XXIV: El Regalo.

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01:00 PM - El día del asesinato de Polo.

@SoyTuSicaria
Escucha, sé que no hemos hablado hace un tiempo bastante largo ya.
Pero han acontecido tantas cosas que ni te imaginas.
Y me encantaría poder contarte las pero por mensaje sería muy difícil.
Anoche en especifico ha pasao' algo que... Aunque nos va a generar calma a muchos de nosotros, aun así, me siento algo consternada al respecto.
Y he hecho algo, un sacrificio muy grande que hasta pudo ponerme en riesgo, y lo he hecho por alguien a quien realmente desprecio mucho. Aunque más que por ella lo he hecho por el bienestar de los míos. Y por el mio propio incluso.
Creo que el infierno en el que me sumergi al mudarme a este vecindario y a esta nueva escuela está por acabarse (bueno, ni tanto porque aún tengo que cursar otro año más en la secundaria).
En fin, mi punto es que si puedo hacer algo por una persona despreciable también puedo llegar a hacer algo muy grande y loco por una persona a la que quiero tanto.
Y esa persona eres tú.
Así que bueno.
Te dejo adjunto mi numero celular, para que me llames cuando estés lista y podamos conversar, y vernos, si quieres.
Y perdona por tanto.

Lucrecia leyó aquellas palabras con los ojos cristalinos. Estaba de toque. Excesivamente sensible pues acababa de apuñalar a alguien y había mentido a la policía. Y necesitaba a su amiga. Realmente mucho. Aún no había abandonado las instalaciones del antro, pero sabía que debía hacerlo pronto. Copio el número en el portapapeles y lo añadió a contactos como "Soy Tu Sicaria" tenía miedo de llamar pues como ya conocía previamente los riesgos de estas cosas, pero luego se ánimo de valor y marcó, Kate había sido su amiga por casi cuatro años, e incluso hasta más. Ya no tenía por qué desconfiar de ella. Prefirió llamar ahí mismo porque en su casa no tendría tiempo. El vuelo salía en una semana y debía empacar sus cosas, y con lo incómodo que iba a estar todo aquel ambiente en su casa, una escena del crimen no sería nada comparado con aquello.

Un pitido de celular al fondo la distrajo de sus pensamientos, pero no lo suficiente como para darse la vuelta.

Hasta que contestaron la llamada.

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