Capítulo XII: Primer golpe al corazón.

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¡Juzga!
Juzga mientras rezas y clamas salvación
¿No predicas lo contrario?
¿Por qué gano lo que no merezco?
¿Por qué pierdo lo que necesito?

Una baja y dulce melodía proveniente del tocadiscos se reproducía por toda la casa de los Tomlinson. Era una madrugada tranquila y silenciosa mientras el señor Tomlinson se encontraba sentado en el sofá marrón de la sala mirando atentamente por la ventana la calle vacía y solitaria. 

En aquel momento el reloj daba las cuatro en punto y solo se podían escuchar el sonido de las manecillas al avanzar. Joseph sostenía en sus manos una taza de café que llevó a sus labios en un movimiento lento. Perdido en sus pensamientos.

En su mente seguía lo que había presenciado el día anterior. Frunció un poco el ceño al recordarlo haciendo que otra duda se instalara en su interior, la cual desechó de inmediato. 

No, por supuesto que no. Su hijo no podía ser... ¿O si?

Sacudió su cabeza dejando la taza de café en la mesita en medio de la sala, mientras se recriminaba por pensar cosas estúpidas que simplemente lo preocupaban por nada. 

El hecho que su hijo Louis haya dejado que aquel niño homosexual se integrara a su grupo de amigos le dejó un amargo sabor de boca. Al verlo allí sentado con el castaño el día anterior, riendo, tan tranquilo como si no hubiera cometido el mayor pecado de todos los tiempos lo enfermaba. El que aquel muchacho se hubiera atrevido a regresar a la escuela después de que todos se enteraran sobre sus actos imperdonables lo enojaba.  Simplemente no podía tolerar que Julian Smith esté cerca de su hijo.

Pero... ¿Es que acaso Louis no lo veía así? ¿Acaso aquel niño había lavado el cerebro de su hijo? Por días Joseph había hablado de lo inmoral que era aquello, de lo terrible y malo que le esperaba a Julian. Que Dios lo iba a castigar por desobedecer sus leyes y ser un degenerado que solamente quería rebelarse en contra de él. El señor Tomlinson repetía eso todas las veces que podía para que a sus hijos nunca se les olvidara lo mal que estaban los homosexuales. Entonces... ¿Por qué el ojiazul pasaba tiempo con uno de ellos?

Llegó a pensar en la posibilidad que descartó rápidamente, aquella que le decía que su hijo podría estar yendo por el camino incorrecto. Y ese pensamiento le aterraba, tanto así que no lo dejó dormir por toda la noche. Sin embargo, al pensarlo todo muy bien se dio cuenta que no había forma de que eso fuera verdad. 

A Louis le gustaba su amiga Allyson y eso lo tranquilizaba. Pero por otro lado, necesitaba hacer que aquel chico indecente se aleje de su hijo para siempre. Pero primero necesitaba hablar con el castaño para cuestionarle del por qué permitió que Julian se acercara a él. 

Se levantó del sofá, miró el reloj para darse cuenta que había pasado casi media hora mirando a la nada con ojos cansados y con el corazón latiendo rápido por el temor y el enojo. 

Caminó a paso lento por el largo pasillo de la casa. Allí donde se hallaban colgadas bastantes fotos familiares en las paredes que miraba de reojo concentrando su mente en lo que pasaría más adelante. Pasó por la puerta de la habitación de su hijo mayor, la cual podía notar por la parte de abajo que estaba con la luz encendida. Sabía que Niall se desvelaba muchas veces estudiando y le enorgullecía tener un hijo tan aplicado, un futuro doctor en la familia. Así como muy pronto tendría un futuro escritor que dejaría el apellido Tomlinson en lo alto.

Finalmente llegó a la habitación de Louis. Sin siquiera tocar para no hacer demasiado ruido, giró la perilla abriendo lentamente la puerta encontrando una suave luz amarillenta proveniente de la lampara blanca que se encontraba encima del escritorio del castaño. Pudo observar como algunas hojas estaban desparramadas por la cama junto a dos libros.

Flower Souls (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora