño corderito había decidido rechazar entrar a uno de los mejores equipos de la liga japonesa, los Black Jackals, para finalmente asentarse en los territorios de Brasil, junto a él que también lo quería así.
El peli marrón aún tenía vagos recuerdos, desde donde renunció a su equipo en Argentina para venir a probar otro tipo de suerte en Brasil, sabiendo perfectamente quién estaba ahí, hasta donde ambos se convirtieron en el dúo monstruoso de la selección brasileña. Desde ese último momento, decidieron vivir juntos, pero ninguno de los dos aún terminaban de entender como una simple amistad de años, se convirtió en una relación cariñosa.
Suspiro, estaba felíz tal y como las cosas estaban, aunque sabía que no toda tranquilidad como aquella siempre estaría, al día siguiente debían irse a un campamento de entrenamiento en Italia junto a su equipo. Y a Oikawa no le gustaba viajar en absoluto.
Así eran los entrenamientos intensivos de su director, la liga de vóley brasileña era de temer.
— gran rey —escucho el llamado de su pequeño caramelito, pasaban los años y aún su chico no dejaba de llamarle de esa manera de vez en cuándo, sonrió, para salir de la cocina y acercarse al joven chico de anaranjados cabellos.
— ¿Si? Sho-chan —preguntó, el otro estaba recostado en el amplio sofá de la sala, mientras miraba el juego de sus próximos contrincantes en la siguiente fecha.
— ¿Puedes abrazarme Tōru? Tengo algo de frío.. —dijo mientras alzaba sus brazos para recibir al otro.
— Chibi-chan —sonrió burlón — hace más de treinta grados de calor.
— Moh, no me hagas decirlo gran rey —le miro con ojos de cachorro, mientras sus mejillas se tornonaban de un color rojizo.
— No haré nada si no me lo dices bebé —se siguió riendo del otro, seguía amando la ternura que desprendía su pequeño, era tan inocente a la hora de pedirlo.
Oikawa miro el marcado puchero del otro, sintió su mano ser aprisionada mientras era jalado hacia el otro, quedando sentado entre las piernas del más bajo.
— Tōru, yo... quiero hacerlo —dijo aún más apenado que antes.
— Que pequeño más glotón, apenas y lo hicimos en la tarde cuando llovía a cántaros —decía mientras se acercaba al rostro del otro y se acomodaba mejor encima del más bajó.
— hmg... —jadeo cuando el más alto junto sus intimidades — lo dice quien me despertó por la mañana porque le dolía algo.
— Era una emergencia Sho-chan —lloriqueo el más alto, y afilando su mirada hacia el otro, comenzó un tortuoso vaivén en donde ambos suspiraban con el simple toque del otro.
La ropa comenzó a faltar, las voces del televisor encendido no eran de importancia para aquel par que se daba cariño el uno al otro.
— Eres tan hermoso Sho-chan —decía mientras entraba con delicadeza en la entrada recién preparada del más bajo.
— Mgh... Tōru, quiero que te muevas.. más rápido, quiero sentirte —jadeo el pelinaranja.
El más alto comenzo a moverse cuando penso que era el momento, el ruido acuoso, los gruñidos y los gemidos llenaban el departamento.
El ruido del océano era pacifico, pero para Oikawa, el sonido que más le llenaba de dicha era la voz de su corderito.
Y les traje un muy leve smut Oihina, jajaj lo se, soy un asco en estas cosas.
—c va a suicidar—
Este pequeño corto se lo dedicó a Urami_wa10 ❤
Espero que te haya gustado♡
Sin nada más que decir el próximo será un One-shot AkaHina.
Nos leemos luego❤
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𝕆𝕟𝕖-𝕊𝕙𝕠𝕥𝕤 | Haikyuu | 𝑯𝒊𝒏𝒂𝒕𝒂𝒙𝑻𝒐𝒅𝒐𝒔
FanfictionDiferentes situaciones de la vida cotidiana, o dada la ocasión que no sea así, donde veremos a Hinata con sus diferentes pretendientes. → Acepto pedidos y dedicaré el mismo a la persona♡ [❁] 𝗘𝗱𝗶𝘁𝗮𝗻𝗱𝗼. ➷ 𝑃𝑢𝑒𝑠𝑡𝑜 #6 en Soft 28/05/2020 �...