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Miku suspiró desesperada mientras se recostaba en su cama, conocía muy bien lo que estaba sintiendo y aún así se negó. Deseó que solo fuese algo pasajero, que lo que estaba sintiendo fuese una simple confusión hacia el Kagamine.
Después de todo era el único con el que había logrado llevarse bien aparte de Dell. Y el chico era su amigo ¿Verdad?
Eran demasiado los sentimientos que surgían cuando lo veía y estaba con Len. ¿Realmente valía la pena el arriesgarse a decirle que estaba sintiendo algo más hacia él?
No, no podría. El que se hubiera acostumbrado a llamarlo y mensajearlo diariamente era solo porque como AMIGOS se preocupaba por él y eso no quería decir que le atraía ¿Cierto?
Resopló cansada y aventó un peluche en forma de cubo con el que casi siempre dormía y que terminó despertando de forma abrupta a su perro.
A nadie podría engañar.
Len le gustaba. Y tal vez más de lo que quisiera admitir.
¿Ahora que harás? ¿Le dirás?
¿Importaría si lo hace? Len no ha dado ninguna señal de interés por ella. ¿Por qué arruinar algo que ya está cimentado en una bonita amistad?
Su perro ladró hacia ella en busca de su atención, cosa que no logró. Miku, con la vista en su techo, intentaba dar orden a sus pensamientos y recuerdos que surgieron nuevamente sin perderse en ellos, cosa que tampoco ella logró.
Su tiempo de cuestionamiento moral se vió interrumpido por el tono inconfundible de una llamada entrante en su móvil.
Era Len.
Dudosa, tomó el celular y aclaró su voz antes de contestar.
— ¿Moshi?
— Miku, hola, ¿Estás bien? — La voz del otro lado se escuchaba preocupada.
— Si... ¿Por qué la pregunta?
— Bueno... te he notado algo distraída últimamente. ¿Es por tu próximo egreso? No deberías inquietarte, eres muy inteligente y estoy seguro que te irá muy bien en todo lo que te propongas — ¿Acaso Len trataba de animarla?
— No te preocupes, no es por eso, pero estoy bien.
— ¿Segura? Bueno... — del otro lado de la línea se escuchó un pequeño silencio y luego al chico balbucear algo que Hatsune no entendió. — Me preguntaba si podría pasar a tu casa para comentarte algo en persona.
— Claro. Por supuesto. — casi pudo imaginarlo con la mano en la nuca como signo de su nerviosismo.
— ¡Te veré en unos minutos allá!
— Si... ¡Espera...! — pero el chico ya había colgado.
Miku está de pie en su cuarto mirando su móvil. Len viene a verla (aunque ya ha venido otras veces). ¿Cómo puede actuar frente a eso?
Intenta acomodar un poco su hogar guardando los montones de papeleo que al parecer nunca se terminan y corre a su habitación a cambiarse de ropa. Su sentido de la moda le dice ahora que ese pantalón holgado, esa blusa de manga larga y sus pantunflas de cocodrilo no es un atuendo adecuado para recibir al chico que le gusta.
El chico que le gusta...
Le gusta...
Len le gusta...
Si, Len le gusta.
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¿Te ayudo a encontrar el amor?(MikuxLen)
RomanceEl primer amor puede ser muy hermoso. O terriblemente cruel. El eligió la opción de cerrarse a ese sentimiento, pero nunca esperó escuchar de los labios de aquella chica esa frase que repercutiría en su vida: ー ¿Te ayudo a encontrar el amor? ...