Simplemente no me podía creer que estaba atrapada. Ya había pasado más de media hora y aun nadie llegaba para salvarnos, todos seguramente estaban practicando o en clases. Y tal vez la maestra no se preocupó por que ha deber pensado que estábamos en otro salón practicando nuestra parte de la coreografía, aunque eso era muy poco probable porque hoy teníamos que haber presentado la coreografía. Solo teníamos que esperar a que alguien más llegue.
-¿Te vas a quedar ahí todo el día sentada?- preguntó Liam mientras me miraba-¿No vas a llamar a nadie?
¡Cierto! El celular. Busque en mis bolsillos de mi chaqueta pero no encontré nada.
-Creo que lo deje en la sala.-le respondí
El bufó molesto.
-Y porque no llamas tu-recalque.
-No tengo saldo, además en esta parte del instituto desgraciadamente no coge la señal, aun si quisiéramos llamar, nuestros esfuerzos serían nulos.
-Bueno, entonces ¿Qué quieres hacer?
-No lo sé. Lo que tú quieras-me dijo.
-Es tu habitación tú decides.
-Pero tú eres la invitada.
-Pero yo pregunte primero.
-Ya bueno,-dijo rendido- Te parece si practicamos la coreografía, ya que si no lo hacemos bien, la maestra nos va a sacar los ojos con una cuchara.
Me reí ante su comentario
-Sí, creo que es buena idea, aun no tenemos claro algunas cosas.
Poco a poco fuimos recordando la coreografía porque sinceramente yo no me acordaba nada.
Comenzamos por tercera vez, cuando de repente en un giro mío me tropecé y caí hacia atrás.
-¡Ahhh!-grité mientras caía, todo se sentía en cámara lenta.
Por el rabillo del ojo pude ver como Liam intentaba cogerme para que no caiga, pero de la nada todo otra vez se volvió rápido y caí al piso.
-¡Amber!, ¿Estas bien?- preguntó Liam mientras se ponía de un salto en cuclillas para ayudarme.
No le respondí, solo me lleve una mano a la cabeza donde por suerte no recibí un fuerte impacto, más bien me golpee la mano por apoyarme.
-No se supone que debías atraparme, mirarme y besarme.
Pensé lo que dije y me quede en shock, pero ya es muy tarde.
LIAM
Baje la cabeza avergonzado, tenía que haberla atrapado, pero mis malos reflejos la dejaron caer. Ahora quede como un idiota. En los libros que leía, el chico siempre salvaba a la chica, pero hasta una niña de ocho años era más fuerte que yo. Y no lo digo para exagerar, tengo una sobrina de ocho años que me ganó en una pelea amistosa, pero no se les olvide que ella sabe karate.
-¿Me perdonas, Amber?-. Ahora ya no sabía que decir.
Piensa en algo arrogante, se supone que eres un chico malo, no una niñita, me dijo mi conciencia.
-Pero si quieres te puedo besar aun así.-dije acercándome me a ella.
Ella me miro, y dijo:
-Era solo una broma.
-Pero yo lo tome en serio- dije, mientras la tomaba por la cintura. Mientras hacía esto solo pensaba en que ella me aleje, no es que no quería besarla, pero como todos, yo quiero que mi primer beso sea especial.
Ahhh, ahora ya estoy sonando como una chica.
-¡Liam!-gritó Amber.
-Mande,-dije mientras me seguía acercando
-No quiero besarte.
Suspire de alivio.
-Eso me dolió, -. Puse una mano en mi pecho haciéndome el ofendido.
Le iba a responder pero de pronto se escucharon unos fuertes golpes en la puerta seguido de una voz chillona, que tanto me molestaba.
-Liam, cariño, ¿Estás ahí?
Si- le conteste secamente- Y no soy tu cariño.
-También estoy aquí- dijo Amber alzando la voz para que Isabelle la escuche.
-¡Que!, mi amor me estas engañando, quítense de la puerta que la voy a derrumbar para sacar a esa tonta de ahí.
Amber y yo nos miramos y nos comenzamos a reír.
Se sacudió la puerta pero esta no se abrió.
-¡Voy a llamar a alguien para que derrumbe la puerta!- dijo Isabelle desesperada.-Nadie sabe lo que es capaz de hacer Amber, Liam, ten cuidado.
Nuevamente volvimos a estallar en carcajadas.
Mientras esperábamos a que Isabelle llegue, hubo un silencio, no fue ni cómodo ni tampoco cómodo, fue normal.
Se hoyo sonidos de la cerradura.
-¿Quién está dentro?- preguntó la voz de la persona que trajo Isabelle.
-Somos dos personas- respondió Amber.
-Verán señor y señorita, examiné la puerta y los resultados muestran que la cerradura ya no tiene una tuerca que ayudaba a abrirla, así que no podrán abrir la puerta hasta que se compre una nueva cerradura, ósea hasta mañana.
-¿!Qué!?-Gritamos Amber y yo.
-Pero señor cuando yo vine a buscar a Liam si pude abrir la puerta desde afuera, ¿Por qué ya no hay cómo?
-Supongo que cuando usted vino la puerta aún no estaba completamente dañada, pero por algún golpe fuerte se terminó de romperse.
De ahí me acorde que cuando Amber llegó yo tenía la ventana abriera para ver si podía saltar por ahí, pero una ráfaga de viento azoto la puerta y por eso ella también quedó encerrada aquí.
-Y que vamos a hacer hasta que abran la puerta, yo tengo hambre-volvió a reclamar Amber.
-Yo tengo comida en mi refrigerador-dije.
-Problema solucionado, ahora señor y señorita discúlpenme, regreso mañana tres de la tarde para sacarlos de aquí.
Amber se sentó en la cama con las manos en la cara. Y se mantuvo callada.
Luego yo caí en cuenta de que si ella se quedaba aquí, había posibilidades de que descubra mi secreto.
Oh, no. No quería volver a ser el nerd de la escuela.
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El Secreto del Rebelde [Editando]
RomanceAlgo... Algo muy grande esconde Liam, tras esa imagen de chico malo... Mas detalladamente un secreto. Un secreto, que tal vez solo Amber conozca y una que otra persona más... Pero cual es la razón de este secreto? Por que se creo? Todos de resumen u...