Capítulo 13

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El entrenamiento de Parrish inició el día después de la luna llena, pidió a la manada que, así como interfirieron en llevar al sabueso al limbo, ayudarán para que pudiera comunicarse Darak y el humano, así evitando que se lo llevaran de verdad.

La idea de la chica era hacer que el policía meditara, encontrando un punto medio entre sus dos identidades, pudiendo trabajar con ellas.

—Entonces después de esto ¿el ya no te va a obedecer? —preguntó Aiden sentado al lado de la bruja. Ella había dicho que necesitaban estar ahí, de esa forma el humano también estaría presente.

—El no dejará de obedecerme, pues el Hellhound es el que tiene su lealtad hacia mí, pero con esto haremos que no mueran —explicó la chica mientras hacía que crecieran pequeñas flores, estaba concentrada en Parrish y que para evitar su nerviosismo se ponía a hacer crecer plantas.

—¿Y porque a ti? —preguntó Liam con curiosidad.

—Pues porque soy una bruja —dijo con simpleza, en ese momento vio como Parrish ardía, literalmente, sobre la tierra, abrió los ojos y se levantó.

El Hellhound se acercó hasta la bruja y se hinco frente a ella, el Hellhound había sentido el dolor de la bruja al estar cautiva por el hombre lobo, se sintió mal al no haber hecho nada, bajando la cabeza y poniendo las palmas de las manos hacia arriba sobre sus piernas.

—Le falle —se escuchó la voz de Darak resonar en un pequeño murmullo. La bruja de inmediato supo de que hablaba.

—Las protecciones del lugar hacia casi imposible que mi esencia en peligro te llamara —dijo ella y las llamas se iban apaciguando. —Me he encontrado en miles de situaciones así, tú no debes preocuparte. Solo enfócate por ahora en lograrlo, así podrás ayudar la próxima.

Como si se tratase de un cachorro, bajo la cabeza y se restregó contra la pierna de la bruja.

...

El entrenamiento con el Hellhound seguía aún después de dos semanas, pero como los chicos ya se encontraban en semanas de exámenes, él lo hacía en solitario con Alatar, ya que ellos aún tenían la responsabilidad de su trabajo.

Morgan no necesito de hacer muchos exámenes ya que sus calificaciones eran muy buenas y la mayoría de los maestros preferían promediar, de esa forma ella tuvo la oportunidad de salir del pueblo.

Había avisado a Alatar que se ausentaría por al menos dos días, ya que lo que buscaba era difícil de encontrar, ambos sabuesos la quisieron acompañar, pero ella afirmando que estaría bien y que ellos debían de seguir con el entrenamiento salió del pueblo.

Parrish había insistido en que la chica se llevará su camioneta, por lo que en la tarde del viernes ella se encontraba en medio de la carretera.

Pasó de largo el pueblo vecino encaminándose a México, que, aunque tardará aún más en llegar, confiaba en que lo haría esa misma madrugada.

...

—¿Qué haces aquí? —preguntó el lobo con una mirada inquietante, no sabía si iban a volver quienes lo atacaron.

—¿Hablas de aquí en México o aquí contigo? —levantó una ceja la chica antes de contestarse a sí misma. —Porque si es la segunda, es fácil, solo sentí el dolor, la desesperación, el miedo, combinado son la inconfundible escénica de Derek Hale.

El lobo se quedó callado durante varios segundos analizando que decir.

—Creí haber escondido mi olor —dijo confundido, pero seguía con su cara inmutable.

—Oh claro que lo hiciste, pero no soy un lobo, ni una criatura que solo se deje guiar por el olfato —empezó a caminar la bruja por el callejón calle arriba. —Después de unas semanas donde te la pasaste siguiéndome tu esencia está conmigo y es fácil de percibir.

La bruja de Beacon HillsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora