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Cr. img: A quien corresponda

Gente! Nuevo capítulo!

A leer~

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A las dos semanas, Izuku esperaba impaciente en la sala, mirando la ventana, deseando que el auto negro que traería a Shoto apareciera pronto. La emoción que sentía la transmitía a su alrededor, importándole en lo más mínimo. En cuanto vio el auto estacionarse frente a las escaleras de la entrada y que de él emergiera Shoto, no dudó en ponerse de pie y correr a la entrada. No esperó a Kurogiri, sino que él mismo abrió la puerta y corrió hacia un sorprendido alfa que terminaba de subir los escalones.

—¡Sho-chan! —exclamó emocionado Izuku, ronroneando al sentir los brazos del mencionado rodearle.

—¡Izuku! —dijo con la voz amortiguada por los cabellos rizados de su omega, que incluso había enredado sus piernas en su cadera.

—¡Joven Izuku! —exclamó alarmado Kurogiri—. ¡Compórtese, por favor!

—¡Me alegra tanto que estés aquí! —ignoró el muy malcriado, levantando su cabeza y mirar sonriente a aquel rostro con gesto sorprendido.

—Puedo olerlo... —afirmó tranquilo Shoto, haciendo reír al omega.

—¡Ven, vamos adentro! —Izuku se bajó y apartó del otro, no sin antes tomarlo de la mano y llevarlo al interior de la casa. Tiró de él hasta que llegaron a aquella habitación de siempre.

En cuanto entraron y cerraron la puerta, Izuku se abalanzó contra Shoto y comenzó a besarlo con desespero. Había esperado tanto por volver a verle que tenerlo frente a él era un bálsamo a su ya estresado cuerpo. Sus manos no pudieron estar quietas, frotándolas contra las ropas ajenas, marcándolo hasta hartarse, hasta que sus aromas se mezclaban y lo aplacaban.

Shoto le permitió hacerlo, le dejó acariciarlo y besarlo tanto como quisiera. Cuando sus pulmones dolieron por la falta de aire, es que se separó, notando que de ambos había escurrido saliva por sus barbillas. El alfa limpió con delicadeza los labios y barbilla de Izuku, deleitándose por verlo sonrojado y respirando agitado; recordándole todas esas magníficas expresiones que le había regalado el día que lo acompañó en su celo.

—Te extrañé... —confesó tímido Izuku, viendo cómo las cejas de Shoto se alzaban y sus labios formaban una pequeña... sonrisa...

¡Shoto había sonreído!

—...S-sho-chan

—¿Mmmm? —Y en ese instante el rostro del alfa se volvió sereno, impasible.

De la emoción volvió a besarlo.

—Izuku —llamó Shoto, tomándolo de la cintura con suavidad, rompiendo el beso. La seriedad en la mirada del alfa alertó al nombrado—. Necesito hablar contigo.

Oh... esa no era una buena frase.

—...De acuerdo —musitó, alejándose para irse a sentar al sillón de dos plazas, sintiendo cómo se hundía ligeramente su costado—. ¿Qué quieres decirme?

Shoto no lo miró por unos segundos y eso lo puso ansioso. Lo escuchó inspirar hondo antes de posar su mirada en él.

—Me iré del país en un mes —anunció con seriedad.

—¿Irte? —Izuku frunció el entrecejo. No lo entendía, ¿lo estaba abandonando? —. ¿Por qué? —preguntó fríamente.

—Negocio familiar —replicó sin rodeos—. Mi viejo quiere que empiece a tener mayor contacto con nuestras sedes internacionales que mi hermano mayor administra. Cree que es momento de que lo haga, ya que heredaré el imperio en cuanto cumpla la mayoría de edad.

Naturaleza Heredada - [TodoDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora