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Cr. img: A quien corresponda

Gente! Nuevo capítulo!

A leer~

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Los tres años restantes pasaron lentamente para ambos. Mientras uno se abría paso en el imperio que había fundado su padre, haciéndose conocer, ganándose el respeto de muchos; otro se empeñaba en cumplir una tarea, lidiaba con alfas desagradables, entrenaba duro y pulía sus habilidades para matar. No obstante, para ambos estaba ese alivio mensual, donde uno se sentaba a escribir sobre sus experiencias, plasmaba sus anhelos de volver y el otro leía una carta que nunca faltó. A ojos de All for One, lo que estos jóvenes estaban viviendo era la prueba más dura de todas, una donde sabían que se pertenecían y a la vez no, pero estaban convencidos de que no había en el mundo alguien que pudiera cumplir sus expectativas como ellos.

Pronto solo quedaba más o menos una semana para el cumpleaños de Izuku, en su interior la emoción de volver a ver a Shoto burbujeaba y se externaba en manos sudorosas e insomnio. Su madre había intentado tranquilizarlo dándole unos calmantes, pero estos casi no hicieron efecto.

A pesar de ello, antes de poder ver a Shoto, tenía que pasar el suplicio de ver al resto de los candidatos. Todo habría sido normal de no ser por aquel alfa llamado Katsuki; ese que su aroma le daba nauseas.

Ese bastardo temperamental, había querido usar su voz en él, provocando una pelea. Gruñidos amenazantes se escucharon por la residencia, así como golpes y cosas cayendo al suelo.

—¡Hijo de puta! —exclamó Katsuki cuando Izuku arañó su rostro. Cuando los omegas se sentían amenazados o eran atacados, las uñas de sus manos y pies crecían al punto de ser similares a garras, como un mecanismo de defensa.

—¡En tu puta vida usarás la voz de alfa conmigo, pedazo de mierda! —sentenció Izuku con ojos verdes brillando cual brasas infernales.

—¡¿Ah?! ¡Tú no eres diferente al resto! ¡Aprenderás tu lugar cuando te monte!

Eso último fue suficiente para enfurecer más a Izuku quien sorprendió por un instante al otro que notó que su aroma se había vuelto ácido y espeso, casi asfixiante.

—Tú... nunca me montarás —musitó entre dientes el omega—. Ni a mí ni a nadie, basura.

En ese instante apareció Inko, notando que su hijo tenía su rostro golpeado y el alfa con un arañazo en su rostro, justo por encima de su ojo izquierdo. Sin pedir explicaciones, Inko le ordenó a Kurogiri que se llevara a Katsuki. El mayordomo hizo uso de su quirk llamado Wrap Gate y desapareció al alfa-problema. Al mismo tiempo, Inko corrió hasta su hijo que se había relajado cuando no tuvo al alfa a la vista.

—¡Oh, Izuku! —exclamó ella, examinándolo, notando las múltiples heridas y manchas de sangre que lo cubrían—. ¡Ese...!

—No hagas nada —interrumpió con voz fría Izuku—. Dile a padre que no haga nada. —Su mirada estaba llena de odio. Una escoria de alfa había querido usar su voz en él, había querido someterlo. Izuku no iba a aceptar tal insolencia, porque no había en el mundo otro alfa como Shoto que pudiera dominarlo.

—¡Pero...!

—Shoto será quien se encargue de él —comentó Izuku con una sonrisa sedienta de sangre, de muerte—. Ya sé qué quiero de regalo de cumpleaños.

Inko miró asombrada a su hijo y supo que no habría persona alguna que pudiera convencerlo de lo contrario; ni siquiera All for One.

—Katsuki Bakugou, me las pagará con creces —dijo con sorna antes de mirar a su madre que suspiró para después sonreír.

Naturaleza Heredada - [TodoDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora