Capítulo 2

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Eran las 6:00am

Tenía que ir a la escuela, ya a mis 14 años me daba pereza levantarme puesto que ya era una costumbre algo molesta. Ya no era como antes que me encantaba salir disparada de mi cama para saludar a mis padres y tararear "I Saw Her Standing There" de The Beatles. Al parecer estaba comenzando a crecer.

Mi padre entró a mi habitación para despertarme, siempre lo hacía pero no era tan necesario ya que todas las mañanas me encontraba despierta antes de que el siquiera saliera de su habitación.

-Jane, cariño... ya levantate- me dijo con ternura como siempre mientras acariciaba mi cabello.

-¡No quiero! La escuela es aburrida- Respondí haciendo pequeñas patadas- ¿Porque es necesario que vaya?- Rió por mi acción y mientra lo hacia tomó asiento a un lado de mí .

-Por qué las niñas como tu deben ser responsables- Lo mire por unos segundos con un gesto de seriedad. Por lo que soltó una carcajada.

-¿Tengo que ser responsable?- Pregunté sin ganas.

-Claro que sí hija...-Dijo mientras daba un beso en mi frente - Vamos tienes que apresurarte, Jane... - Se detuvo por unos segundos ya que comenzó a percibir el olor del desayuno que estaba haciendo mi madre. Reí ante su acción y este volvió al mundo real - Tu madre debe estar preparando algo delicioso, no tardes en bajar ¿si Jane?

Le respondí asintiendo con mi cabeza a la vez que mostraba una gran sonrisa, para que el después me diera otro beso en la frente, se levantara y saliera de mi habitación no sin antes hacer una seña de soldado a la cual yo correspondí de la misma manera. Después cerró la puerta y se fue con mi madre.

-Papá, me acabas de subir el animo- Pensé en voz alta para luego reir por mi comentario.

Me encamine hacia el baño para poder ducharme, a pesar de mi corta edad entendía que debía tener una buena higiene ya que me lo habían inculcado desde temprano pero muuuy temprano; me dispuse a ponerme mi uniforme escolar el cual consistía en una camisa y calcetines blancos, falda y zapatos negros, sueter gris y un moño color vino.

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Después de arreglarme salí de mi habitación para dirigirme a la cocina en donde pude ver a mi padre leyendo el periódico y a mi madre sirviendo los platos.

-¡Buenos días Jane! - Dijo mi madre mientra se acercaba a besar mi frente.

-¡Buenos días mamá! - Respondí abrazandola mientra me correspondía alegremente.

-Little J, ¿podrías llevar los platos a la mesa, por favor?-

-Sí mamá, no te preocupes-

-¡Gracias hermosa!- Me dijo mientras apretaba una de mis mejillas.

Coloqué los platos con los alimentos y algunas bebidas para poder empezar a desayunar, no sin antes sentarnos y poco después entrelazamos nuestras manos para comenzar a orar por la comida, era muy común que lo hiciéramos ya que mi madre era la más creyente.

Comenzamos a comer, el desayuno consistía en el típico estadounidense: huevos estrellados, tiras de tocino, pan y jugo de naranja.

Estábamos a mitad del desayuno cuando de pronto se escuchó el timbre de la puerta. Mi madre se levantó a atender la entrada. A lo lejos la pude escuchar hablando desde la puerta principal. Quise saber que estaba ocurriendo, así que me levante de la mesa y dirigí mis pies a la entrada de la cocina donde se alcanzaba a ver la sala y la entrada de la casa. Me quede como piedra al notar que se trataba de Eric y su madre.

Tenías que ser tú (Eric Carr)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora