El Secreto del Rebelde [Editando]

EL RENCUENTRO CON... ¿LIAM?[EDITADO]

Ya habían pasado más de una semana desde que llegue a la academia... Poco a poco fui conociendo a más personas gracias a Lara. Mañana era ya el primer día de clase.

-Preparada para tu primer día- Chilló Lara.

-Si señor- bromee moviendo el brazo como hacen los militares.

Hoy estaba nerviosa. Ese papel que me había dado Liam era su número de celular con el cual nos comunicamos toda la semana. Él me dijo que iba a llegar hoy.

FLASHBACK

-Sí, ya te dije que me ha ido muy bien toda la semana y que el domingo te esperaría en la cafetería hasta que llegues- dije repitiendo el plan que Liam me había dicho.

-Buena niña- me dijo con su voz tierna como si fuera una niña pequeña.

-Me has repetido este plan toda la semana- Me queje.

-Bueno Amber nos vemos mañana - dijo.

-Chao.

Y colgué.

FIN DEL FLASHBACK

Cuando hable con Lara aún estaba en pijama. Así que cogí ropa interior, una camiseta que es ajustada hasta los muslos blanca y unos jeans.

Entre a la ducha, me di solo un duchazo rápido ya que si me demoraba más iba a llegar tarde. Me puse una toalla en el pelo, me eche crema de coco y me comencé a vestir con las prendas principales en el baño, aun no estaba acostumbrada a cambiarme enfrente de otras personas. Salí y me di cuenta de que solo estaba Vale, como decidí llamar a Valeria ya que su nombre completo era muy largo. Ella estaba recostada en su cama con tres libros, dos a sus lados y uno lo tenía firmemente al frente suyo.

-Vale- le dije.

-¡Oh! Lo siento- dijo mientras se sobresaltaba -No te vi. Pensé que estaba sola. Así que decidí acabarme de leer unos libros pendientes. -comentó mientras sorbía un poco de leche con chocolate caliente con malvaviscos.

-Si claro continúa... Le dije

A mí también me encanta leer, pero hoy era un día muy lindo. Yo hubiera sido más inteligente y salir a los jardines del instituto a leer ahí.- pensé como si fuera obvio del mundo mientras ponía los ojos en blanco.

Me puse mis medias blancas con mis botas grises hasta la pantorrilla. Para decorar la camiseta blanca que llevaba me puse un pañuelo y saco largo del mismo color de las botas. Me cepille el pelo ya que en la ducha se había enredado, lo seque con la secadora y me lo deje suelto para que luzca las ondas que tenía después de bañarme. Me puse crema en la cara, un poco de rímel y labial. Sinceramente odio maquillarme pero si me gusta ponerme rímel para que luzcan mejor mis ojos cafés oscuros aunque después para desmaquillarme se me salgan la mitad de las pestañas o queden pegadas entre sí. Cogí un bolso gris que tenía una cadena larga para cruzarse en el hombro. Nunca me gustaron las que había que llevar en mano, tenía la sensación de que se me iban a perder. Metí mi celular y un poco de dinero.

-Chao Vale -dije. Ella ni siquiera me regreso a ver estaba muy concentrada en su libro. Y pensar que yo era igual.

Salí de la habitación. Camine por el campus hasta llegar a la cafetería, pedí una Coca Cola. ¿No les dije que tenía un vicio hacia esta bebida? Pues sí. Tengo un problema.

Me senté en una banca mirando a la entrada de la cafetería. Espere diez minutos y me comencé a molestar. Liam no llegaba.

Iba a sacar mi celular para jugar cuando de pronto se escuchó unos susurros. La mayoría de chicas. Pero lo deje pasar y volví a centrarme en mi juego.

Estaba jugando Candy Crush cuando oí unos pasos hacia mí. Pusieron una mano en mi mesa. Y me asuste.

-¡Hola hermosa!- Oí una voz masculina. Esa voz me sonaba familiar.

Yo alce los ojos. Vi a un chico con jeans negros camisa blanca con los primeros botones desabotonados, una chaqueta de cuero negra y unos lentes oscuros. Era muy guapo. Al principio me tomo tiempo reconocerlo pero luego me di cuenta de quién era.

¡Era Liam! ¿Pero este no es el Liam que conocí en el avión?

-¿Liam?- pregunté.