Admirador secreto.

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Después de la intensa conversación sobre su antiguo compañero, la pelirosa se disculpó y se dirigió a la cafeteria de la estación por algo de comer, con Naruto a su lado.
Tomaron una bandeja de plástico roja y cada uno depositó lo que deseaba comer dentro de la bandeja, cuando terminaron se sentaron en una de las mesas de a conversar.
Cruzaron unas pocas palabras ya que el telefono de la pelirosa comenzo a sonar estrepitosamente.
-¿Diga?- pregunto tomando un ooco de su jugo de pera.
-Sakura-Chan, necesito que vengas a la empresa, necesitamos de tu autorizacion para llevar a cabo una inversion, ademas de que tienes una carta a tu nombre esperando.
-Esta bien, ya voy.
Y colgo.
Se despidio de Naruto diciendo que debia irse por unos minutos a su empresa.  El rubio asintio y siguio comiendo su desayuno.
Su auto la esperaba en la cochera subterránea de la estacion. No tardó nada en llegar, puso las llaves, encendio el coche y salio por el porton electrico lista para irse.

El tráfico a esas horas era escaso y ligero, no tardó ni 15 minutos en pasar la carretera que llego, se estaciono en su lugar privado y se bajo del auto, no sin antes ponerle el seguro.

Entró por la puerta  principal de cristal. Dentro era un mar de gente que iban y venia a las corridas, empleados que corrian de una punta  a otra llevando papeles y recados, otros llevaban otro tipo de cosas, y otros tecleaban en las computadoras.
Camino por el piso de marmol blanco. Ella no llevaba nada del otro mundo como vestimenta;  un jean azul ceñido, tacones negros  de plataforma media y  una blusa blanco elegante. No parecia la dueña del todo ese lugar, pero lo era.
En el camino todas las personas la saludaban. Su cabello era unico, de un peculiar color rosa claro, natural. No habia mujer con el cabello como.el de ella, por eso era una mujer distinguida en la sociedad.
Su empresa estaba construida en base a sus gustos; piso de marmol blanco, que era implecable y reluciente, un enorme televisor similar al de los cines colgando de una pared, y asientos de espera a la derecha.

Presionó el boton del elevador y espero a que bajara a planta baja.
Al llegar, las puertas se abrieron, dejandola pasar dentro. Para su suerte no habia nadie dentro, asi evitaba las formalidades y las conversaciones incomodas.

Cuando el elevador llego al piso nº 45 la pelirosa bajo y entro en su oficina, donde la esperaba su asesora y apoderada en uno de los asientos.

Su oficina era la mas amplia de todo el edificio. La paredes eran forradas de papel color crema y el piso de alfombra color negro y una mesa con seis asientos en el centro de la habitacion, utilizada  como centro de reuniones.
Su escritorio estaba mas atras, cerca de un gran ventanal que dejaba ver  el paisaje de todo Konoha.

Rin la saludo con un beso en la mejilla, ella era su amiga de tantos años a pesar de la diferencia de edad, que era de unos siete años.
-Buenos dias.- saludo sonriente a Rin. La castaña devolvió el saludo.
-Llego esto hace una hora.- le entrego un sobre.- Necesito que firmes aqui para la inversión que te comente.
Sakura firmo el papel y se lo devolvió. Tomo el papel y rompio el sobre negro.
Saco la carta y la leyó.

"Estimada señorita Haruno.
   Esta invitada a una cena conmigo, un hombre a quien a dejado  fascinado con su belleza. Espero que no lo tome como acoso, no quiero que tenga esa impresion de mi.
Atte: S.U  

Dejo el papel a un lado y miro seriamente a Rin.
-¿Quien lo envió?-pregunto con la voz seca.
-No lo se. Uno de los empleados lo recibió en la mañana por un misterioso hombre. No se quien pudo haber sido.

Arrugo la carta y la botó en el cesto de basura.
-No aceptare invitaciones estupidas de nadie.- terminó y se paro. - Me voy, tengo trabajo.

Mi Querida Policía //Sasusaku//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora