capítulo cinco: ¿empezaremos de nuevo?.

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— te amo —

escuchaba en un suave susurro las palabras que por tanto tiempo esperé escuchar, las palabras que probablemente cambiaría todo.

los susurros seguían, envolviendo me en una suave capa de calidez y un aroma conocido.

— ¡______! — un grito masculino me despertó de mi dulce sueño.

frote mis párpados, suspirando y sentandome en la cama, bosteze y miré al rededor.

me di cuenta de qué estaba en la habitación de negan y nada más que el podía haberme despertado.

reze para que no fuera el y dirigí mi mirada hacia el sofá, en dónde estaba nada más y nada menos qué; negan.

— buenos días, bella durmiente — me miró, sonriente mientras bebía algo que no distinguía.

lo miré, entre cerrando los ojos.
¿no está enojado?.

— mira, tenemos que hablar — dejó su vaso en la mesa enfrente del sofá. — ¿vienes? — me miró, levantando una ceja

asentí levemente, dudativa me levanté de la cama, poniendo mis pies descalzos en el suelo frío, caminando hacia el y sentandome en el sillón de enfrente.

me miró, podía decir que esperaba que me siente a su lado.

— bien.... — carraspeo y suspiró. — he estado pensando en lo que dijiste ayer.

yo solo podía mirarlo, esperando a que termine.
aún así estaba nerviosa, ¿sacaría el tema de anoche?.

mis manos comenzaban a sudar, mi mente iba pensando todas las rutas de palabras que podía decir y mi corazón iba a mil por segundo.

— y también pensé, sobre nuestra relación — mi mente quedó en blanco cuándo lo escuché decir eso, lo miré estupefacta. — quiero tomarme esto con calma, no puedo tener una relación normal, no puedo darte una relación normal.

— ¿qué quieres decir? — dije confusa.

— el sentimiento de una relación en éstos tiempos puede jugarte en contra, pero, quiero intentarlo, ¿sabes? intentar ver el lado bueno a esta mierda —

el me miró, esperando a que responda, pero a mi no me salían las palabras.

— ¿puedes decir algo? los silencios incómodos no me gust-.... — me levante, sentandome en su regazo, callandolo con un beso.

el se sorprendió, lo noté cuándo su cuerpo se puso rígido en mi toque, aún así cerró sus ojos, siguiendo el ritmo de el beso.

me separé de su cara, para verlo a los ojos, el solo me sonrío y puso su mano en mi nuca, atrayendo me para otro beso, pero este no era dulce y cariñoso, era salvaje, era el deseo que se había ocultado estos días.

puse mis rodillas a sus costados, para así quedar frente a él aún así en su regazo, comenzamos a besarnos más ferozmente, nos necesitábamos y lo sabíamos, necesitábamos el cuerpo del otro.
el recorría mi cuerpo torpemente con sus manos, enviandome pequeños escalofríos cuándo sus manos tocaban mi piel expuesta.

nos separamos del beso, respirando agitadamente, abrimos un poco los ojos nos sonreímos mutuamente.

diablos, hace unas horas estaba triste y enojada, quería solo hablar con él, ¿cómo llegamos a esto?.

— negan... — susurré, quería parar esto y hablar, aunque me costara dejar de lado sus caricias y besos que tanto extrañaba.

él solo me ignoró y siguió con su besos, mientras trasaba una línea de estos, pasando con mi mejillas, mi mandíbula hasta llegar a mi cuello, dejando pequeños besos, los cuales eran culpables de mis pequeños escalofríos.

de encerio, quería parar, pero era cómo que mi cuerpo se manejaba solo y el no quería hacerlo.

suspiré pesadamente a causa de los besos de negan, ya no podía, quería, lo necesitaba.

sentí cómo sus manos calientes pasaban por toda mi espalda, acariciando la.
luego de unos minutos de solo besos y caricias, negan se detuvo.

— ¿tú estás segura de esto? — me miró a los ojos, buscando una respuesta inmediata a su pregunta.

sonreí un poco, acaricie su mejilla mientras notaba cómo se relajaba a mi toque.

— estoy muy segura, si tu lo estás también — dije en voz calmada y en un tono bajo, el asintió un poco, dudando si hacerlo.

luego de eso, el hizo que enrolle mis piernas en su cadera, sosteniendo mis piernas mientras el se levantaba y se dirigía a la cama. una vez ahí, me acostó con cuidado y se separó un poco, para comenzar a desvestirme poco a poco, mientras que yo miraba cada uno de sus movimientos y lo ayudaba en algunas partes, mordiendome un el labio inferior.

luego qué yo estuviera completamente desnuda, fue dejando besos por todo mi cuerpo desnudo, hasta llegar a mi parte baja.

el levanto la mirada, mientras que yo solo podía suspirar por sus besos, los cuales esa mañana, iban a llenar todo mi cuerpo de placer.

más o menos una hora después, negan y yo nos encontrábamos desnudos e un tanto cansados en su cama, tapando nos con una fina sábana.

— recuerdo tener en el techo de mi habitación, estrellitas qué brillaban en la oscuridad — digo mirando el techo, mientras acaricio el pecho de negan y el acaricia mi hombro.

escucho una risita de su parte.

— ¿cuántos años tenías, ______? — suelta otra risita, haciendo que su cuerpo tiemble un poco.

— tenía diecisiete, ¡todavía me parecían lindos! — frunci el ceño. — ¿y cuántos años tienes tú?¿setenta? — dije en broma.

— auch, eso dolió — puso su mano libre en su pecho, simulando estar herido.

— tu empezaste — rodé los ojos.

— touché — sonrío, para luego dejar un beso en frente.

estaba todo perfecto, quería quedarme así todos los malditos días, pero, parece que había pensado demasiado pronto ya que la puerta sonó, haciendo que negan suelte una maldición.

desde el otro lado, se escuchó la voz de uno de los hombres de negan, llamándolo un tanto alarmado.

¿qué pasará?.

𝗵𝗼𝗽𝗲. (𝗇𝖾𝗀𝖺𝗇 𝗒 𝗍𝗎) - PAUSADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora