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Dos días después mientras trabajaba en su oficina, le llegó al correo un documento. A pesar de que se lo había enviado Jack, Amira pudo reconocer el tono engreído de Derek en él.
CONDICIONES PARA CONTRAER MATRIMONIO CON EL EXCELENTÍSIMO, GUAPO Y EN GENERAL PARTIDAZO QUE ES DEREK COLLINGWOOD.
Puso los ojos en blanco.
No se molestó en leerlo a fondo pues muchas de aquellas “condiciones” solo eran simples críticas hacia ella. Además, ya sabía cuáles eran las condiciones principales y la verdad que no le gustaban nada.
1. Actuar como una pareja enamorada que ha decidido contraer matrimonio.
2. No montar escándalos que puedan llevar a la revelación del pacto.
3. Bel – Hadid se trasladará a la casa principal como una Collingwood más.
Aquello último había hecho que tirase su portátil del escritorio.
No puedo negarme, había pensado un segundo después.
Decidió dejar de pensar en ello y ponerse a trabajar en los nuevos pigmentos que tenía planeado. Su nueva colección de maquillaje era atrevida, llena de colores brillantes y dorados ardientes. Como su antiguo hogar. Uno del que ya apenas recordaba nada.
Ojalá hubiese acabado contigo también.
Alguien le hizo una videollamada a través de su portátil. Jessenia apareció en la pantalla con una sonrisa que no auguraba nada bueno.
- ¿Así que tú y Derek Collingwood? He de decir que no lo veía venir.
- No es nada -mintió y quiso cambiar de tema rápido- ¿Cuándo llegáis?
Pero su prima no daba su brazo a torcer fácilmente.
- Toda la prensa ha publicado vuestra foto del restaurante. Te vieron con su familia, así que tiene que ser serio porque nunca te ven con nadie.
- Perdona pero yo soy una persona muy social -se quejó secamente.
Jessenia asintió como uno hacia cuando le daba la razón a los tontos.
- Prima, a mi no me engañas.
Ya lo estoy haciendo, pensó. En cuanto Rakim y Jessenia estuvieran en Inglaterra todo se complicaría aún más. Pero sus primos eran la única familia que le quedaba, y a diferencia de ella, eran buenas personas.
- Estaremos allí para el miércoles -su tono cambió y algo en su expresión se tornó sombría-. Prefiero contarte en persona.
Amira se acercó a la pantalla.
- ¿Qué ha pasado? ¿Estáis bien?
Su prima era tan sutil como ella en cambiar de tema de conversación:
- ¿Cómo van los nuevos pigmentos?
- Jess.
- Amira -la chica sonrió pero no era la misma sonrisa del principio-, luego hablamos.
La muchacha asintió y en cuanto Jess cortó la videollamada, Amira descolgó el teléfono y ordenó a dos de sus hombres que se trasladasen a Karachi de inmediato. Si su prima no le iba a decir lo que pasaba, lo averiguaria por su cuenta.
¿Sería ella?
No, se respondió a si misma. Si así fuese Jessenia se lo hubiese dicho.
Suspiró, trabajó un rato más en los pigmentos y después abrió un documento. Derek Collingwood no se saldría con la suya.












- ¿Condiciones? ¿Amira se ha atrevido a pedir requisitos? -preguntó sin poder creerlo.
Aunque en realidad, si que podía. Al fin y al cabo, aquella era Amira. La serpiente que mientras te da calor con su cuerpo, te mide para comerte.
- Así es -asintió Jack y le pasó el informe-. Lo ha mandado este mediodia.
CLAUSULAS A CUMPLIR PARA CONTRAER MATRIMONIO CON AMIRA BEL-HADID
1. Collingwood se compromete a asociarse con Bel-Hadid Cosmetics, produciendo así el 75% de los productos (dado que Bel-Hadid sólo se queda con el 25% de la empresa)
2. Pese a ser una ceremonia inglesa, la novia llevará vestido tipico de Pakistán.
3. El menú del enlace será pakistani.
4. No habrá luna de miel pues la novia no desea compartir espacio ni tiempo con el novio.
5. Relacionado con el número 4, no habrá noche de bodas. Una vez en la intimidad, Derek Collingwood no tocará, bajo ningún motivo, a Amira Bel-Hadid.
Fue aquel último punto el que retumbo en el pecho de Derek. Amira realmente lo odiaba y no quería ni verlo en pintura, ¿por qué había insistido en ese trato, entonces?
Sacó el móvil y buscó su número.
¿Tanto miedo me tienes?
Cogió el informe y fue hacia la única persona que le podía hacer entrar en razón. Por el camino, su móvil vibró.
Lo único que te tengo es asco.
Gruñó lleno de rabia y entró en la habitación de su hermano. Connor estaba leyendo tranquilamente en su chaise-longue. La Odisea, reconoció Derek. Él mismo se la había recomendado.
- ¿Qué ocurre? -preguntó Connor tranquilamente dejando el libro a un lado.
- Esto -tiró el informe y cayó en el regazo de su hermano-. Esa víbora se atreve a pedir condiciones.
Su hermano lo leyó rápidamente y se encogió de hombros.
- ¿Qué problema hay? Excepto por el vestido y la comida, coincide perfectamente con lo que tú quieres.
- Así es.
- ¿Entonces, Derek?
- No quiere compartir su espacio ni su tiempo, como si fuera la reina del mundo. Soy yo quien no quiere nada con ella.
Connor alzó una ceja y asintió.
- Intenta plantearte esto como un negocio. Creo que es así como lo ve Amira.
- Sabes que yo no soy tan frío como tú, Connor.
Su gemelo siempre había sido el más racional, la parte lógica mientras que Derek había sido el más travieso y rebelde de todos sus hermanos. La prensa se había referido muchas veces a ellos con la cursilada del ying y el yang, iguales pero opuestos, algo que su hermana Nadia utilizaba para mortificarlo.
- ¿Quieres decir que te gustaría casarte por amor?
- No, eso no es para mí. No quiero casarme en absoluto.
Que Jack y Eirik se hubiesen asentado no significaba que él fuese a hacer lo mismo. Además, tanto su hermano como su primo habían encontrado mujeres a las que amaban como locos. En el caso de Derek, no había ninguna mujer que durase más de una noche en su vida.
- Sabes que negarte a una experiencia de la vida por un trauma del pasado… - empezó su hermano otra vez.
- No me psicoanalices. Y no hay ningún trauma.
- Claro, hermano, lo que tú digas.
Connor volvió a su libro, dando por terminada la conversación. Su hermano, al igual que Jack, poseían esa elegante manera de mandarte a la mierda pero sin decirlo, al contrario que Derek, quien usaba los puños más de la cuenta.
Volvió a su habitación, decidido a contactar con alguno de sus ligues a pesar de lo que pudiese decir su familia. Aún seguía soltero, y pensaba disfrutarlo. Y tampoco había ningún trauma.

Medusa  (Collingwoods II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora