¡Maldito nerd!
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Jessica.
Ahí estaba yo otra vez.
Tratando de prestarle atención a la tediosa explicación del profesor Jones sobre problemas matemáticos. Osea, ¿Enserio no se daba cuenta de que de los veintitrés alumnos de está clase solo tres lo escuchaban? No es de sorprenderse de que solo los nerds estén sumidos en su explicación, ya que, los demás solo tiene ojos para una cosa.
En mí...
¿Que esperaban? No me molestaba en absoluto tener toda la atención masculina y femenina de este salón y prácticamente de todo el instituto. Así es siempre: los chicos babeando por mí mientras que las chicas solo posaban sus miradas dulcemente hipócritas.
Excepto Clear.
La rubia de ojos azules a mi lado que llamo mejor amiga. Hasta el momento es la única persona que no ha sido falsa e hipócrita como el resto de las chicas, ella es real.
Me remuevo incómoda en mi asiento al sentir la mirada pesada de Max. Oh, Max. Ese chico raro que huele a limón de la esquina. Siempre era lo mismo, me acosaba visualmente desde su asiento esperando alguna señal de mí parte.
Dios, era tan ingenuo que me daba pena aveces pedirle que me hiciera la tarea pero, la lástima no era más grande que mis ganas de aprobar.
Así era todo el tiempo. Ser la popular y la capitana del equipo de porristas y estar súper buena (obvio), tenia sus ventajas.
Hasta hoy
Estaba exactamente guardando mis cuadernos cuando escuché al profesor Jones, el aburrido, llamarme entre la oleada de alumnos desesperados por salir de esta clase. Oh, genial, pensé.
Una vez que Clear se fue advirtiendome que me esperaría en la cafetería y no había ni un alma en el aula me acerqué a él dudosa. Una sonrisa falsa se dibujó en mi rostro la cual el devolvió. Sabía claramente que iba a pedirme.
Sí, exacto, hacer tutoría
¿Cómo lo sé? Fácil, gracias a Max mis notas en matemáticas eran las más altas y estaba como sobresaliente la mayoría del tiempo. La verdad es que no tenía inconveniente en ayudar a los más necesitados pero contaba con una agenda muy apretada de "cosas mejores que hacer".
Estaba maquinado maneras de rechazar la oferta del profesor amablemente excusandome de mi horario cuando llegó la hora del diálogo.
— Señorita Beckett.— Se quita las gafas de montura para observarme mejor supongo. Este asqueroso viejo...—Me imagino que ya debe de tener una idea de lo que le diré— Hasta ahora soy consiste de que tiene un sobre en sus manos.
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Red De Identidades [En Proceso]
Novela JuvenilEn una de las ciudades más importantes de Inglaterra se oculta un misterio dantesco, el cual ha perdurado durante siglos con el fin de mantener la paz entre los habitantes de Mánchester. Dicho misterio fue un proyecto acabocado, sentenciado por los...