Cómo mi vida se convirtió en un drama

13. Un desastre inminente

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Había pasado ya un año, no había vuelto a hablar con ninguno de ellos, pensé muchas veces en hacerlo pero cada vez que tenía la oportunidad sentía que todavía no me daba la cara, me acordaba de lo que había pasado y me sentía re mal. Me preocupa cada día que pasa el no saber nada de ellos, incluso Mora me fue difícil de ubicar; al Tincho no lo quería ni ver así que ya fue, me costó mucho pero igual con el tiempo se me pasó el enojo que tenía con él, es más a veces lo veía de colado en la casa de Neka; el pobre Toris no volvió a comunicarse conmigo así tal como se lo pedí; y el gaitas... pobrecito, aunque no era perfecto para nada, igual lo quería, y fue muy duro tener como último recuerdo de él esa cara tan sufriente...

Yo realmente quería arreglar la relación con el cejas rojas, siempre le mandaba mensajes, aclarándole que todo fue un malentendido, que lo sentía mucho de verdad, que quería volver a verlo así hablábamos de eso con calma, cada día le insistía y le suplicaba.... nunca me contestaba los mensajes, me dejaba en visto y con eso me agarraba una gran incertidumbre por saber qué estaría pensando. Parece una tontería pero sufrí mucho con eso, con el tiempo dejé de molestarlo con los mensajes ya que pensé que lo mejor sería darle su espacio y esperar, con mucha suerte, que algún día me llegase a perdonar, cosa que no me merezco realmente.

Con quien sí podía hablar cara a cara era con el cejas, aunque mucho no nos hablábamos, pero no es como que nos lleváramos mal, me acuerdo cuando una vez le pedí ayuda porque no recordaba dónde había guardado un objeto muy preciado, entonces el cejas con sus polvitos y su magia rara como que se fusionó en mi conciencia XD. Al final no pudo encontrar lo que perdí, y además al intentar salirse de mi mente, no sé que carajos hizo el cejas que de alguna forma ahora podemos oír los pensamientos del otro y comunicarnos mentalmente, sí raaaro, pero me gustó tanto la idea que hice lo mismo con Mora como para, de alguna forma por así decirlo, no perder la comunicación, literal.

La cosa es que se me había ocurrido la idea de volver a hablar con el cejas para pedirle una especie de 'ayuda mágica' con este tema, él me miró con su cejuda cara de siempre como diciendo "pero yo sólo hago magia, no milagros!!" y entonces fue cuando se me ocurrió pedirle con todas mis ganas y mis mejores caritas de perrito triste mojado que si por favor me mandaba al pasado para poder arreglar todas las cagadas que había hecho. Obviamente a lo primero saltó como un loco de que NOOO, que NO PODÉEES CAMBIAR EL PASAAADO, que VAS A CREAR UNA PARADOJA TEMPORAAAL MÁGICA UNIVERSAL y que no se quéeee..... en fin, boludeces, en un momento me calenté de sus gritos y le dije tipo "Bueno callate un poco, la cosa es así, podés o no podés? Porque me da una pinta de que no te sale hacer eso. Fin, contestá".

La cosa es que después de eso sólo recuerdo una luz azul pálida muy brillante y yo parada cerca de un puesto de diarios, me sentía medio mareada, tenía una leve sospecha de lo que había pasado así que miré la fecha de los diarios y lo confirmé... El cejas me había mandado al pasado, aunque no era el pasado que yo tenía en mente, sino que eran muchos años atrás, es más, pude reconocer la fecha, en ese tiempo yo ni siquiera había empezado a salir por primera vez con el maples aún. Aunque debería estar asustada por la tremenda estupidez que acababa de hacer, estaba más que feliz, por alguna razón me daban ganas de pasear por acá y por allá como una turista, aunque el lugar era exactamente el mismo de siempre.

De repente una voz sonó en mi cabeza, era el cejas que me hablaba mentalmente "Agh mira lo que me hiciste hacer, anyway haz lo que quieras, pero te recomiendo no interactuar demasiado con la gente de ese tiempo, yo veré cómo arreglo esto, bye", y onda que yo lo podía escuchar en mi mente pero los demás no, así que para la vista de los demás, parecía una loca que estaba parada mirando a la nada. Pero como ya estaba parada en el mismo lugar hace rato, el tipo que atendía el puesto de diarios me empezó a hablar re amable si necesitaba algo, le dije que estaba todo bien, que no pasa nada, y que una cosa va a la otra, nos quedamos charlando todo el día, ya fue, a la mierda con todo eso de no hablar con nadie ;-; lo que no sabía era que ese encuentro casual era clave e iba a cambiar mi vida.... (continuará)

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