Mi Omega. [TERMINADA]

Capítulo 50

Juntos.

Narra Emilio.

Suspiré tratando de calmarme, estoy demasiado nervioso por todo esto. Terminé de vestirme mirándome frente al espejo, acomodando cada pequeño detalle para mirarme perfecto, escuché unos pasitos acercarse a la habitación rápido, sonreí porque sabía perfectamente de quién se trataba.

Me giré y lo miré, estaba haciendo un puchero y tenía sus bracitos cruzados indignado.

-- ¿Por qué papi verá al señor malo? --Se quejó frunciendo el ceño, reí por lo tierno que era. Desde la llegada de Diego no ha dejado de hablar, y eso me tiene tan feliz.. Me senté en la cama palpando el colchón para que se sentará a mi lado, cosa que no tardó en hacer subiéndose con dificultad.

-- Mira amor, se llama Diego. Y yo tengo que arreglar unos asuntos con él..

-- ¿Será mi nuevo papá? --Mis ojos se abrieron en grande debido a la sorpresa.-- Mi tío dijo que te gusta.. --Me sonroje maldiciendo mentalmente a Textos.

-- Yo.. No sé si será tu nuevo papá. Pero.. Eso no quita que yo amo a tu papi, ¿Okay? --Acaricie su cabello castaño con suavidad, siempre le conté de Joaquín, no pensaba mentirle acerca de él..

-- ¿Papi no se enojara? Él nos cuida, debió ver como te hizo llorar. --Para que nunca hubiera pronunciado palabras me sorprendía lo bien que hablaba, supongo simplemente no quería hacerlo..

-- No mi amor.. Papi no se enojara, papi es feliz allá porque nosotros somos felices. --Él asintió no muy convencido, besé su frente repetidas veces comenzando a hacerle cosquillas.

-- ¡Nooo, me haré pipí! --Se quejo entre risas, cuando noté no dejaba de removerse inquieto en la cama.-- Te amo papi. --Murmuró levantándose en la cama para abrazarme por los hombros, reí sosteniendolo para que no cayera.-- Yo también te amo, mi niño hermoso. --Acaricie su cabello con suavidad escuchando sus risitas.

-- Bueno cielo.. Te quedarás con tu tío, por favor no hagas tantas travesuras. --Mi pequeño se encogió de hombros entre risas.-- Trataré. --Musitó besando mi mejilla repetidas veces, dejé que mi aroma lo envolviera relajandolo, cuando estaba por quedarse dormidito tocaron la puerta, logrando que abriera sus ojitos rápidamente.

Mordí mis labios nervioso, no podía mantenerme tranquilo cuando el alfa que me cuido durante mi adolescencia, me protegió, y trató siempre de estar conmigo estaba esperándome. Emmanuel estaba sentado en el sofá sonriéndome burlón al notar mis nervios, rodé mis ojos ya que había mencionado yo no estaría nervioso por verlo de nuevo.. Mi cachorro corrió hacia la entrada de la casa para tratar de abrir la puerta, lo seguí rápidamente.

-- ¡Lis, espera! --Me queje siendo ignorado, se colocó de puntitas para tratar de abrir la puerta, lo sostuve entre mis brazos cuando llegué. Levantó su mirada a mi con un lindo y tierno puchero entre sus labios. De nuevo escuché como tocaban la puerta y los nervios volvieron, sentí cosquillas por mi vientre y mi omega trataba de que abriera rápido la puerta.-- Cariño, calmado.. Diego no es malo.