Dilema

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02:51 am.

El sonido de las teclas se detuvo mientras ella frotó levemente el puente de su nariz. Llevaba mucho tiempo frente a la computadora y su vista rogaba por un descanso.

Frustrada se arrojó a su cama y su cabeza aplastó un sobre. Claro, el sobre azul oscuro con detalles plateados que olvidó abrir en cuanto lo recibió y que parecía importante. ¿Qué estaba ocurriendo con ella? No dejaba de pensar en cosas sin sentido y la presión de ese sobre solo aumentó aún más su carga mental.






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¿Quién era Fujita Haruki?

El hecho de que esa persona apareciera en una sola foto y sin tomar en cuenta que su padre también lo hacía (de una forma demasiado personal) era demasiado extraño. Había registrado todos los álbumes y fotografías más antiguas que tenía y en ninguna foto aparecía dicha mujer, lo que sí encontró fue un paquete pequeño con fotos muy interesantes.

Una vez revisando se dio cuenta que prácticamente el ochenta por ciento de sus fotos era ella solamente: ya sea practicando, dibujando, leyendo o haciendo un millón de cosas solo aparecía ella; del veinte por ciento restante tres cuartas partes eran fotos de objetos, paisajes, sus mascotas o algo que llamara su atención tanto como para retratarlo; solo podía contar con el cinco por ciento aproximado como fotos familiares en las cuales ella siempre encontraba cerca de su padre.

Bien, eso probablemente no decía nada ¿O sí? Desde que tiene memoria Miku había sido muy curiosa y le gustaba ver las fotografías de su casa y NO recuerda haber visto alguna vez a esa mujer.

¿Algún amorío de su padre? Resulta demasiado bizarro que él hubiera conservado esa foto si solo fuese algo pasajero.
¿Amante quizás? Demasiado enfermizo como para que él oculte una foto antigua en un REGALO para su HIJA.

¿Y si ella...?
No, no podía ser, la probabilidad de lo que acababa de pensar era una en un millón. Su padre no sería capaz de colocar una foto de esa manera.

Suspiró profundamente y observó el paquetito de fotos: en la primera imagen estaba ella, Mikuo y una chica que reconoció bien.

— Mizki — susurró.

Indiscutible que no pudiese reconocer a un familiar de Yuma.  El nombre también aparecía detrás junto con una nota que posiblemente su hermano había escrito. Esa chica era muy cercana a Mikuo y no necesitaba pruebas para confirmarlo.

¿Por qué ella tenía eso guardado junto a sus demás recuerdos?

Las siguientes fotos de su hermano y Mizki parecían las típicas fotos adolescentes hasta que apareció un tercero: podría jurar que reconocería esos ojos en cualquier parte ¿Qué hacía Len allí? No tenía la típica coleta que portaba ahora pero realmente para ella él era inconfundible. Ellos parecían verse felices haciendo tonterías mientras posaban para las fotos, muy diferente a las fotos que le pertenecían y en las cuales la mayoría estaba sola.

Notó rápidamente que Mizki casi siempre se encontraba en medio de los chicos, tampoco se le pasó aquella mirada plasmada que el rubio le dedicaba a ella en todas las fotografías.











Oh no...





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¡ Hay alguien aquí con vida!

Mmmmmm... bien, intentaré ser breve.
Primero que nada espero que todo aquel que lea esto esté bien en su casita.

¿Desde cuando no publico por aquí?  Creo que este libro se quedó en pausa desde hace dos años y la historia está tomando rumbo a terminar ( incluso ya tengo el último capítulo) pero tengo un bloqueo ENORME con cómo continuarlo hasta llegar al final. Este  "capítulo" lo tenía desde cuando y aun así no me convencía en publicarlo porque es corto.  Estoy a nada de cancelarlo pero siento que si lo hago es mi fracaso si no llego a terminar aunque sea esta historia (ni yo puedo ponerme de acuerdo conmigo misma).

En fin.  Volveré a desaparecer hasta que arregle mi vida ( cosas personales). Continúen cuidándose mucho.

Cheza fuera.

¿Te ayudo a encontrar el amor?(MikuxLen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora