Capítulo 47.

543 77 50
                                    

Casta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Casta.

Narra Emilio.

Sabía que esto sería difícil.. Ser padre lo era, mi madre trataba de ayudarme pero sé que esto es mi responsabilidad, ella no tendría porque hacerse cargo de mi pequeño. Era difícil despertar durante las madrugadas para alimentarlo y calmarlo, era difícil hacerlo dormir, me era difícil descansar.. Pero mierda todo ese dolor se iba cuando sus ojitos miel me miraban calmado, era tan hermoso, estaba enamorado de ese pequeño ser..

Han pasado ya dos meses con un par de semanas desde su nacimiento, dos meses realmente agotadoras y las cosas apenas comenzaban..

-- Pero si mira que hermoso niño. --Mi suegra mimaba a Lisandro como si se tratara de su propio hijo, no la culpaba, era su primer nieto y era tan parecido a Joaquín que seguro le recordaba a él de bebé.

-- Sí, muy hermoso y todo pero se me olvida cuando cambio sus pañales. --Ella carcajeo girándose a verme, pronto volvería a trabajar, pero realmente no sabía si tendría que hacerlo desde casa o iría a la oficina. Mi pequeño necesitaba de mi y yo no puedo estar mucho tiempo sin él, aunque mi omega prefiere estar lejos.. Como si.. Lo rechazara.

Todo lo contrario que había ocurrido durante los inicios de mi embarazo.. Yo era quien rechazaba a mi bebé, ahora es mi omega quien rechaza a mi bebé. Después del embarazo ha estado un tanto raro, molesto con Joaquín y deseando a Diego, bufé al escucharlo quejarse. Aún así, siempre se preocupa por el pequeño, aunque lo niega.

-- ¿Cómo te has sentido, hijo? Ser padre es agotador, más cuando.. Bueno.. --Me sonrió triste, le devolví el gesto soltando un suspiro. Mi pequeño estaba removiendose un poco dentro del Moisés, sonreí enamorado de esa cosita tan tierna.

-- Lo es, demasiado.. --Me acerqué donde mi cachorro, mi mano fue a su mejillita acariciandola con delicadeza, sentía que mi bebé era un jarrón de cristal, uno el cual si apretabas con demasiada fuerza se destrozaba. Era mi pequeño y no quería causarle ningún daño.-- Pero.. Cada que lo miro todo se me olvida, verlo tranquilo me trae paz.. Me siento satisfecho.

-- Lo amas hijo, y el amor de un padre por su hijo lo cura todo.. --Acarició mi espalda amorosamente, ambos miramos embobados al pequeño curioso frente a nosotros. Sus ojitos paseaban alrededor tratando de reconocer el sitio en el que se encontraba. Era la casa de mi suegra, justo estábamos en la sala.

-- ¿Y Renata...? ¿Cómo está? --Pregunté divagando un poco, claro que quería saber de ella, pero aún más de su novio..

-- Oh está muy bien, desde que fue a Nueva York se le nota mucho más feliz, estoy muy contenta por ella.

-- ¿Y.. Diego..? --Su rostro cambió, ya no mostraba una sonrisa sincera como antes.

-- Hijo..

-- Es.. Era. --Corregí carraspeando un poco.-- Mi mejor amigo Eli, su ida me sorprendió..

-- Dijo que tenía que irse para estar tranquilo, me sorprende la relación que aún mantiene con mi niña, ya sabes, amor de lejos amor de.. Pensar. --Me encogí de hombros tratando de mantenerme en silencio y no mencionar nada que provocara un disgusto.

-- Entonces.. Siguen juntos..

-- Claro que sí hijo, ¿por qué no tendrían que estarlo?

Porque hicimos el amor..

Sacudí un poco mi cabeza debido a lo que mi omega me dijo, volví mi atención a Lisandro que amenazaba con llorar.

-- Por nada, solo me sorprendió. Ya sabe.. Ja.. --Ella me miró confundida pero no dijo nada, tomé a mi niño entre mis brazos acomodando la mantita amarilla de patitos.-- Tranquilo mi amor, aquí está papi, tranquilo... --Lo había notado, mi pequeño notaba cuando comenzaba a sentirme mal, triste y desanimado, comenzaba a llorar hasta que lo cargará y así se calmaba, al principio creí que se trataba de algún malestar pero no era nada de eso, de hecho era un bebé gordito, feliz y sano, al menos así dicen todos, incluso mi madre.

-- ¿Y cuál crees que sea su casta, hijo?

-- Bueno creo que.. Es un alfa, pero no quiero sacar conclusiones, puede ser un omega o incluso un beta. No me importa, sea lo que sea siempre va ser mi hijo y lo cuidaré con mi vida.

Últimos Capítulos
- 4

Mi Omega. [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora