Narra Eric:
Enojo, es lo que sentí en el momento en el que la vi correr tan amistosamente hacia ese chico. La verdad no se el porque actúe de esa manera, solo recuerdo cómo mis pies caminaban en dirección al aula que me indicó mientras la dejaba atrás.
Cuando llegue, abrí la puerta encontrándome con algunos de los que serían mis nuevos compañeros de clase, me senté en uno de los asientos de la zona central. Quite mi mochila de mis hombros y la coloque en el suelo mientras observaba todo a mi alrededor.
-¿Eres el nuevo, cierto?- Preguntó una voz a mis espaldas la cual me hizo reaccionar. Gire y me encontré a una niña, está era de piel clara, cabello castaño y lacio, unos hermosos ojos azules y delgada.
-Si, a partir de hoy- Respondí lo más tranquilo posible, ya que me encontraba un poco nervioso.
-¿Y no conoces a nadie de la escuela? Digo que por lo menos lo hayas visto anteriormente- En ese momento pensé en Jane, pero aún seguia teniendo ese sentimiento raro que me hacía sentir enojado todavía.
-No, la verdad es que no- Dije de manera desinteresada. Ella me dedicó una sonrisa y continúo.
-¿Y cuál es tu nombre, chico?- Pregunto aún con su bonita sonrisa.
-Eri...Paul, Paul Charles- Me reí de nervios al casi decirle -¿Y tú?
-Carrie Stevens, un gusto- Antes de que si quiera pudieramos saludarnos con un aprentón de manos llegó el maestro con su malentín y cara de pocos amigos.
Según lo que entendí antes de llegar a esta escuela, si eras nuevo no era necesario pararte a presentar ante los demás. Por lo que no se me hizo raro ver al maestro continuar con la clase, no sin antes decirme que me quedara al final de esta para darme mis trabajos que tenía atrasados ya en ese momento.
Durante dos horas estuve escuchando atentamente la clase hasta que la campana sonó para indicar la salida al almuerzo, simplemente dejé mis pertenencias ahí y saque el dinero que me había dado mi madre antes de salir. Ya llegando a la cafetería me compré lo que pude y regrese al aula, digamos que era de ese tipo de personas que le da cierta vergüenza comer en zonas públicas y ya que se podía comer en las aulas no dude en aprovechar.
Ya estaba dispuesto a comer tranquilamente, pero sentí la mirada de alguien sobre mi, era Carrie, la saludé levantando mi mano y ella correspondió, se acercó y se sentó en el asiento que estaba enfrente de mi.
-Veo que no te prepararon el almuerzo- Dijo mientras miraba lo que había comprado.
-Mi madre entiende que ya estoy grande para esas cosas, ya me deja usar mi dinero- Aclaré.
-Vaya, que suerte la tuya Paul...a mi siempre me preparan el desayuno, ¡Siempre termina aplastado o diferente a como estaba en la mañana!- Se quejo a lo que yo reí. -No te rías tonto- Dijo mientras reíamos los dos.
-Pero sigue sabiendo igual, ¿No?- Ella sonrió y asintió.
Hablamos durante todo el almuerzo sobre muchas cosas, que nos gustaba, que odiabamos, nuestra música favorita, entre otras cosas. Simplemente se hizo una persona muy cercana a mi en tan poco tiempo.
Empezaron de nuevo las clases, por lo que otra vez me concentre en lo que pasaba en estas y anotaba todo lo necesario e interesante, todo iba perfectamente bien hasta que de golpe entro el director al aula en compañía de un alumno menor que yo, el cual se encontraba llorando, con golpes, moretones, sangre escurriendo de su nariz y el uniforme completamente sucio.
Todos comenzaron a susurrar sobre lo que estaba pasando, mientras que los docentes hablaban del tema.
-¡Niños, guarden silencio! Esto es algo serio y necesito salir de aquí para ayudar al director, quédense en el aula y mantengan el orden por favor.- Los docentes salieron mientras ayudaban al chico.
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Tenías que ser tú (Eric Carr)
Fanfiction-¡Eres igual que todos los chicos ricos! Solo se preocupan por el dinero, los sirvientes, las prostitutas... y no sienten amor por nada ni por nadie. -¿Cómo lo sabes? ¿Cómo puedes afirmar que no siento cariño por ti? La verdad es que... siento algo...