capítulo uno: bienvenida al santuario.

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— ¿y tú eres? — decía un hombre con una sonrisa en su rostro, apuntándome con una especie de bate con pinchos alrededor, en el cuál podía ver sangre y algo más que no me gustaría saber qué es.

— ¿s-se supone que debo tenerte miedo? — solté de repente, para luego procesar lo que dije y apretar mis labios, sintiendo cómo mis piernas comenzaban a temblar.

— oh, ¡diablos! — él rió, poniendo su bate en su hombro, mirándome de arriba a abajo. parecía que disfrutaba de verme temblar — tienes, unos enormes ovarios, ¡mierda qué me caíste bien! — pasó su lengua por su labio inferior con una sonrisa divertida — no puedo dejarte ir —

hizo uno seña a sus hombres con dos dedos, haciendo qué dos de ellos me pongan de rodillas, solo logré soltar un quejido, notaba la arenilla entrando por las heridas de mis rodillas.

miré al suelo, sintiéndome ahora mismo un conejo, rodeado de lobos qué en cualquier momento podrían matarme.

vi los zapatos de el hombre enfrente mío, no quería levantar la mirada, tenía miedo, mucho miedo.

— oh, mierda ¿estás bien? — se puso de cuclillas frente a mi, agarrando mi cara con una mano, apretando mis mejillas y obligandome a que lo mirará — te ves tan débil ahora — habló con más calma, mirando mi cara — soy negan y desde ahora, seré tu líder — soltó una risita al notar mi asombro, ¿acaso no me iba a matar? — tendrás mucho tiempo para descansar — soltó mi cara, dejando pequeñas marcas en mis mejillas — comenzarás desde ahora.

y eso fue lo último que oí, para luego solo ver todo en negro.

¡MIERDA! — grité, sentándome en mi cama, miré a mi alrededor y suspiré — ¿otra vez ese recuerdo? — frote mis ojos cerrados con la palma de mi mano, bostezando un poco.

miré otra vez a mi alrededor y vi el otro extremo de la cama vacía, estaba frío así que supuse qué negan ya había salido hace un tiempo.

me levanté a regañadientes de la cama, busqué mis zapatos del lado de mi cama y no lo encontré, suspiré y miré a mi alrededor, mirando el sofá, divisando un bulto de ropa con un papel arriba de esta, sonreí y descalsa me acerque al sofá, agarrando el áspero papel entre mis manos, comenzando a leer.

"supuse qué hoy no querrás usar tu vestido, ayer dijiste que te molestaba un poco, así que te traje un poco de ropa un poco más cómoda o espero que lo sea. pruébate la y sal fuera que esté mundo necesita de tu hermosa ayuda.

con cariño: negan. (:

pd: dile a dwight que te dé tu sándwich."

sonreí tontamente al terminar de leer la carta y la puse a un lado, mirando la ropa que hoy negan había traído para mí.
era unos vaqueros color azul, una camisa de manga larga con botones color blanca y un abrigo de cuero color negro.

comencé a vestirme sin tener que sacarme la ropa, pues ya me había despertado en ropa interior y eso me facilitaba las cosas.

luego de unos segundos de terminar de cambiarme, vi al costado del sillón mis zapatillas, dios negan había organizado todo, a veces tiene sus momentos lindos.

ya cuando terminé de ponerme mis zapatillas, dejo el abrigo de cuero sobre el respaldo del sofá, pues estos días no hacía mucho frío. caminé hacia la puerta, arreglando con mis manos mi pelo y saliendo por fin de la habitación, miré como varios guardias pasaban por los pasillos, algunos se detenían un momento para saludarme y darme los buenos días, realmente eso me levantaba el ánimo.

comencé a caminar por los pasillos, ya dejando de escuchar las charlas de los guardias y comenzando a escuchar dos voces, las cuáles provenían de las escaleras, sabiendo eso, ya sabía quiénes eran.

— sherry y dwight, buenos días — dije mirándolos con una sonrisa.

ellos me miraron, pareciendo aliviados al verme y solo se limitaron a sonreír.

— buenos días, ______ — dijo dwight, poniendo el cigarro que tenía en su boca.

-— buenos días, ______ — dijo al unísono sherry, estirando su mano, ofreciéndome el cigarro que tenía.

yo solo asentí y lo agarré, poniéndolo en mi boca, llenando mis pulmones de humo del tabaco, para luego expulsar el humo hacia la cara de dwight, logrando sacar una risa de parte de sherry y soltando una risa yo, pero en cambio dwight me miró con el ceño fruncido y agitó su mano para apartar el humo.

— ¿necesitabas algo aparte de venir a molestar? — soltó el, suspirando frustrado.

— me acabo de despertar, supongo que mi destino va a parar a ver qué tal todo por aquí — le devolví a sherry su cigarro.

— supongo que también estás buscando a negan — dijo, mirándome.

— es otro destino en el que tengo que ir a parar — reí leve y miré a dwight — dime, ¿otra vez se fue?.

— sí, salió hace unas horas — tiro al suelo su cigarro y lo pisó — atacaron otro de los lugares de negan, dice que tiene un plan.

— supongo que su plan se basa en matar a todos — dije, suspirando — ¿ya conocen a quienes hacen eso?.

— dicen que es un grupo extenso — dijo sherry.

— ¿saben cómo se llaman? — pregunté, sorprendida y con ganas de saber más sobre los nuevos que amenazan a negan.

— no, solo se qué negan planea hacer algo hoy al anochecer — dijo dwight, estaba por preguntarle por algo más, pero me vi interrumpida por la voz de alguien, alguien muy odioso al cuál llegue a querer un poco.

— simon, querido amigo — sonreí al darme la vuelta y verlo, con una expresión seria en su rostro, pero no me miraba a mi sí no a sherry y a dwight, mierda — ¿hola?, te estoy hablando, sordo — me puse delante de él, frunciendo el ceño.

— si, ya te escuché _____ — rodó los ojos y al fin me miró — negan llegó y te está buscando.

— ¿tan pronto llegó? — me sorprendí, naturalmente negan llega mucho más tarde, al anochecer.

— no, solo que dormiste mucho — dijo dwight a mis espaldas, noté como soltó una pequeña risita.

rodé los ojos, ignorando a mi querido amigo y mirando a simon.

— bien, llévame con él — pasé por su lado, dando unos pasos, pero cómo vi que no venía me di la vuelta, lo mire y el estaba viendo a sherry y a dwight — ¡simon! — eleve un poco la voz y fruncí el ceño, si seguía así mi amigo se iba a meter en un lío con tan solo estar cerca de sherry.

— estoy en camino — dijo simon, mirando por última vez a los dos y comenzando a caminar.

en estos casos, odiaba mucho a simon. suspiré y miré a dwight.

— me debes un sándwich — sonreí y me di vuelta, escuché maldecir detrás a dwight y reí levemente.

luego de unos minutos, ya estábamos fuera del santuario, miré a mis alrededores viendo a un par de gente trabajar, pero de pronto escuché a alguien hablar, esa voz, esa hermosa voz.

sonreí y fijé mi mirada delante, viendo a negan hablando con unos hombres, no lo pensé y salí corriendo hacia su dirección, abrazándolo fuertemente.

— hey, cuidado que me tiras — dijo sonriendo y acariciando con su palma mi pelo — ¿me extrañaste, ______? — me limité a asentir, para luego levantar la mirada y verlo a los ojos — ¿ahora es donde nos besamos? — dijo sonriendo, causando qué yo suelte una pequeña risita y me acerque a su cara, uniendo nuestros labios en un tierno beso.

𝗵𝗼𝗽𝗲. (𝗇𝖾𝗀𝖺𝗇 𝗒 𝗍𝗎) - PAUSADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora