Capítulo 1. Florecimiento.

8.3K 707 602
                                    

El atardecer iluminaba los cabellos castaños de la joven, su moreno rostro brillaba con tono carmesí, el sol se ocultaba con lentitud frente a ella.

― Catra, ¿qué haces aquí? ―la joven de ojos azules se acercó a su inmóvil esposa―, ¿estás bien...?

― Ahm... eso creo ―Catra salió de su trance―, no estoy segura de lo que acaba de pasar.

Adora la miró confundida unos segundos y después dirigió su atención a lo que llevaba en las manos, un pequeño objeto en forma de bolsa de un tono verde opaco con tintes rosas.

― ¿Qué es eso? ―preguntó señalándolo.

Catra miró con confusión sus manos, parecía que tampoco había notado la presencia de aquello.

― ¡Es el brote de una flor! ―exclamó Perfuma que se asomaba por sobre el hombro de Adora―. ¿Dónde lo conseguiste?

Catra se quedó callada, no tenía ni idea de cómo eso había llegado hasta sus manos; pronto las demás princesas se acercaron a las tres chicas, la castaña comenzaba a sentirse incomoda y volteó la mirada hacia ellas, llevando las manos a la espalda.

Adora se acercó a Catra y estiró el brazo hasta el brote que escondía detrás de ella, dio un ligero toque y de él se desprendió un destello tan brillante que iluminó todo Bright Moon, el pequeño objeto desprendía una temperatura tibia que calentaba las manos de Catra con ligereza, hubo un silencio incomodo durante unos minutos, todas las princesas (y Bow), estaban observando la escena, Catra y Adora iluminadas por aquel objeto del que no se sabía su origen.

La morena miró unos segundos a Adora, sus ojos azules brillando asombrados era lo único que necesitaba ver para saber que aquello tal vez no era completamente malo.

― T-Tal vez deberíamos dejarlo florecer ―interrumpió Perfuma―, nunca había visto algo así, pero igual sigue siendo una flor...

Las jóvenes asintieron y lo colocaron sobre el césped junto a ellas, todos se alejaron hacia el palacio esperando que lo que sea que pasara no fuera una mala señal sino sólo una de las cosas mágicas típicas de Etheria, nada que fuera a afectarlos, ya estaban agotados de eso.




Aquella noche Catra no pudo conciliar el sueño, destellos de momentos anteriores venían a su mente, pero ninguno de ellos tenía sentido y tampoco podía contárselos a su esposa porque la conocía perfectamente, sabía que Adora haría cualquier cosa por ayudarla y no quería preocuparla con ello, ya había tenido suficiente de She-Ra después de todo.

Un sonido que parecía venir del exterior llamó su atención y corrió a la ventana para intentar averiguar de qué se trataba, parecía tan lejano que apenas era audible para la felina, su trance fue interrumpido por el movimiento de Adora sobre la cama, revolcándose en las sábanas.

― Catra, cállate, intento dormir ―musitó la rubia entre sueños―, deja de maullar.

Sin duda aquel sonido se asemejaba a un maullido gatuno, pero no era Catra quien lo hacía, de hecho era raro cuando lo llegaba a hacer, ofendida se dirigió hasta la rubia para verificar si seguía dormida y hablaba entre sueños, de nuevo aquel extraño maullido volvió a escucharse, pero esta vez con más fuerza haciendo que Adora se levantara de golpe y se golpeara directo con el rostro de Catra.

La castaña quedó tirada en el suelo apretando con fuerza el lugar del golpe y quejándose de dolor.

― Oh, Catra, lo siento ―dijo―, ¿qué demonios hacías ahí?

A Beautiful Life || Catradora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora