7. Popurrí de amores

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Lo que sucedió después era algo que me sorprendió hasta a mi, más que nada por haber tomado esa decisión, pero era algo que ya se veía venir. Claro que no fue algo inmediato, sino que llevó su tiempo, pero dejando de ser tan abstracta tengo que explicar lo que fue esta significativa parte de mi vida. Empezando por donde me había quedado, no le conté nada de todo lo que pasó con Allistor a Toris, a pesar de haber dicho que no iba a volver a hacerle algo así, y de cuánto lo amaba.... pero mi realidad era esta: Toris estaba ocupado con el trabajo y no podíamos vermos por todo lo mucho que yo quería, y el gaitas que, ya conociendo mis pretenciones para con él, me tiraba onda, y yo que encima que ya estaba enganchada, me babeaba con sus piropos baratos.

Al final, pasó lo que tenía que pasar, corté con Toris, obvio me costó y no quería aceptarlo pero... me había enamorado del gaitas completamente. En principio pensé que sería él quien me cortaría primero a mí, pero también estaba la posibilidad de que no, así que tuve que hacerlo yo, no lo merezco, a pesar de lo mucho que amé a mi Torisito y lo feo que lo hice sufrir... Y encima ya me imaginaba que no se lo iba a poder decir por los sentimientos que aún le tengo, pero puse mi mente lo más fría que pude, desconecté mi corazón y le pedí ese descenlace terminal. Quizá fue lo mejor, porque si nos hubiésemos arreglado pero si otra vez hubiese repetido lo mismo, no era justo para él, ni para sus sentimientos que eran sinceros y se comprometían, a diferencia de mi, que estaba fuera de control como quien diría.

Luego de eso ya me sentía más aliviada de hacer las cosas bien (según yo) y de poder comenzar una relación tranquilamente con el gaitas, aunque en realidad ya la había empezado antes de hablar con Toris, y.... tampoco le había dicho nada al gaitas de que ya tenía novio.... soy un desastre. En fin, la cosa es que comenzé con esa nueva extraña relación que taaaaantos quilombos me dio, en realidad el gaitas era como uno de esos que te podía salir con cualquier cosa, y sus intentos de piropos eras más tirando a lo pervertido, pero me acostumbré a eso, es más hasta me gustaba. Una de las cosas con las que me gustaba molestarlo era con sus guantes, no se los sacaba ni para dormir!! y yo de jodida nomás se los pedía que me los preste, parece una tontería pero era divertido ver cómo se encabronaba cuando se los sacaba y huía con ellos.

Así pasó un buen tiempo y todo parecía marchar relativamente bien, hasta que un día me llamó Mora para vernos, cuando nos juntamos de sorpresa veo que estaba con Toris, acto seguido la muy pilla se va y nos deja solos, al parecer era una trampa para que fuera y me encontrara con él después de tanto tiempo. Bueno ya estaba en esa situación así que no iba a quedarme callada, se me ocurrió la estúpida pregunta de saber cómo había estado, iba a ser obvio que mal, me contestó "bien... uh.. he estado limpiando, para uh... ya sabes, distraerme..", golpe directo a la culpa. Me hubiera gustado que sigamos siendo amigos, como con lo que pasó con el maples, pero nuestro encuentro realmente me descolocó, me sentí completamente perdida y confundida, pero al mismo tiempo me sentía feliz y completa, como si una parte de mi corazón hubiera regresado. Estaba claro, seguía amándolo, pero ahora estaba construyendo una relación con alguien más y se lo hice saber a Toris, quien dijo que me perdonaba y que si en algún momento habría la oportunidad de volver a estar juntos, así lo haría, ya que nunca dejó de amarme.

Embebida en ternura por sus hermosas palabras, me le tiré encima a abrazarlo, podía sentir sus latidos chocando contra los mios, en ese momento dudé de mis decisiones pasadas, tal vez este podía ser el momento de corregirlas, entonces le miré fijamente a los ojos y él hizo lo mismo, le confesé que nunca dejé de amarlo yo tampoco, una sonrisa asomaba en ambos, el ambiente se tornaba cada vez más dulce entre nosotros dos. En ese preciso momento, y al vernos abrazados, apareció el gaitas con su mejor cara de culo preguntando con la mirada qué carajo estaba pasando ahí, de inmediato me solté de Toris y respondí apresuradamente que era un muy buen amigo que no había visto hace mucho, por suerte zafé pero igual el gaitas le dio una dura mirada al lituano como advirtiendo que no se acercara, era bien celoso. Por otro lado Toris no entendía un choto, entonces yo con la excusa de despedirme, me le acerco y le digo al oído que era ése con quien estaba ahora de novia, para sacarlo de su confusión. Al final el gaitas no me deja siquiera seguir charlándole y me alzó y cargó en el hombro como una bolsa de papas, Toris al verle su actitud para conmigo se molestó, me pareció algo muy tierno de su parte cómo se preocupaba por mi, lo que me confundió aún más ya que a partir de ese día lo tendría muy presente en mis pensamientos.

Y así pasó... no podía sacarme a Torisito de la cabeza, hasta que no aguanté más, primero empecé con simples mensajes, luego empecé a verme con él a escondidas, bueno tampoco tan así, era como salir con él a pasear, charlar, comer algo, mirar pelis. Mi amiga Neka obvio me cubría, aunque no estaba haciendo todavía "nada malo" igual el gaitas era re celoso y esta situación no le caería nada bien, por suerte no sabía nada..... soy horrible diciendo que "por suerte", se supone que es con él con quien tengo una relación ahora. En realidad, a pesar de hacer así las cosas, me estaba portando bastante bien ya que cuando salíamos "de escondidas" no tentaba de besarlo o de tirármele encima o de bueno, hacer eso. Por más bonito que sonaba esto (o tal vez no), de tantas emociones repentinas y sentimientos que iban y venían, me confundía más y más sobre qué hacer, porque claro no podía estar así para siempre. Era obvio que seguía teniendole un tierno amor a mi Toris, pero también estaba muy enamorada del gaitas y la pasaba super bien con él, no era fácil de decidir, así que en este punto decidí tomarme un tiempo de no verme con ninguno de ellos y poner en order mi cabeza, a ver qué era lo que en realidad quería.

No me era fácil llegar a una respuesta por mi cuenta, por eso me dirigí a donde Mora para pedirle un consejo o una sugerencia. Se dio que nos encontramos en un parque un lindo día, ella estaba con el cejas como casi siempre, y yo por alguna razón que se me escapa andaba acompañada del Tincho, seguro que apareció de chusma o de muerto de hambre, y ya que estaba ahí lo mandamos a comprar facturas para que no molestara cuando les hablara a los otros. Después de contarles tooooooda la historia sobre mis sentimientos en apuros, el cejas me propuso probar con otra gente, tenía razón, tal vez nunca estuve con el indicado desde el principio. Luego de aceptar su idea, llegaba la difícil tarea de ver quién podría ir bien conmigo, tanto cejas como Mora tiraban nombres, pero ninguno era adecuado.

Tras varios intentos, el Tincho regresaba a lo lejos de las compras y fue ahí cuando el cejas me lo sugirió.... ¿Que cómo me veo con el Tincho? Pues en parte no me gustaba la idea, pero al enterarse de nuestra charla, el Tinchis se puso tan pero tan insistente que le tuve que decir que sí, supongo que en el fondo un poco me gustaba él, ya que sino le hubiera dado una negativa rotunda, entonces empezó esa nueva e inesperada etapa... (continuará)

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Cómo mi vida se convirtió en un dramaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora