-. Al verte supe, que todo cambiaría, este es el principio de nuestro fin.-
Jungkook es novio de Jennie su fiel amiga, pero él destino jugara de nuevo y ella llegará para desordenar de nuevo su mundo, como cuando eran jóvenes. ¿Que elegirá Jungkoo...
Una pelinegra caminaba sin rumbo por su residencia, odiaba como se sentía, odiaba que ella volviera. No la odiaba a ella, ella siempre fue de él. Ella siempre fue la mitad de él, ella nunca llenaría ese vacío. Él frío de la media noche paso por su suave blusa, transparentosa. No le importo, sus piernas desnudas se estremecían con él viento.
Las lágrimas que ya caían desde que había salido de su casa, no paraban. Y que más podía hacer, ella lo amaba, sin embargo. Eso no era suficiente para que él la amará también. Se detuvo en un parque, donde venían. Cuando su hija Lisa, le gustaba salir en las noche, ellos siempre iban con ella, él tiempo paso y eso dejo de existir.
Sollozo mientras se agachaba y tocaba su corazón tan quebrado, quería huir, quería dejar todo, igual ella no era su hija. No la extrañaría.
Hasta que sintió alguien atrás suyo, la abrazo sin preguntar, él cálido aliento llego a su cuello y ella no se aparto. ¿Porqué que no lo hizo? Pasaron los minutos, y ella dejó de llorar para al fin levantarse lentamente, la persona seguía atrás de ella. Con timidez, giró mientras quitaba él cabello húmedo las lágrimas, se topo con un pecho fuerte, trago saliva. Mientras subía su mirada.
Y observo los ojos más bonitos que había visto.
Su corazón se detuvo un segundo y un calor lleno su pecho.
-. Todo estará bien.- Le dijo y ella le creyó sin saber porque. Poso sus manos en su hombro y al acerco a el, para abrazarla. - No debes sufrir por alguien que no sabe como te sientes.- Y sintió como su corazón se estrujó. Lo abrazo y sollozo de gran manera. El la separó y la miro con angustia, quería borrar ese dolor.- Es inapropiado pero, ¿Me golpearías si te beso?- Jennie no supo por que razón, aun en medio de sus lágrimas, solo dijo.
-. No...- Entonces él gran hombre la beso con tanta ternura, y pasión. Como si fuera una delicada obra de arte. Jennie se dejó llevar por esos labios tan exquisitos. Se dejo llevar por su dolor, por su tristeza que no supo cuando él hombre la cargo y la llevó una casa, justo enfrenté del parque. No dijo nada cuando él quitó su ropa con suma paciencia y la miraba con tanto anhelo, y no dijo nada al verlo sin camisa. Paso su mano por ese cuerpo tan desconocido. Y subió su mirada al verlo tan deseoso. Se colocó de puntillas y lo beso con mayor intensidad. No pensó en nada al estar en la gran habitación de él, tan masculina. No quiso pensar más y dejó que él la poseyera de mil maneras. Se dejo mar.
Aunque sabía que no estaba bien, quería sentirse amada.
Su cuerpo caliente cayo rendido encima de ella y no se movió. Jennie no quería que hablará, sin embargo lo hizo al subir la mirada a ella.- Eres tan perfecta...- Solo eso dijo y volvieron en mil besos.
Uno tras otro, en esa madrugada tan triste, para Jungkook, Lisa y Jennie.
♡
Jungkook despertó con un increíble dolor de cabeza. Se movió en la cama a dolorido, ¿Por que le dolía tanto su nariz? Rápidamente su vista viajo hacia los lados y se dio cuenta que no estaba en su casa. intento recordar pero, no podía. Hizo mala cara, no quería estar en la casa de una mujer desconocida.
Paso la mano en pelo y lo revolvió.- Dios... Engañe a Jennie.- Se dijo aflijido. Y observo una mesita a su lado.
Habían dos pastillas y un papel.
Tomalás antes de ir a la cocina L.
Parpadeó muy confundido y se encamino hacia una puerta que, de seguro era él baño, se miro al espejo y rápidamente se lavo la cara al verse tan horrible, después de pensar y meditar, debía saber quien era la persona que de seguro lo encontró tomando después de la noticia que había recibido. Salió del baño y rápidamente tomo las pastillas y después salió de la habitación con un color crema y negro. Era de mujer obviamente.
En lo que caminaba para ir a la sala, tuvo recuerdos tan pequeños.
-. Lo lamento tanto Jungkookie.- Habló ella, mientras tocaba mi cabello, yo dormía en sus piernas y ella me veía tan mal.- Lamentó tanto irme, pero tu lo hiciste antes.-Subí mi mano hacia su mejilla y la acaricié con añoranza. Ella poso su rostro en mi mano y la beso.
-. Lisa...- Y Después me quede dormido.
Se detuvo y recordó todo lo de la noche anterior. Con desesperación corrió más rápido y se encontró a una Lisa, cocinando en un vestido rosado bebe, descalza su cabello en un moño. Y caminaba de un lado a otro interesada en su comida.
No lo podía creer, si estaba viva.
Camino con pasos tan inaudibles para que no girará y al estar ya detrás de ella, ella se tenso al sentir su mano en su hombro. Él ya lloraba con mucha angustia. Y ella se hacia la fuerte.
Lisa tembló, recordando sus años de joven cuando trabajo para él, cuando casi la besaba en su antigua cocina, donde ella era una niña tan inocente, la giro con rapidez y ella trago duró al ver sus cejas unidas y como su rostro estaba lleno de muestra de sus lágrimas. Aguantó su aliento al sentir que posaba sus manos en sus hombros.
-. Lisa...- Se escuchaba tan bien cuando él decía su nombre.- Ahora mismo no me de tendrás.- Lisa, no entendió pero solo sintió cuando él la beso con brusquedad. Forcejeó al sentir sus manos grandes en su rostro deteniéndola. Se meneo por toda la habitación y él no la soltaba, incluso boto unos sartenes por él movimiento tan brusco.
Sin embargo no la soltó.
Hasta que ella se rindió y le regreso él beso, mientras lloraba de angustia. Él la cargo y la depósito en la encimera mientras besaba sus labios una y otra vez. Se colocó entre sus piernas y la acerco tanto como podía. Succiono sus labios y mordió. Ella estaba viva. Vivió tantos años sin probar esos labios que lo habían enloquecido.
Ahora eran suyos de nuevo.
Y se besaron en ese lugar, recordando con tortura su pasado, lo que habían vivido. Recordando que, él presente de ellos estaba tan complicado que, no sabrían que hacer al momento de separarse uno del otro.
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