half past five : jackson wang

❝ 𝘦𝘪𝘨𝘩𝘵 ❞

—Fue una broma. —Improvisé.

—¿Una broma? Sé perfectamente que mientes.

Yeji y yo estábamos encerradas en el cuarto de baño con la luz apagada y hablando en susurros.

—Tan sólo preocúpate de no hablar con nadie sobre esto y así nos mantendremos a salvo.

Soltó una pequeña risa arrogante cuyo timbre era similar al de un gemido de desesperación.

—¿Crees que así vamos a conseguir algo? Te han dicho eso para que ellos puedan seguir haciendo lo que les da la gana sin tener consecuencias, pero si le hacemos llegar esto al resto de gente, se les juzgará, podremos vivir tranquilas y—

—Basta. —La corté. —Necesitas tranquilizarte. Tenemos que seguir con nuestras vidas como si nada, ya se nos olvidará.—Mentí. —No te preocupes, vamos a estar bien. —Sonreí. —Me tengo que ir a trabajar, ¿si? Ten un buen día.

—¿Dónde estuviste? —Preguntó refiriéndose a momentos posteriores del robo de su coche.

—En un hospital, a las afueras. —Mentí. Bien sabía que el sitio al que me había llevado Jackson era secreto, casi sagrado, por lo que me arropé en lo primero que cruzó mi mente. —No me mires así, no me han hecho nada, tan sólo estaba preocupado y ya está.

—Ah, fabuloso, primero te asalta, pero luego se preocupa. Te ha hecho cosas peores, ellos te conocían. ¿Qué te dijo? —Su tono había dejado de ser asustadizo y pasó a ser demasiado autoritario.

—Nada. Sólo me trajo de vuelta en tu coche. Olvídate de ello ya, ¿vale? No quiero que te metas en problemas.

Yeji suspiró.

—Ojalá tengas razón. —Se acercó a mi y me abrazó antes de que me fuera. —Ten un buen día.

✧˖*°࿐

El ruido de los palillos chocando contra el plato era lo único que llenaba el silencio durante la cena de aquel día.

—¿Qué tal todo chicas? —Preguntó mi padre en un intento de sacar algo de conversación.

—Bien. —Respondimos Yeji y yo al unísono.

—¿Todo bien en el trabajo hoy?

—Sí. —Respondimos de nuevo, a pesar de que Yeji no trabaja.

—Me alegro.

Hubo una nueva pausa incómoda en la mesa.

—Nos sorprendió que no volvierais juntas ayer. Hana, ¿está tu tobillo mejor? No parece que camines muy mal. —Comentó papá.

Así que esa era la excusa que Yeji había inventado. Bueno, es bastante pobre, pero pareció ser efectiva. Le daría un 7/10 por su falta de originalidad.

—Eh, sí bueno, aún me duele un poco... —Me quejé con el fin de otorgarle más veracidad al asunto.

—¿No te han vendado ni nada? Que raro...

—No, pero llevo una tobillera especial. —Junto a estas palabras di mi último bocado y me apresuré a lavar mis platos. —Iré a dormir ahora, tengo sueño.

Todos los presentes asintieron y yo salí del comedor.

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