Capitulo 4

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Abrí los ojos sintiendo la fuerte punzada en mi cabeza, haciéndome recordar lo mucho que había bebido la noche anterior. Recuerdos borrosos de lo sucedido atacaban mi subconsciente. Pero una sola memoria se posó de manera duradera en mi mente, la pelea con Jaden. No entendiendo muy bien porque, aquello me preocupaba más de lo que debería. Ni yo misma me entiendo, él es la confusión misma en persona. Por más de que sea un súper idiota, había algo en su personalidad que lograba hacerme querer conocerlo más. Pero es que no puedo conmigo misma, soy hiper terca y no pienso dar mi brazo a torcer. Si alguien de los dos tenía que pedir disculpas, tiene que ser él, ¿Verdad? 


Tocando mi frente en busca de una posible fiebre, me levante de la cama y fui a bañarme. Definitivamente necesitaba refrescarme, me sentía sucia y abrumada. De alguna manera esperaba que tomándome una ducha, de alguna manera se me quité todo esto que contengo. Había sido una larga noche y ahora sufro sus consecuencias. 

Al salir, recordé que tenía pensado pasar el día con mis hermanos.  Hacía ya mucho que no hacíamos una salida juntos porque ambos tres nos encontrábamos estábamos muy ocupados  disfrutando de un verano con amigos, que olvidamos nuestros pasatiempos juntos. Había arreglado hace unos días, ir al parque de diversiones nuevo de la ciudad. Nada mejor que una tarde de juegos entre hermanos. 

Cuando terminé de vestirme con un vestido de mangas cortas verde militar, n¿baje las escaleras rápido por el entusiasmo, y fui a avisarles.

- Queridos hermanos, hoy iremos a Fun Adventure Land - soné entusiasmada 

- ¿En serio? ¡No jodas! ¿Iremos al nuevo parque de atracciones? -  exclamó Melody felizmente

- La boca, Melody - regañó de forma graciosa Mark - Yo me apunto -

- Entonces genial, arréglense rápido que partiremos en unos minutos - dije caminando hacia la puerta principal

Fue notorio que mis hermanos no tardaron mucho en salir junto a mi, metiéndonos los tres en el auto, partiendo rumbo hacia nuestro destino.


Luego de un largo rato, llegamos. Melody estaba súper emocionada, no podía creerlo. Quería ir a todos lados, no sabía ni por donde empezar. Y lo peor de ello, fue cuando recordé cuanto ama las montañas rusas, cosa que en cuanto a mí, prefiero evitarlas. 

- Ya Blair, por favorrr - imploró - ¡Ya casi eres mayor de edad! No puede ser que les tengas miedo - se quejó señalando a la montaña rusa mas alta de todo el parque. Pequeña niña impertérrita. 

Gire para solo ver el lugar donde muy probablemente moriría, y noté que tenía una caída impresionante junto con muchas vueltas... sí, definitivamente moriría.
No dije ninguna palabra más, dando a entender que cedía pero con la peor de las ganas. Ambos nos pusimos en la fila mientras charlábamos. En el medio de la conversación, giré la cabeza despreocupada, admirando el bello lugar, cuando noté a una persona en específico que me llamo la atención. ¿Ryan? No, no podía ser él, ¿Cierto? Él se había marchado sin decir nada hace ya más de un año. Sacudí la cabeza como si lo que vi hace un momento fue solo culpa de la resaca, pero al volver la vista hacía allí, él continuaba ahí de lo más tranquilo.

Ryan es mi ex novio. Lo había conocido en los entrenamientos de las porristas, él era el mejor amigo del capitán, la típica dupla popular del secundario. Un día se acercó a hablarme luego de su práctica y así hubieron muchas más veces. Finalmente, un día me pidió de salir. Fuimos a varias citas juntos hasta por fin nos convertirnos en una pareja oficial. Se supone que éramos felices, o eso me hacía creer con todo su supuesto amor y cariño. Un día, como cualquier otro, se marchó. Jamás me dijo nada. Solo me lo comentó su mejor amigo sin darme explicaciones cuando se dio cuenta de que yo lucía desesperada porque no lo veía. Desesperada, obviamente que trate de escribirle, de llamarlo, de hacer lo imposible por ver donde estaba, pero él no respondía, jamás lo hizo. Destrozada, un día le deje un último mensaje, en este descargué toda mi ira, mi tristeza y sobre todo dije lo mucho que lo amaba, pero que claramente suponía que este era nuestro fin. Tenía una mínima esperanza de que por lo menos al decir eso, él respondiese, diciéndome aunque sea un adiós, pero tampoco respondió a eso.

The Neighbour [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora