3. Mi amigo el maples

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Yo lo conocí hace ya tiempo, me cayó re bien de una y nos mantuvimos en contacto, ya de primera como que sentí que era re buenito y como que ya algo me gustó, soy así, a la primera muestra de amabilidad me embobo. Bueno la cosa es que poco a poco nos hicimos más cercanos, más por mi parte ya que era yo la que lo iba a ver para juntarme y hacerle compañía, es que es verdad, es agradable pasar el rato con Matt, y él obvio que también la pasaba bien, si no le gustaba estar solo. En una de esas estábamos sentados en el sillón, tomando una choco caliente, hablando de cualquier cosa y riéndonos, en una de esas creo que me acerqué, le dije que me gustaba, (corta, así de una) y dijo que también yo a él, luego nos besamos, yo toda pinche roja y él igual aunque no tanto, sino que más parecía feliz.

Así es como habíamos empezado a estar juntos, éramos muy compañeros, bue siempre lo fuimos, era una relación buena, compañerismo, amistad, amabilidad, la compañía del otro que nos llenaba de alegría y sonrisas, cálidos abrazos, unos cuantos besitos de vez en cuando, pero (y si... en toda linda historia siempre hay un "pero") la cosa es que más allá de los piquitos o del "título" de decir "estamos juntos", fuera de eso la relación era casi la misma. Y conforme fue pasando el tiempo esos besitos iban desapareciendo, seguíamos siendo tan cercanos como siempre pero algo era diferente, es más hasta puedo decir que me fui acostumbrando y sentí que volvimos a como éramos antes, no puedo decir sobre qué pensaba Matt ya que no parecía molestarle el trato que estábamos llevando, yo también que nunca le pregunté...

Al final no es como si hubiéramos acordado terminar un día, fue con el transcurso del tiempo que sólo pasó y que sin darme cuenta eso de "estar juntos" se disolvió como en agua, nuestro lazo no obvio, seguimos siendo tan amigos y tan cercanos como siempre, pero lo que más me sorprende es pensar que todo pasó tan natural y no sentir nada cuando estaba descuidando la relación (la de ser pareja). La cosa es que nos seguimos viendo pero cada uno estaba en la suya, el maples empezó a salir (y a dormir) con uno y con otro, no es como si me molestara, hablaba conmigo de eso, y la verdad no se lo veía 100% feliz, ¿entonces por qué lo hacía? Eventualmente dejamos de vernos todos los días, tal vez porque pasaba el tiempo con alguien más, sep debe ser por eso, porque en el intervalo de saltar de una "relación" a otra, ahí sí nos veíamos más, obvio charlábamos del tema y de otras cosas. Ahora debía ser uno de esos intervalos ya que nos estábamos viendo todos los días.

Él me contó de su última "relación" con un pelorrojo cejón y de que no estuvo tan mal, en eso aproveché para contarle de mi nueva primera relación oficial con Toris (después de él claro, aunque a veces no lo contaba como algo consistente, pensando así soy un poco cruel), lo primero que recibí del maples fue cara de asombro, pero no asombro del bueno, parecía como algo que no se lo hubiera esperado nunca, y bueno chico la vida sigue, y justo vos no sos quién para hablar, además yo no le ponía caras raras cuando él me contaba sus cosas. Su siguiente reacción fue obviamente ponerse alegre por mi y esas cosas, y mientras le hablaba no podía evitar poner caras de boba enamorada al pensar en mi chico, pero noté cómo el maples hacía de a ratos una mueca con la boca como queriendo dejar de sonreir, ya lo conocía como era, aflojé un poco la emoción, no sé, no lo quería ver mal, ¿pero de qué se estaba poniendo mal, si nosotros no éramos nada, sólo amigos?

Después de cierta reunión en la que estábamos el maples, Mora y yo, en la que recordé el pasado, comencé a hacerme la idea de que algo me había quedado, algo me andaba dando vueltas en la cabeza, algo sobre cómo me sentía con respecto al maples a pesar de haber pasado tanto tiempo, ¿me estaré enganchando de vuelta con ese chico con el que me llevo super bien y con quien me veo bastante seguido? Seguro que sí pero, no me sentía que podía decírselo, o capaz que no tenía del todo claro mis ideas, así que me fui a verlo porque sí, no tenía nada raro que me aparezca de la nada en su casa, hablamos de cosas aleatorias como casi siempre aunque yo un poco más seria de lo normal, tratando de concentrarme en qué sentía al estar ahí con él y si había cambiado algo, obvio Matt notó que no actuaba como siempre y me preguntó que si pasaba algo, le dije que.. haaah le dije que me gustaba, que a pesar de todo este tiempo y de todas esas relaciones que tuvo me seguía gustando, volví a sentir eso dentro de mi que no sentía desde aquella vez en la que nos confesamos en el sillón.

Cómo mi vida se convirtió en un dramaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora