Capítulo 24.

576 73 9
                                    

Juntos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Juntos.

Narra Diego.

Nunca creí que tener a Emilio a mi lado sería demasiado difícil, mordí mis labios esperando soportar no querer besar esos labios que parecían tan suaves..

-- ¿Qué harás? --Preguntó Romina al verme tan cerca de Emilio, carraspee separandome de él mientras negaba con la cabeza.

-- Nada..

-- Ajá claro.. Sólo venía a ver si Emilio ya estaba despierto.. ¿Cómo va? --Se sentó a su lado, dando una caricia a su pancita

-- Bien.. Está tranquilo..

[...]

Estaba quedándome dormido hasta que escuché a Emilio hablar, talle mis ojos bostezando.

-- ¿Qué haces aquí? --Murmuró confundido, acercándose para abrazarme, reí. Emilio aún estaba adormilado y estaba haciendo las cosas sin pensar.

-- Puess.. Quería invitarte a mi casa.

-- ¿Por? --Murmuró dejando su cabeza en mi pecho, lleve mi mano a su cabello.

-- Para que no te sientas solito, ya sabes que tu mamá y hermana salen y todo eso..

-- ¿No molesto? --Bajé mi vista mirando su carita preciosa, sus labios formaban un tierno puchero.

-- Para nada, moco.. Renata ya sabe, seguro va a estar muy feliz de volver a verte.

-- ¿Renata? --Se separo de mi un tanto confundido por escuchar su nombre.

-- Sí, hace un tiempito ella se vino a vivir conmigo a la casa.

-- Ooh.. No lo sabía.

-- Lo sé, ¿te molesta?

-- No, no.. --Se levantó estirandose un poco.-- No tendría porqué molestarme.

-- O sea bueno.. Incomodarte o algo.. --Murmuré notando sus gestos, no parecía disgutado, pero tampoco feliz.

-- No, no.. Digo igual estar solo no está tan mal.

-- ¿No quieres estar conmigo? --Murmuré haciendo un puchero, él me miró y soltó risas leves.

-- No quiero moles.-

-- Emilio, tú jamás serás una molestia. --Le interrumpí levantándome del sofá, caminando hacia él para tomar sus dos manitas. Tan calidas y suaves, él se sonrojo un poco por mi atrevimiento.

-- ¿Cómo va mi sobrino, eh? --Cambié de tema para inclinarme, con la ropa no se notaba su pancita, él levanto su camisa dejándome ver apenas la curvatura que se formaba.

-- Bien, el doctor dice que va muy bien en realidad.. Estoy muy feliz por eso.

-- Lo sé, se nota en tus ojitos. --Levanté mi vista a él, sus ojos tenían un brillo especial por la felicidad, para mi sorpresa él también me observaba, sentí una corriente recorrer mi cuerpo haciendome estremecer..

Mi Omega. [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora