in the heat of the moment

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Narra Hermione:

Nunca debí prometer a Myrtle que iba a ir a visitarla este lunes con un libro muggle para leer. No tuve que ser tan blanda, pero la vi otra vez llorando y quise subir su bajo ánimo.

Cuando llego, no es sorpresa escuchar llantos. Pero no son de la persona que creía que eran. Sin duda, me sorprendo cuando la veo llorar. Nunca la había visto así y jamás creí que la vería así.

Vulnerable.

_______ Rosier está llorando en el suelo, con un papel arrugado entre sus manos.

Admito que, por unos segundos, pensé en irme y no decirle nada. Pero mi corazón no permitía dejarla ahí llorando, sola. No pude evitar no acercarme y posicionarme a su altura sentada en el suelo.

Ella levantó su cabeza al oírme y no fue dudable que se sorprendiera al verme.

— Granger —susurra a duras penas, en un intento fallido de contener su llanto—. Solo vete, por favor —me suplica.

Me duele verla así de mal. Una sensación desagradable me recorre el pecho hasta la espina dorsal.

— No me iré —afirmo con autoridad, y ella frunce su ceño—. Me quedaré hasta ver que estás mejor. Y, si me dejas, te ayudaré con el problema que ten...

— ¿Cómo podrías ayudarme con esto? No creo que también sepas arreglar familias desestructuradas —me interrumpe con la frialdad propia de ella.

— No, la verdad es que no puedo ayudar mucho en eso. Pero sí puedo ayudarte a subirte el ánimo, a que estés mejor —le digo, sin pensar ninguna palabra que sale de mi boca.

Por primera vez, no pienso en lo que estoy haciendo.

— ¿Por qué querrías ayudarme?

— Porque me duele verte así —admito y siento mis mejillas arder. Ella me mira sorprendida, pero, por primera vez, sus ojos demuestran calidez al mirarme.

Me tiende la carta, y yo la acepto. En esta, veo algunas palabras distorsionadas por sus lágrimas. Debe ser algo muy duro para que _______ esté llorando así.

Hija:

Hemos decidido que no vuelvas a casa por vacaciones de Navidad ni lo que queda de tu vida. Ha sido una total vergüenza que te pusieran en la casa de Slytherin, vergüenza que hemos estado pasando por cinco años.

No sabemos dónde te puedes quedar, pero te dejaremos la llave de tu cámara privada de Gringotts para que te las puedas apañar sola.

No queremos que contestes esta carta ni que nos mandes cien para decirnos que te ha sentado mal lo que hemos decidido. La decisión está tomada y punto. No hay vuelta atrás.

Te lo has buscado tu solita.

Los señores Rosier.

— No me creo que te hayan podido decir eso —digo totalmente indignada—. Eres maravillosa. No te merecen, y tú, mucho menos, mereces ese trato. —Las palabras salen de mi boca sin que me dé cuenta.

— Gracias, Granger —sonríe, y yo me siento   avergonzada cuando recuerdo lo que le he dicho—. Pero ya sabía que era maravillosa.

Ante su comentario, lo único que puedo hacer es reír y rodar mis ojos. Cuando veo que ha parado de llorar y que algunas de sus lágrimas se han quedado pegadas en su rostro, no puedo evitar pasar mi mano por su mejilla para quitarlas. Noto como se sonroja levemente.

— Únete a la E.D.

𝗆𝗎𝖽𝖻𝗅𝗈𝗈𝖽 ━━ 𝗁𝖾𝗋𝗆𝗂𝗈𝗇𝖾 𝗀𝗋𝖺𝗇𝗀𝖾𝗋.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora