Secreto Entre Damas

Capítulo 9: Obstáculos.

POV Nami (Actualidad)

-Necesito el plan de horarios- Ordeno Robin a Luffy, habíamos regresado de nuestro viaje de negocios, para ponerme al día con mi situación tenía claro un par de cosas, la primera es que Robin estaba interesada en mi y buscaba que yo me interesara en ella.

-Claro- Respondió Luffy sonriente. La segunda cosa que tenia clara es que mientras ella buscaba como hacerme sentir algo por ella, yo debía hacer que Luffy sintiera algo por mí.

-Luffy puedes ir y asegurarte que la paquetería tenga todo listo para nuestros envíos de la semana- Robin sin mirarle ordeno una tarea para Luffy, todo era relativamente normal para nosotros 3.

-Claro- Ambos nos retiramos de la oficina.

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-¿A dónde vas?- Pregunte a Luffy quien tomaba algunas cosas de su cubículo.

-Me asegurare que la paquetería tenga todo preparado, casi nunca tenemos problemas, pero ahora debemos ser precavidos, estamos asociados con una empresa y no queremos fallar- Respondió el con una sonrisa.

-¿Quieres que te acompañe?- Pregunte con algo de insistencia.

-Descuida, puedo hacerlo solo, el teléfono sonara un par de veces, trata de tomar todas las llamadas- Al ver que Luffy no aceptaría mi compañía tuve que quedarme en mi cubículo.

-Vale, puedo encargarme- Dije suspirando.

-Perfecto, dejo todo en tus manos- Luffy se despidió, por otro lado, observe a Robin quien estaba concentrada en su trabajo.

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-¿Cómo va el reporte?- Pregunto Robin leyendo el papeleo.

-Trabajo en ello- Respondí escribiendo lo más rápido posible.

-¿Alguna noticia que deba saber?- Menciono ella recargándose en su silla.

-No, de momento no tenemos ningún...- Sentí como los labios de la jefa de las empresas D se juntaron con los míos.

-Sabes, si no supiera que te da igual si una mujer o un hombre te besa...creería que te gusto- Dijo ella separándose, por mi parte simplemente no hice nada.

-Siento que no debe importarme- Dije reaccionando ante aquella acción.

-¿Alguna vez has experimentado algo como esto?- Pregunto ella regresando a su lugar, solo observe la figura ciertamente atractiva de la hermanastra de Luffy.

-Si digo que si...te detendrás- Dije de manera picara.

-No me mientas- Se sentó sobre su escritorio.

-Nunca...- Sin darme cuenta fui hacia ella, como si me hubiera hipnotizado.

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Robin bajo sus persianas y puso seguro a la puerta de su oficina, nadie vería que estaríamos haciendo.

-Luffy sabe que esta es tu verdadera personalidad- Me encontraba encima del escritorio mientras ella se acercó.

-Te daré algo de ventaja...pero nada de trucos sucios- Sentí como ella recorrido con sus labios mi cuello.

-Trato hecho- Dije casi como un gemido.

-Siempre he sido de esta forma, sus hermanos tienen cierta razón al odiarme...pero Luffy no conoce mi yo real- Acaricio mi cuerpo y poco a poco iba buscando rozar sus dedos con mi piel, sentí un placer indescriptible.

-¿Miedo?- Mencione nuevamente como un gemido.

-Simplemente no quiero que me vea diferente- Mordió mi labio, me sentí como si fuese un juguete, siendo tan mimado, ¿Por qué no hacía nada?

-Así que...no lo llamas hermano, pero, te gusta que te llame hermana- Estaba sin mi uniforme superior, ella al igual que yo disfrutaba de la sensación.

-Digamos con son placeres que me gustan- Dijo ella casi como un gemido, por mi parte solo reí.

-O solo alimentas el ego...- Ella rápidamente coloco su mano en mi entrepierna callando mis demás palabras.

-No me hables con ese tipo de confianza- Dijo ella con un tono serio.

-Sientes que tienes...- Le observe con una mirada desafiante, ella poso su mano en mi pecho izquierdo, bajo mi bracear y pellizco mi pezón.

-¿Control?- Termino ella la frase, cuando al fin me di cuenta de que me estaba haciendo...imposible de zafarme de la telaraña en la que me encontraba.

-Acaso tu...-

-Nami, he estado dirigiendo esta empresa con algo mas que solo cabeza, tengo control de cada persona trabajando aquí, todos conocen una parte de mí, pero esto que vez...solo tú lo has visto- Menciono Robin con una sonrisa maliciosa.

-Yo....- Dije nerviosa.

-Ahora ¿Quién tiene miedo?- Desabrocho mi pantalón poco a poco, estaba inmóvil, completamente a su merced.