El Secreto del Rebelde [Editando]

REVELACIONES[EDITADO]

REVELACIONES

LIAM

Me arriesgué a decirle a Amber sobre esto porque nadie me conocía como era yo, y en realidad ya me estaba cansando.

-Espérame un rato-le dije, me levanté y abrí el cajón donde guardaba las piyamas, me puse una chompa gris, tenía mucho frío. De ahí camine a mi mesita de noche y saque mis lentes de marco ancho.

-¿Y qué te parece?- le pregunté.

Amber me miro de arriba abajo

-Definitivamente me gustas mas así, que el chico malo y arrogante.

Le di una sonrisa.

-Bueno ahora sí cuéntame toda tu historia.-me incitó Amber.

-¿Seguro la quieres oír?

-Claro que si, quien no quisiera oír la historia de un alguien que le hacían bullying cuando era chico y de ahí transformó su personalidad en alguien que no es para que ya no lo molesten.

-Es verdad, tu ganas- pensé un rato en como comenzar a narrar mi historia-. Bueno yo era un niño normal de doce años que iba a comenzar la secundaria, yo toda la primaria fui el primero de la clase, tengo una capacidad máxima de retención de memoria y por eso sacaba buenas notas. Al principio todo estaba bien, pero un día llego un chico nuevo su nombre era Bruno Ross era alto y con bastante musculatura, lo habían expulsaron de su anterior colegio por haber maltratado aun niño, él había repetido dos veces en octavo año, ósea tenía 14. Yo no le hablaba, y el tampoco a mí, pero poco a poco se fue dando cuenta de que yo era buen estudiante y una buena caza, y no lo culpo, era un flacucho, nerd y pequeño. Un día llego y me tiro su hoja del deber de matemáticas, me amenazó y me dijo que le tenía que hacer el deber completo y bien hecho, porque por cada equivocación era un golpe.

Amber me miro asustada.

-Yo como niño bueno le hice la tarea, nunca me quejaba, hasta a veces me ayudo a ser mejor ya que repetía varias veces la tarea. Pero así paso todo octavo, abusado y amenazado, y a veces golpeado, casi nunca tenía equivocaciones pero si las tenía me ganaba tremendas golpizas y lo peor es que nadie me defendía.

En décimo seguía siendo igual de nerd, en toda la secundaria no cambie, solo tenía una amiga, ella era igual de nerd que yo, pero bueno ella es otra historia, ella era mi única amiga, nadie se quería juntar conmigo porque les aterraba Bruno... Ella era mi apoyo, un día, una chica le hizo una broma muy fuerte y los papás le cambiaron de colegio y hasta creo que se mudó a otro país, no supe más de ella.

Después de ese día, las burlas se fueron intensificando, la secundaria fue un desastre para mí, me dijo que si le decía a alguien iba a ser peor porque iría a buscarme. Realmente yo estaba aterrado.

Terminé la secundaria con honores y becas pero no las acepté porque quería venir a esta universidad, siempre me gustó la danza, era todo un ejemplo a seguir, muchos me envidiaban, él se quedó en supletorio de último año, en realidad no sé si repitió o pasó pero ya no lo volví a ver.

Hubo un silencio en el cuarto.

-Bueno y ¿Qué te aprecio?- Le pregunté.

-Me pareció una historia muy fuerte. ¿Cómo viviste todos esos años así?

-En realidad me trague cada sufrimiento. Y no quisiera volver a vivir lo mismo dos veces. Es por eso que utilizo chaquetas de cuero, jeans que no soporto, y lentes de contacto que me incomodan y me irritan los ojos.

Todos los sentimientos que tenía dentro salieron porque sin darme cuenta tenia lagrimas resbalando por mis ojos. No tarde en sentir los brazos de Amber alrededor de mí. Al fin me sentí feliz.

-Tranquilo, si estás conmigo nadie te va a molestar- me susurró

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