Recuerdos.
AVISO: esto es una triple actualización. Y este es el primer capítulo.
Psdt: hay salseo :v
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Oliver.
La luz que se cola por la ventana de mi habitación es molesta, a pesar de tener los párpados cerrados la intensidad del brillo me hace cerrarlos con fuerza. Tapo mis ojos con mi brazo en busca de oscuridad.
Me frustra que haya amanecido y no haya podido descansar como se debe. Por más que lo intenté y me removi, no puede conciliar el sueño.
Capto el sonido de crujidos, voces y risas que me ponen alerta. ¿Quién demonios está en mi patio a éstas horas? Bufo, y me levanto de mi cama sintiendo el duro y seco suelo...
¡¿SUELO?! ¡¿CÉSPED?!
Doy un respingo cuando abro los ojos de golpe cegandome por completo con la luz del sol. Al acostumbrarme reviso el panorama y... definitivamente esta no es mi habitación.
El cielo despejado decora el paisaje de enfrente, los árboles altos, frondoso. El viento refresca un poco el clima tan árido. Parece un campo desolado, no hay animales ni casas cerca. El único sonido es el de los frecuentes crujidos que provienen del árbol que tengo justo enfrente.
Lo reparo buscando indicios de que alguien esté allí arriba o quizás un animal. Puede que sea un animal. Abro la boca en una enorme O cuando entreveo unos pequeños pies sobresalir de una rama.
Logro vislumbrar un cuerpo entre hojas, siseo para llamar su atención. No soy tan tonto como para no saber que esto se trata de otro sueño. Justo esta noche he tenido varios flashback pero hasta ahora no había presenciado uno tan peculiar como lo es este. ¿Qué hacemos aquí? ¿Por qué tengo que pasar por este tipo de cosas? ¿Qué es lo que necesito saber? No lo entiendo.
—Oye... creo que lo encontré.
Encuentro la fuente de esa voz dulce e infantil. Es de una niña quien viene bajando con mucha habilidad del árbol, doy un paso adelante ¿me habló a mí? No, por supuesto que no. Justo un niño sale entre tantos arbustos con las manos metidas en el bolsillo, dirigiéndose a la niña con una sonrisa plasmada en su rostro.
—Yo también encontré algo—dice sonriente.
La niña sacude su vestido, dedicándole una mirada curiosa al niño.
—¿Qué encontraste?
Niega con la cabeza.
—Dime tú primero.
—No, hazlo tú.
—Insisto, tú primero.
—Tú.
—¡TÚ!
—¡NO VOY A DECIR NADA!
Respiro hondo pidiendo paciencia, de verdad estoy comenzando a creer que estas mierdas solo me pasan a mí. ¡¿Acaso no pueden hablar y ya?! Me quiero ir. Maldita sea.
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Red De Identidades [En Proceso]
Novela JuvenilEn una de las ciudades más importantes de Inglaterra se oculta un misterio dantesco, el cual ha perdurado durante siglos con el fin de mantener la paz entre los habitantes de Mánchester. Dicho misterio fue un proyecto acabocado, sentenciado por los...